La inteligencia artificial (IA) ya no es una tecnología del futuro. Según un informe reciente de McKinsey, el 70% de las empresas a nivel global ha adoptado alguna forma de IA en sus procesos. Sin embargo, este crecimiento exponencial trae consigo no solo oportunidades, sino también grandes desafíos. Hemos sido testigos de cómo esta tecnología está transformando industrias, desde la automatización de tareas operativas hasta la personalización de la experiencia del cliente. Pero junto a estos avances, surge un problema importante: la escasez de talento especializado en la materia.
La adopción de IA en Latinoamérica ha sido especialmente significativa. En Chile, más del 30% de las empresas ya la han incorporado en sus operaciones diarias, mientras que, en Brasil y México, las cifras alcanzan el 40% y 35%, respectivamente. Este crecimiento refleja el deseo de las compañías por ser más competitivas, optimizando sus cadenas de suministro, servicios al cliente y estrategias de marketing. Sin embargo, un aspecto que se ha vuelto cada vez más evidente es que, a medida que más compañías buscan integrar IA, se enfrentan a una escasez crítica de profesionales capacitados.
Un estudio de Korn Ferry predice que para 2025 podríamos enfrentar una escasez de más de 85 millones de trabajadores calificados en IA a nivel global. En nuestra región, la falta de especialistas en machine learning, ingenieros de datos y expertos en IA aplicada al marketing es un problema que puede ralentizar el ritmo de adopción y afectar directamente el retorno de inversión (ROI) esperado. Si bien se espera que las inversiones globales en IA alcancen los $500 mil millones para finales de 2024, la falta de talento pone en jaque a muchas empresas que están ansiosas por aprovechar al máximo esta tecnología
En sectores como el financiero y el retail, la IA ha demostrado ser una ventaja competitiva. En el retail, por ejemplo, la personalización de la experiencia del cliente mediante algoritmos de IA ha incrementado significativamente las tasas de conversión, mientras que, en el sector financiero, el análisis predictivo está permitiendo a las instituciones ajustar sus políticas de crédito en tiempo real. Pero estos beneficios dependen de la capacidad de contar con el talento adecuado para desarrollar e implementar estas soluciones.
Además, hemos visto que las empresas que adoptan IA no solo mejoran su eficiencia operativa, sino que también logran incrementos notables en sus ingresos. De acuerdo con un estudio de PwC, la implementación de IA puede aumentar la eficiencia operativa en un 30% durante el primer año, mientras que las empresas que la integran en sus estrategias de marketing y ventas han reportado aumentos de hasta un 25% en sus conversiones.
La IA es una oportunidad inigualable para mejorar procesos y maximizar resultados, pero su implementación efectiva depende en gran medida de contar con el capital humano adecuado. La capacitación y formación de especialistas en IA serán claves para que las empresas puedan mantenerse competitivas y seguir innovando en un mercado cada vez más impulsado por la inteligencia artificial.