La irrupción de la IA en las organizaciones y concretamente en el ámbito de la gestión de personas es algo más que una tendencia, una moda o una revolución. Se trata de repensar el paradigma sobre cómo entendemos, pensamos y hacemos las cosas en el entorno de trabajo. En este sentido, es fundamental para las organizaciones no quedarse atrás y adoptar el modelo óptimo, no sólo desde el punto de vista tecnológico sino también desde el ámbito de la gestión de personas.
La IA obviamente va de datos, de tecnología, de automatización y de algoritmos, pero no podemos olvidar que también va de personas y de la capacidad que estas tienen para aportar su lado humano a un nuevo entorno de trabajo, de colaboración y de relaciones.
Uno de los mayores beneficios de la IA es la eficiencia. Las tareas que antes requerían horas de trabajo humano ahora pueden completarse en minutos, liberando tiempo para que los profesionales de RRHH se concentren en tareas más estratégicas
La IA ha revolucionado el proceso de reclutamiento y selección de personal de varias maneras. Las herramientas de IA pueden escanear y analizar miles de currículums en cuestión de segundos, identificando los candidatos más adecuados según los criterios establecidos
Esto no solo ahorra tiempo, sino que también reduce la posibilidad de errores humanos. Su apoyo en los procesos de selección permite a los reclutadores centrarse en las entrevistas más avanzadas y tomar mejores decisiones estratégicas.
Otro de los lugares donde la IA está demostrando su valor es en el terreno de la gestión de talento y ayudar a las empresas a desarrollar planes de carrera y fidelización para sus mejores talentos.
Nos encontramos como función de P&O con un gran desafío, pues nos corresponde abordar este momento con un doble rol transversal. Por un lado, formar parte del equipo que lidera la transformación de la organización adoptando soluciones de IA que aporten valor a nuestros procesos. Por otro lado, desde el aspecto más centrado en la gestión de personas, nos corresponde acompañar, capacitar, identificar, definir roles, etc. para asegurar que éstas adopten las soluciones y los cambios con transparencia y en un entorno seguro, colaborativo y de confianza.
Analizar y reformular los procesos, identificar dónde empieza la IA y hasta dónde llega, trabajar para evitar posibles sesgos, definir y priorizar casos de uso, son ejemplos de una serie de aspectos fundamentales que las personas de la organización deben desarrollar y en los que deberán capacitarse para abordar cuanto antes este desafío.
Por otro lado, asuntos como el buen gobierno, la aplicación de principios éticos y sostenibles, la implementación de soluciones justas e inclusivas y la adopción de soluciones de forma transversal en las organizaciones, van a requerir de un análisis y aporte de las personas de la organización para garantizar el éxito del modelo a adoptar en cada una de ellas.