El liderazgo femenino ha emergido como una fuerza transformadora en todos los ámbitos de la sociedad, desde salas de juntas corporativas hasta iniciativas comunitarias.
A lo largo de la historia, las mujeres han demostrado una gran capacidad para liderar en tiempos de crisis y cambio. Sin embargo, durante mucho tiempo, sus contribuciones han sido subestimadas o ignoradas… Aun así, desde la incorporación de la mujer en el mundo laboral hasta la actualidad, ha habido una gran evolución, ya que, hay muchas mujeres ocupando posiciones de dirección y visibilidad en grandes empresas, aportando tanto un nuevo estilo de liderazgo como en la manera de tomar decisiones.
Existen numerosas investigaciones que nos muestran el gran valor que el talento femenino aporta al mundo empresarial. Por citar algunos ejemplos:
- Daniel Goleman en 1998 ya hablaba de la importancia de la comunicación, la empatía y la inteligencia emocional en el mundo empresarial…. Habilidades fundamentales para desarrollar un liderazgo eficaz y que, según sus estudios son las mujeres quienes obtienen una puntuación más alta y, por tanto, una mayor capacidad para entender y gestionar emociones propias y de los demás.
- McKinsey & Company en 2020, en su estudio titulado «Diversity Wins: How Inclusion Matters», mostraba, por un lado, que las empresas con una alta representación de mujeres en sus juntas directivas eran más propensas a tener un rendimiento financiero superior y, por otro lado, que la diversidad de género está asociada con una mayor innovación, ya que las organizaciones diversas tienden a ser más creativas y mejor adaptadas para resolver problemas complejos.
A pesar de que la sociedad ha cambiado, aún se mantienen ciertos sesgos que limitan las oportunidades de crecimiento del talento femenino y que múltiples empresas están tratando de erradicar.
Algunas formas de acabar con esos sesgos son la adopción de medidas concretas de igualdad de oportunidades, la promoción de una cultura inclusiva y, especialmente, proporcionar acceso a formación y mentoría especializada a las mujeres.
La transparencia en los procesos de evaluación y promoción asegura que las decisiones se basen verdaderamente en méritos y no en prejuicios. A través de estos esfuerzos, las organizaciones construyen un entorno donde las mujeres tienen las mismas oportunidades de demostrar su liderazgo y ascender, beneficiándose todos de una mayor diversidad y equidad.
Sin embargo, aunque busquemos erradicar esas barreras, siempre hay que fomentar un equilibrio entre la igualdad de oportunidades y la meritocracia, ya que, una promoción injustificada puede provocar grandes problemas como dañar la credibilidad de la persona dificultando su éxito, afectando a la autoestima y dañando la imagen de equidad dentro de la empresa o, incluso, pudiendo afectar al desempeño de la organización, la toma de decisiones y la motivación de los equipos.
Por ello, es importante que no solo promovamos el liderazgo femenino, sino que además pongamos en valor el trabajo y los éxitos de estas mujeres reforzando así su ascenso y dándoles el valor que merecen.
En Generali, el desarrollo del talento femenino es uno de los pilares de la estrategia de Personas. Hemos puesto en marcha iniciativas de gran éxito como nuestros programas Aurora, Elevate o Lioness que se enfocan principalmente en el desarrollo de habilidades directivas y skills relacionadas con el liderazgo transformacional. Estas iniciativas se acompañan siempre de herramientas como el networking, coaching o mentoring individualizado. Y fomentamos la colaboración entre nuestros profesionales, que han puesto en marcha la red de mujeres y aliados MYA cuyo objetivo es aprender y compartir experiencias, promover la igualdad de género y una cultura más equitativa e inclusiva.