En los últimos años, el trabajo flexible ha pasado de ser una excepción a convertirse en la norma para muchas organizaciones españolas cuya actividad no requiere de una presencialidad total. Tras la extendida implantación del teletrabajo durante la pandemia, las compañías han ido definiendo y evolucionando sus políticas en busca del modelo ideal que equilibre el compromiso de los empleados con los objetivos de las compañías para las que trabajan.
De acuerdo con la Encuesta sobre modelos de trabajo flexibles de la consultora WTW, que refleja la opinión de 170 empresas con presencia en España, casi el 60% de las compañías ofrecen flexibilidad en el lugar de trabajo y en las horas de entrada y salida, mientras que un 31% de las empresas encuestadas ofrecen exclusivamente la opción de teletrabajo.
Muchas empresas han adoptado modelos híbridos de trabajo, permitiendo que parte de la jornada laboral se realice desde casa. En concreto, considerando únicamente las personas de la plantilla que por su actividad pueden teletrabajar, el 54% de los empleados alternan entre el hogar y la oficina, frente al 28% que trabaja más del 80% de su jornada laboral de manera presencial y al 18% que realiza sus labores principalmente en remoto.
Entre las compañías que formalizan los días en que se permite el teletrabajo, un 30,6% exigen al menos tres días de asistencia a la oficina, y solo el 2,9% limitan el teletrabajo a situaciones excepcionales. Además, en el primer caso, 6 de cada 10 organizaciones permite al empleado elegir los días específicos en que puede trabajar desde casa.
Así, a pesar de las recientes noticias de cancelación del teletrabajo en grandes multinacionales americanas, los datos de WTW sugieren que el teletrabajo se consolida en España como beneficio para mejorar el bienestar y facilitar la conciliación personal y profesional de las personas, así como herramienta estratégica de retención y atracción para las compañías. Si no lo haces tú, lo hará tu competencia, por lo que o bien perderás talento o bien tendrás que pagar más por él.
Ventajas y desafíos del trabajo flexible
Entre las principales ventajas que destacan las empresas encuestadas acerca del trabajo en remoto se encuentran la atracción y retención del talento; el aumento del compromiso de los empleados; y una mayor productividad.
Por el contrario, las compañías también reconocen los beneficios del trabajo presencial, como son el fortalecimiento de la cultura corporativa; una mayor capacidad de aprendizaje −sobre todo en los puestos más junior−; y un compromiso más sólido entre los equipos.
Ante este fenómeno, que sigue siendo relativamente nuevo en España pese a que el primer concepto de «teletrabajo» surgió en los años 70 en los países más avanzados, las organizaciones se encuentran actualmente en una fase de ajuste, evaluando qué formato se adapta mejor tanto a sus necesidades como a las preferencias de los empleados. Lo que parece claro es que cada vez son más empresas las que escuchan a sus equipos para lograr un balance que favorezca tanto los objetivos corporativos como el bienestar de la plantilla. Y este debe ser el camino a seguir.
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