RRHH Digital. El concepto de liderazgo
El “liderazgo” está de moda. Bueno, la realidad es que ya lleva en la vanguardia del “management” unos cuantos años. Sin embargo, es un concepto que todavía no ha calado en la cultura de nuestras Empresas.
No es infrecuente encontrar Organizaciones donde el término no goza de buena prensa, quizás porque se puede entender como una forma de dirección no exenta de contravalores, quizás, como hemos visto reflejado en los comentarios de algunos mandos y jefes intermedios, porque se considera algo demasiado elevado o propio de personas excepcionales.
Suele ocurrir que cuando se habla de líderes, con facilidad, la mente se va hacia figuras singulares de la historia de la humanidad. Algunas de brillo indiscutible por la fortaleza de sus valores éticos y de sus objetivos. Mathama Gandhi, Winston Churchill y otras excelsas personas suelen ser ejemplos recurrentes.
Otros ejemplos se asocian con valores u objetivos más dudosos – juicio de valor que depende de la posición del observador- pero también capaces de “arrastrar” tras de sí a gran cantidad de gente, como Hitler o Lenin, citados obviamente sin ánimo de ser exhaustivo, ni entrar en polémica con opiniones contrarias.
Los “gurus” que habitualmente escriben sobre Liderazgo refuerzan por lo común esta línea argumental de identificar, y poner como ejemplo, a “líderes” de cualidades excepcionales, lejos del alcance de las personas normales y medias que generalmente hacen posible el día a día de las empresas.
Al propio tiempo, encontramos la paradoja del uso cotidiano del término referido a personas que están en la circunstancia de ocupar posiciones destacadas en determinadas organizaciones sociales. Nuestros dirigentes políticos reciben el apelativo de líderes aunque, sin solución de continuidad, sean denostados por su falta de capacidad de decisión o carencia de determinadas cualidades que serían de presencia obligada.
En resumen, el concepto de liderazgo tiene facetas asociadas a cualidades y a veces a contravalores que lo convierten en un término de significado diverso y difícil de concretar para utilizarlo con operatividad en un contexto, la empresa, en el que las personas se ven abocadas a buscar formas de conducirse en planes de progreso y mejora.
Hacer del liderazgo una competencia práctica supone concebirlo como una cualidad que todos podamos poner en juego y desarrollar.
El liderazgo no está asociado necesariamente a posiciones de dirección o mando. Por el contrario, es independiente del role que se juega en la Organización y está ligado antes a comportamientos que a cualidades innatas.
Hablamos por lo tanto de un liderazgo desprendido de connotaciones grandilocuentes y mayestáticas. Todos los días en todos los niveles de las Organizaciones hay personas que lo ejercen con éxito. No están en posiciones de vértice, ni siquiera tienen delegadas funciones de dirección, no son perfectas, ni tienen cualidades singulares, pero son capaces de influir en otros con planteamientos positivos y honestos para conseguir resultados.
Condiciones para tener éxito en la consolidación de modelos de liderazgo
No existe un patrón universal de liderazgo. El liderazgo es, en común acuerdo con la mayoría de estudiosos, académicos y “gurus”, “situacional”. No obstante, sí podemos establecer algunas condiciones para aumentar las probabilidades de éxito:
•La forma de ejercer el liderazgo será consecuencia de los objetivos que se pretendan alcanzar.
•El modelo, con particularidades para las distintas realidades, tendrá algunos elementos o factores siempre válidos. Todos sus componentes deberán ser congruentes y estar alineados con la cultura y los valores de la empresa.
•Estará definido en términos de comportamientos observables. La eficacia se deriva de lo que se hace. Lo que se “es” o se “sabe” es una potencialidad que solo se traduce en resultado cuando se pone en ejercicio a través de la acción.
•Será susceptible de ser aprendido y arraigado en hábito, para que se convierta en la forma natural de hacer las cosas.
•La Alta Dirección lo trasmitirá con el ejemplo.
El Strategic Leadership Developmenttm
RH Asesores ha consolidado un proceso propio de intervención, que toma como elementos de base las investigaciones y metodologías desarrolladas por Management Research Group®, para definir e implantar modelos de liderazgo estratégicos.
La experiencia nos confirma su gran potencial para dinamizar el cambio en las Organizaciones y para formar líderes en todos los niveles jerárquicos.
La metodología se basa en un modelo de investigación de comportamientos de liderazgo. El LEA-Leadership Effectiveness Analysis™ identifica 22 factores de comportamiento, agrupados en seis dimensiones.
-Dimensiones del Leadership Effectiveness Analysis™
-Crear una Visión. Todas las personas tienen la capacidad de crear nuevas visiones y nuevas realidades. Cada objetivo que alcanzar , cada reto supone un acto primero de “visualización”, de creación de una idea, sobre lo que se quiere conseguir y sobre cómo lograrlo.
-Conseguir la adhesión. Para introducir mejoras, operar los cambios, el líder tiene que asegurarse que los demás responden positivamente a sus ideas, las comparten y las hacen suyas. Es condición imprescindible para que todos los esfuerzos se orienten y acompasen hacia el mismo objetivo.
-Llevar la visión a la práctica.Una vez se ha fijado el objetivo y es compartido por todos, es preciso asignar roles, comunicar expectativas, establecer criterios de éxito y aprovechar el talento de todos los que harán posible alcanzar los resultados esperados.
-Seguimiento. Garantizar que las cosas ocurren según lo previsto y que las desviaciones se corrigen a tiempo.
-Conseguir resultados. En un entorno tan competitivo como el actual, es imprescindible fijar metas exigentes, centrarse en los resultados y crear un entorno de rendimiento donde se anime a todos a contribuir con todo su talento.
-Actuación en equipo. Es muy difícil, si no imposible, que las personas alcancen sus principales metas por si solas. Los líderes necesitan el apoyo de otros para alcanzar sus objetivos y, con frecuencia, contribuir con su colaboración al liderazgo de otros.
1 comentario en ««Nuevos retos, nuevas formas de dirigir»»
Casi siempre cuando se habla de liderazgo, como es en este caso, que por cierto muy bien explicado, no se habla de compensaciones.
Todos hacemos las cosas por algo o a cambio de algo. En el liderazgo parece que todo sea innato y en la realidad no es así.
El empresario tiene la empresa no por diversión sino para ganar dinero y evidentemente cuanto más mejor.
Los directivos, aunque les gusta mucho dirigir, también les gusta satisfacer sus caprichos (cambiarse el coche de vez en cuando, ir a un Spa con su mujer o acompañado por una amistad, ir a cenar a un buen restaurante, etc.). Los mandos intermedios más de lo mismo, organizar algún viaje por las vacaciones, salir un fin de semana con la familia…..
Los seguidores de los líderes, mandos intermedios, también tienen que cubrir sus necesidades y poder realizar algún que otro capricho. Como vemos no nos diferenciamos tanto de los distintos niveles profesionales. A donde quiero llegar a que se queremos cumplir con el primer objetivo que es que la empresa tenga el máximo de beneficios, los restantes empleados de la empresa también quieren tener los máximos beneficios y aquí es dónde le duele la empresa, que sus empleados se ganen bien la vida, por qué, pues bien simple si ellos ganan más el empresario gana menos. Este es el error a mi manera de ver y por la experiencia que gracias a mis años he adquirido.
El enfoque hay que hacerlo al revés y pensar por parte del empresario que cuando más ganen mis empleados, mejor trabajarán, más se esforzarán y más beneficios me reportarán.
Un aprendiz y enamorado del LIDERAZGO
Los comentarios están cerrados.