Gestionar personas siempre ha sido un desafío. Pero hacerlo en una compañía que, en tan solo 15 años, ha pasado de cero empleados a casi 2.000, en cuatro países diferentes, y con un crecimiento sostenido a doble dígito, se convierte en una tarea tan apasionante como exigente. En Hipoges, hemos tenido que evolucionar muy rápido y constantemente para asumir la realidad de cada momento y, al mismo tiempo, mantener la esencia que nos define.
En este entorno, la gestión de personas trasciende el ámbito operativo para convertirse en un elemento estratégico. ¿Cómo se crea una cultura corporativa sólida en medio de un crecimiento tan acelerado? ¿Cómo se garantiza que los valores y principios fundamentales de la empresa no se diluyan en el camino? Desde la compañía hemos afrontado este desafío apoyándonos en cuatro pilares clave: sostenibilidad, cumplimiento normativo, bienestar del empleado y la capacidad de atraer y retener talento.
La sostenibilidad no solo es un compromiso ético, también es un elemento clave de nuestra estrategia para motivar a la plantilla y garantizar el éxito a largo plazo. Desde hace tres años, hemos trabajado para integrar criterios de sostenibilidad en nuestras políticas de retribución. Esto incluye, entre otros, la evaluación por parte del equipo, y por parte de los peers de comportamientos alineados con nuestra cultura corporativa, evaluación que representa un 5% del target del bonus. Además, medimos objetivos específicos relacionados con la sostenibilidad, como aquellos que impactan en la gestión de recursos y en nuestras operaciones.
Este enfoque no solo promueve la sostenibilidad dentro de la compañía, sino que también refuerza la motivación personal, sabiendo que el esfuerzo y la alineación con los valores de la empresa son reconocidos y recompensados.
Otro pilar clave en nuestra gestión de personas es el cumplimiento normativo, que abarca toda la regulación existente en el sector, así como las políticas internas que garantizan una gestión responsable. En un entorno empresarial tan complejo y regulado, garantizar que cumplimos con todas las normativas y regulaciones es crucial para mantener la confianza de nuestros empleados, clientes y otros stakeholders. Desde la formación continua en áreas como la prevención del blanqueo de capitales o la ciberseguridad, la creación y puesta en marcha de una academia de procesos internos, hasta la integración de estas cuestiones en nuestra política de retribución variable. Si bien no siempre es fácil, el cumplimiento normativo no solo nos ayuda a evitar riesgos legales, sino que también fortalece nuestra reputación y posicionamiento en el mercado.
El bienestar del empleado ocupa un lugar central en nuestra estrategia. En este ámbito no solo nos referimos al bienestar físico, sino también emocional, mental y financiero. Un empleado que se siente bien en todos estos aspectos es más productivo, más creativo y más leal a la compañía. Pero para lograr esto, debemos ser conscientes de los desafíos que enfrentan los trabajadores hoy en día, especialmente cuando se trata de absentismo de largo plazo, diferencias de género en puestos de dirección y disparidades en reducciones de jornada.
Desafíos que afectan directamente a la motivación y la equidad dentro de la organización, por lo que estamos trabajando en medidas específicas que promuevan un entorno más inclusivo y equilibrado para todos.
El último pilar dentro de nuestra estrategia es la captación y retención del talento, quizás el mayor desafío actualmente. Actualmente, la coexistencia de diferentes generaciones en los equipos y los entornos de trabajo nos obliga a ser más flexibles y a diseñar propuestas de valor adaptadas a las necesidades de cada colectivo.
Dentro de la compañía contamos con empleados de hasta cinco generaciones diferentes, cada una con sus necesidades, expectativas y valores. Por ello, hemos desarrollado una propuesta de valor que no solo se basa en beneficios económicos, sino también en la flexibilidad, el desarrollo profesional continuo y un ambiente de trabajo inclusivo y diverso. Nuestro sistema de retribución variable es un claro ejemplo de esta estrategia, al estar alineado con los objetivos estratégicos de la compañía. Este sistema no solo busca premiar el desempeño, sino también asegurar la permanencia de los líderes clave en la organización.
Construir una cultura corporativa sólida en una empresa en constante crecimiento no es una tarea fácil, pero sí es esencial para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Los pilares de nuestra gestión –sostenibilidad, cumplimiento normativo, bienestar del empleado y atracción + fidelización de talento– nos han permitido no solo enfrentar los desafíos de nuestro entorno, sino también sentar las bases de una organización resiliente y preparada para el futuro. En Hipoges, entendemos que la cultura corporativa no es un objetivo final, sino una manera de hacer las cosas que requiere adaptación, innovación y compromiso por parte de todos los que formamos parte de esta organización.
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