Hace unos días escuchaba en un evento a la responsable de talento de una empresa tecnológica con un perfil de empleado muy joven. Reflexionaba sobre la necesidad de inmediatez que tienen estos profesionales y las diferencias en sus motivaciones respecto a empleados de mayor edad, hasta el punto de que esas particularidades hacían necesario adaptar la estrategia de talento.
Ciertamente, cuando se trata de fidelizar al talento, hace tiempo que la fórmula dejó de reducirse a ofrecer un salario adecuado. Por supuesto, este concepto sigue siendo esencial, pero no podemos obviar que las motivaciones de los empleados han evolucionado mucho en los últimos años y que la entrada de las nuevas generaciones Z e Y han agilizado esta tendencia.
Por ello, trabajar en estrategias de bienestar, potenciar el salario emocional y ofrecer planes de beneficios como complemento al salario, son hoy en día tres pilares clave en la estrategia de fidelización. Y a su vez, contar con un enfoque de personalización y flexibilidad se ha convertido en una aproximación cada vez más demandada por los propios profesionales.
A la hora de aplicar esa personalización, ofrecer un reconocimiento en momentos clave -como la Navidad, los cumpleaños, aniversarios o acontecimientos señalados- a través de regalos e incentivos se ha convertido en el ejemplo más habitual en las empresas por su impacto positivo en el engagement. De hecho, el 73% de los profesionales que señala sentirse poco comprometido con su empresa, considera que el reconocimiento y recompensas son esenciales para reforzar ese vínculo, y así lo hemos visto reflejado en el último informe de Pluxee sobre Retos y Tendencias de RRHH en 2024.
El periodo navideño, que ya tenemos muy cerca, ha sido de forma histórica la ocasión más habitual para ofrecer este tipo de incentivos corporativos. Pero, como está sucediendo en prácticamente todas las áreas del talento, es necesario repensar cómo abordar esta práctica para obtener el engagement esperado en los empleados, haciendo converger estos dos elementos clave: el reconocimiento y la personalización.
En este escenario, las tarjetas regalo digitales -como Pluxee Regalo- están atrayendo la atención de las empresas que ya hacían de este periodo una ocasión para recompensar al talento, pero también de aquellas que aún no lo estaban trabajando. ¿Por qué? Por su atractivo para todos los perfiles de empleados, sea cual sea su edad. Por su facilidad de uso a la hora de canjear. Por su enfoque sostenible y responsable. Y también por su facilidad de gestión.
Este tipo de solución permite al trabajador elegir cómo y dónde canjear su regalo, proporcionando una flexibilidad y grado de personalización que supone una diferencia importante respecto a formatos más tradicionales y que se ha convertido en el estándar esperado. Aunque quizá lo más interesante sea la versatilidad de este tipo de beneficio, ya que su uso no se reduce únicamente el periodo navideño, si no que puede utilizarse en múltiples ocasiones; cumpleaños, aniversarios de empresa, consecución de resultados… Una forma de personalizar la estrategia de incentivos de cada empleado y ser relevantes en los momentos clave de cada uno de ellos, sin implicar elevados tiempos de gestión ni cargas administrativas adicionales.
¿Y qué hay del tradicional obsequio navideño por excelencia, las cestas de Navidad? También están evolucionado hacia formatos más flexibles que permiten a los destinatarios elegir entre distintas opciones de obsequios a través de una plataforma digital, lo que transforma el obsequio en una experiencia de consumo personalizada sin perder la esencia de este tipo de regalo, tan habitual en este periodo del año.
En definitiva, todo se reduce a potenciar la personalización y a adaptarse a las diferencias que ya percibimos en el talento de distintas generaciones. Hace algún tiempo que las estrategias genéricas han dejado de ser efectivas y aunque las tarjetas regalo digitales o plataformas de obsequios a medida son solo algunos ejemplos, lo cierto es que estamos asistiendo a un proceso de revolución de las estrategias de compensación y de los planes de beneficios para empleados, donde la flexibilidad juega un papel crucial.
La fidelización del talento y la creación de una marca empleadora sólida pasan, en gran medida, por la capacidad de las empresas para entender las necesidades individuales de sus empleados y traducirlas en beneficios con cierto grado de personalización. Ahora, el reto se encuentra en consolidar esta tendencia y avanzar hacia un modelo de compensación total que combine retribución económica, planes de beneficios y un importante salario emocional.