Talento y Tortura. Sueño de una noche de otoño

Martes, 31 octubre 2023, 07:00 ¡Ring Ring! Sol de otoño. Crujiente. Huele a caoba. A castañas asadas. Sabe a leña. Levantarse así se hace más fácil. Pero no para Tristán.

Siempre se levanta más cansado que al acostarse. Ducha. Vestirse de trabajo. Desayuna en un plis plas. La muchacha se lo deja en tupper. Lo de socializar con los de la oficina en la comida sale demasiado caro. En michelines. Y en disgustos. Contratar. Despedir. Intimar. A veces duele más de lo que parece.

07:30 Piloto automático. Tráfico. Insultos de turno. Frenazo. Más tráfico. Cacofonía de claxon. Timbres. Niños que corren. Besos de última hora. Carreras. Palabras que se lleva el viento. Otras se quedan. Notas escritas de refilón. Te quiero. Yo también te quería. Que tiempos aquellos. Los 40. Radio 80. Mejor música que noticias. Siempre son malas. O terribles. Ventana. Pasar tarjeta. Barrera. Esperar detrás del lento. Demasiadas maniobras. El jefe aún no ha llegado. Freno de mano. Corbata al canto. Salir. Puerta de atrás. El frío del olor a parking. Abrigo. Portazo. Maletero. Mochila. Bolsa. Pasos rebotando en las paredes desnudas. Duele.

08:30 Pretender estar al teléfono es la excusa perfecta para llegar a su despacho sin saludar. Que pereza. La artimaña funciona con casi todos. No con Adela. La secretaria del Presi cada vez que lo ve se pregunta dónde está aquel Tristán, alegre, arrollador, que hizo posible lo imposible, lo casposo cool. Echa de menos sus mini conversaciones de café en las que Adela siempre sentía que era más. En 3 minutos que parecían eternos, la presencia de Tristán llenaba. Ya no. Cuando lo ve. Siente un vacío en el pecho. Un no-se-que. Una tristeza.

08:30-20:30 Los días pasan a golpe de video conferencias, reuniones, informes, cifras, negociaciones, salarios, convenios, despachar con su jefe, gestionar a su equipo. La encuesta, clima, compromiso, e-nps, plan de acción, marca empleadora, cena de navidad, la cesta, el jamón, 9 boxes, 360º, vacantes, rotación, reconocimiento, global, propuesta de valor empleado, productividad, amenazas de huelga, subida de precios, recortes, riesgos, ERP. Ad infinitum…

21:00 Como cada día, le dan las tantas. Desde que se divorcio, sin perros ni hijos, está más solo que la una. Sus ex coinciden en que tiene un ramalazo narcisista pero no le gusta tanto su propia compañía. Su amigo Chema lo había metido en su grupo de re-singles, y esta noche había Concurso de Halloween. Iban de Cuento de Navidad de Dickens. Abre la bolsa de su disfraz. “Me toca ir de Scrooge” masculla mientras mira el traje viejo rancio, desaliñado, y al saco medio roto.

22:00 “No llego”. No queda nadie en la oficina. Quien va a haber. “Me cambio aquí mismo”. Huele a Naftalina que te mueres. Llaves del coche. Cartera. Corre. Llega la fiesta justo a tiempo para salir.

-“De la que te has librado tío” dice Chema riéndose mientras suben al escenario “Sin el avaro de Scrooge, no hay Cuento.”

Noche épica. Ganan al Disfraz en Grupo más Original. Con premio: barra libre para los 7 fantasmas.

02:30 Chupitos corriendo por las venas. Ese relax inducido. Olvido. Como si no hubiera un mañana. Música a todo volumen. Murmullos al oído desgañitándonos, luchando contra el “A quien le importa lo que yo haga” de Alaska. Móvil. Chaqueta. Pantalón. “Joder. El móvil”. En ese estado se hace difícil reaccionar. Pensamientos leeentooos. Confusión. Tiene que ir a buscarlo.

3:33 Luz de plenilunio alumbra la decoración que el equipo de Tristán ha puesto este mes de Halloween. Está de moda decorar las oficinas. Papel picado. Caravelitas colgando. Telas de araña. Murciélagos. Crisantemos naranjas. Humo. ”¿Qué es eso?” se pregunta mientras da los pocos pasos del ascensor a su despacho. Intenta dar sentido a lo que ven sus ojos. Humo de tabaco. Que tiempos aquellos en los que el olor de tabaco empapaba las prendas. Ahora es su mente la que está empapada.

