Un proceso de incorporación estructurado y digitalizado es esencial para garantizar que los nuevos empleados se adapten rápidamente a su puesto y puedan ser productivos en un tiempo reducido. Un onboarding bien diseñado no sólo ayuda a integrar a los nuevos colaboradores, sino que también contribuye al éxito a nivel empresarial, a través de una mejora en términos de satisfacción y de rendimiento inmediato.
El onboarding digital es mucho más que la firma de contrato y una simple orientación sobre el puesto de trabajo. Un buen proceso de incorporación establece un puente entre el empleado y la cultura de la empresa. Desde el principio, es fundamental que los nuevos empleados comprendan la misión, visión y valores de la organización, lo cual no sólo les permite alinearse con los objetivos de la empresa, sino que también refuerza su sentido de lealtad y motivación.
Una de las principales ventajas de un onboarding bien estructurado es la mejora en la eficiencia. Un proceso planificado y claro permite que el nuevo empleado pueda comprender rápidamente las herramientas, procesos y expectativas de su puesto. Cuando el onboarding está diseñado de manera efectiva, se reduce la curva de aprendizaje y se evita que los nuevos trabajadores pierdan tiempo en tareas que podrían haberse explicado desde el principio. En lugar de sentirse perdidos o desorientados, los empleados cuentan con una guía clara y recursos adecuados para empezar a desempeñarse con éxito desde el primer momento.
En el mercado existen soluciones preparadas para mejorar la experiencia de los usuarios, lo que se traduce en una mayor satisfacción para todas las partes. Mediante una reducción de tiempos a la hora de adquirir productos y servicios, y una disminución de gastos y recursos en operativas manuales, la tecnología es esencial para maximizar la seguridad y minimizar el riesgo de fraude. Un onboarding efectivo ha de ofrecer una experiencia integrada y combinar tecnologías de búsqueda y verificación en un proceso unificado.
El primer paso es formalizar el contrato del empleado, y la firma digital es un gran aliado para hacerlo de forma segura, ágil y sostenible. Especialmente en empresas que trabajan en remoto o teletrabajan y que no cuentan se ven a diario con su equipo.
A través de la captura de documentos de identidad y la tecnología OCR, se pueden escanear documentos para, a posteriori, validar su autenticidad y detectar los riesgos asociados al portador. La verificación biométrica mediante Video ID ayuda a confirmar la pertenencia y autenticidad entre el portador y el documento que se presenta. Es lo que conocemos como biometría facial. Después de verificar con éxito la autenticidad de los documentos, los usuarios pueden firmar electrónicamente la contratación de productos o servicios con su correspondiente informe en tiempo real en lo que es un proceso altamente interactivo.
Además, el onboarding también contribuye a la creación de un entorno laboral más amigable y colaborativo. Cuando un mentor acompaña a los nuevos empleados o se les ofrece las sesiones de formación oportunas, las nuevas incorporaciones se sienten respaldadas desde el primer instante. Esto fomenta una transición más suave y reduce el estrés asociado con un cambio de trabajo, lo que puede influir de manera positiva en su bienestar y en su percepción de la empresa.
A fin de cuentas, un buen onboarding no sólo facilita la integración de los nuevos empleados, sino que también es una herramienta crucial para mejorar su productividad a corto plazo. Al proporcionar un proceso bien estructurado, las empresas pueden asegurarse de que sus empleados se adapten rápidamente y puedan comenzar a aportar valor de manera eficiente, lo que, a largo plazo, beneficia tanto a los empleados como a la compañía en su conjunto.