RRHH Digital. Si le preguntáramos a los directivos de diferentes empresas cómo ganar más tiempo para dedicarlo a generar negocio para sus organizaciones, si respuesta sería sin duda no tener que ocuparse de la gran multitud de tareas rutinarias que les ocupan el día a día y les impiden dedicarse a lo verdaderamente importante.
Esta es la filosofía que subyace bajo un concepto que lleva años entre nosotros pero que todavía cuesta entender a muchos ejecutivos de nuestros país, el outsourcing, la externalización, la posibilidad de transferir a terceros la responsabilidad de proporcionar un servicio adaptado a las necesidades de una organización. La contratación de uno o varios proveedores externos para la prestación, mediante el empleo de activos ajenos un servicio que anteriormente desarrollaba un departamento interno de la empresa, en otras palabras; conseguir más tiempo para su empresa.
Esta definición formulada hace ya unos años y que explica brevemente un término y un tipo de servicio muy utilizado en el entorno informático, se queda corta en el momento actual, en el que la crisis y las dificultades económicas que atraviesa el mercado han modificado radicalmente la forma de gestionar, no sólo los departamentos de sistemas sino todas las áreas de una organización y en el que ser competitivo ya no es una opción sino una cuestión de supervivencia para las empresas.
Una de las áreas que está jugando un papel primordial en las organizaciones en estos momentos es la función de Recursos Humanos, que tiene ante sí una serie de retos absolutamente prioritarios para asegurar la permanencia de la empresa y que pasan por el establecimiento de acciones de evaluación del personal, aplicando políticas de compensación ajustadas a la verdadera contribución de cada profesional a los resultados corporativos; retener a aquellos que más aportan, identificar a los que no lo hacen, reducir los índices de rotación y absentismo y dimensionar adecuadamente las plantillas. Ante esta realidad ocuparse además de tareas mecánicas y repetitivas como la gestión de la nomina o la administración del personal no parece lo más indicado.
Es ante esta realidad donde la externalización de aquellas actividades que aportan menor valor al negocio, constituye una alternativa que va más allá del simple ahorro de costes, convirtiéndose en un elemento para mejorar la eficacia de la función de RRHH y en general de toda la organización.
Beneficios y ventajas que aporta el outsourcing de RRHH
Aunque algunas de las ventajas del outsourcing son por ejemplo la disminución del coste total de propiedad o una mayor transparencia en los diferentes costes de los departamentos de RRHH, lo que permite diferir la inversión inicial, transformado costes fijos en variables y adelantando las ventajas fiscales, a estas alturas está claro que el ahorro no es el factor decisivo a la hora de apostar por la externalización, sino que hay otra serie de elementos mucho más estratégicos que ayudarán al responsable de RRHH a tomar la decisión de confiar en un proveedor externo. La concentración de los recursos propios en el núcleo del negocio, en el core business; optimizar la función de recursos humanos, dedicándola a la consecución de los objetivos estratégicos, un acceso mucho más fácil a capacidades y recursos especializados, tanto tecnológicos como de negocio, son algunas de las razones para decidirse por esta forma de obtener un servicio. Disponiendo de mayores recursos, es más fácil integrar tecnologías e innovación con mayor rapidez y alcanzar una mayor flexibilidad operacional en función de las necesidades de cada momento, garantizando el crecimiento empresarial.
Llegados a este extremo la pregunta es ¿cuándo externalizar?, aunque no hay un momento único ni igual para todas las empresas, los expertos señalan que cuando el departamento de recursos humanos dedica más de un 20% de su tiempo y presupuesto a tareas de administración de personal, la empresa debería empezar a replantearse su modelo de gestión, no tanto por el coste de este 20%, sino por la pérdida de oportunidades que supone para la empresa no dedicar el 100% de su potencial a tareas de verdadero valor.
Las empresas que decidan externalizar deben comprender la naturaleza de la función y disponer de suficiente habilidad y liderazgo para poder controlar al proveedor. Por su parte éste no solo deben ofrecer un servicio impecable, sino que debe aportar experiencia y conocimiento del negocio a sus clientes, ofrecer confianza, ser transparente y proactivo.
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