Allí está la Catrina. En el quicio de la puerta de su despacho. Recostada como quien no quiere la cosa. Sin saber muy bien si entra o sale. Fumando un cigarrillo con boquilla de Charleston bajo su sombrero de ala francesa a juego con una boa de plumas de fucsia intenso. Tristán se queda mudo y no sabe si salir corriendo de la oficina o entrar sin ver. Piensa que se le ha subido a la cabeza la barra libre, y que debe ser una alucinación. O será el burn out que sufre en silencio. Como hipnotizado por la mirada intensa de la Catrina, se dirige hacia ella. En ese momento ella se adelanta para sentarse en el sofá de su despacho, así como levitando. Tristán se sienta junto a ella en trance. La Catrina sirve dos vasitos

• “El mezcal espanta el mal, por eso me ¿Lo has probado Tristán?”

Como un pasmarote niega con su cabeza evitando a su inesperada invitada, fijando su vista etílica nublada en la placa Director Global de Talento y Cultura.

• “Ay, mi Tristán” dice golpeteando la espalda de Tristán con su huesuda mano con un crisantemo casi tan grande como una calabaza por anillo “Quien te ha visto y quien te ve” dice dando una calada mientras el humo se engarza en una danza con unos de los rayos de luz de luna que se inmiscuye entre la extraña pareja. “Tan innovador hace unos años, con todos esos brillantes planes, esos premios luminosos, tanto bombo y platillo. Great. Influencer. Golden. Top Voice. 5 libros. Best Seller Entrevistas por doquier. 100.000 seguidores. Portadas. Conferencias. Forbes.

Gurú…mmm” Calada. Cigarrillo eterno. Aroma a mezcal. “Fuiste el primero en atreverte a cambiar el nombre. A demostrar que lo de Recursos Humanos era del siglo pasado. De la Revolución industrial. ¿Cuál fue aquel titular que te lanzó al estrellato?”

Y como si de un robot se tratara, con la mirada aferrándose a su placa rodeada por una nube de denso humo fantasmagórico de ese cigarrillo eterno, giro su cabeza para quedarse cara a cara con la Catrina. Casi un beso. Muy cerca. Sin aliento. Mirándola sin verla murmulla

• “La misión de RRHH no es gestionar Es gestionar talento y cultura.”
• “Eso Desde que tuviste el trauma con aquella jefa de RRHH tan inhumana, prometiste que nunca jamás dejarías que os llamaran Recursos Inhumanos…”

Sorbito. Mezcal. Volador.

Tristán catatónico disfrazado de Scroodge. De repente se encuentra sobrevolando los baños de la oficina, no es esta, es otra, más antigua, es de día, un día cualquiera, una fábrica abajo, los baños de las oficinas arriba, como si alguien hubiera rebanado el techo. La falda de satín rosa dejando ver las enaguas de la Catrina como si fuera una escoba voladora. Allí estaba toda la gente trabajando, que él no veía, a lo lejos se ven muchas otras gentes, otras fábricas, y se oye mucho ruido de claxon, de tráficos, niños llorando, las prisas, los móviles sonando, las notificaciones de las apps, las alarmas…”La vida. ¿O no?”

• “Esa es María” dijo Tristán “¿Qué hay en el suelo?”

Estaban demasiado arriba, la Catrina lo agarra de la cintura y caen como un ascensor. En caída libre se le cae la peluca. Están en el cubículo.

• “¡El informe de esta mañana!” exclama Tristán

Sentada en la taza. Codos sobre las rodillas. Con la mirada fija. Informe inerte en el suelo. El bienestar no es una tendencia, evidencias para crear una cultura de alto rendimiento.

• “Suena interesante” dice La Catrina como hablando consigo misma
• “¿Por qué está en el baño?” grita Tristán.
• “¡Ay! cuántas cosas se escapan cuando creemos que lo sabemos todo”.

La extraña pareja flotando sobre María, casi rozándola.

• “Será porque le dije que vienen vacas flacas, y hay que centrarse en lo que de verdad importa, y no estamos aquí para seguir malgastando en dinero en prácticas que no sirven de nada. Sin ROI.” El tono de Tristán es autoritario.
• “Fíjate, güey tú que predicabas lo ” Dice la Catrina fumando su cigarro eterno inmutable en el viento.
• “Es que no funciona, hemos puesto apps, gimnasios, yoga, meditación, y nada, nadie lo usa, el engagement por los suelos, el absentismo por las nubes…” Replica Tristán.
• “Como nosotros ” Soltó unas carcajadas que en eco contra las paredes sin techo del baño parecían no terminar nunca.

“¿Estás ahí?” pregunta la otra chica que acaba de entrar al baño. María se levanta de un salto, se estira la falda, se seca las lágrimas con un pañuelo, s en silencio, suspira, se arregla el pelo. Responde que ahora sale.

• “María, tía, ya sabes como Pasa de él. Es un borde. Ya no es el que fue. Por eso le llaman Talento y Tortura.”

María sale y se abraza a su amiga de camino pisa el maldito informe. Una lágrima cae en el bienestar. Es de Tristán.

“Ay canijo…. al menos en los baños no solo lloran las mujeres.” La Catrina.

Miércoles, 1 Noviembre 2023, 07:00 ¡Ring Ring!