En la actualidad, la fidelización del talento se ha convertido en un desafío crucial para las empresas. La dificultad para localizar y contratar determinados perfiles y para realizar incrementos salariales, sumado a la disminución del nivel de engagement de los equipos con las organizaciones, está derivando en la necesidad de un alto grado de personalización en las políticas de retribución y beneficios. En este contexto, el sector se encuentra ante un momento de plena expansión en el que debemos ser capaces de entender las necesidades de empresas y talentos y apostar por esa adaptación y personalización total. Así, la retribución flexible y los beneficios sociales se convierten más que nunca en ese aliado de las empresas para ofrecer un valor diferencial.
En este sentido, los beneficios sociales son muy populares entre organizaciones y equipos, pero hay tres tendencias que permitirán llevarlos más allá, aportando ese valor diferencial. Por un lado, ahora podemos personalizar estos beneficios a través de la retribución flexible, permitiendo a cada persona adaptarlos a sus necesidades. Por otro lado, muchas empresas ya están adoptando un segundo modelo que consiste en ofrecer a los equipos una cantidad económica concreta que puedan invertir como deseen, ya sea en en guarderías, ticket restaurant u otros servicios. Por último, encontramos un modelo mixto, en el que las empresas ofrecen una serie de beneficios básicos y, además, proporcionan una cuantía extra que las personas pueden invertir según sus preferencias. En cualquiera de estos tres modelos, podemos ver que la tendencia es poner al talento en el centro y buscar la máxima personalización.
De esta forma, nuestra apuesta es clara: debemos ir más allá de las ventajas fiscales para convertir los beneficios sociales y la retribución flexible en una solución efectiva para equipos y empresas. Gracias a las economías de escala, estamos consiguiendo incluir beneficios cada vez más diversos que contribuyen a generar engagement con el talento. Así, aunque no exista una deducción del IRPF, los equipos pueden, por ejemplo, contar con descuentos para aprender idiomas o realizar otras actividades.
Gracias a esta tendencia, estamos observando como unos de los beneficios que más se están valorando actualmente están relacionados con el bienestar, el ocio o la electrónica. Además, es cada vez más común el concepto Reward & Recognition, que incluye, por ejemplo, la entrega de tarjetas de regalo, como las de Amazon, como forma de reconocimiento. Estas iniciativas no solo aumentan la satisfacción de los colaboradores, sino que también refuerzan el compromiso y la motivación dentro de las organizaciones.
En definitiva, a medida que cambian las necesidades de las personas en su entorno laboral, también lo debe hacer nuestra propuesta de valor. En Edenred, ya hemos dado ese paso desde los beneficios sociales hacia la retribución flexible con el objetivo de ofrecer una personalización que trascienda las ventajas fiscales tradicionales. Debemos ser conscientes de que, ahora más que nunca, las empresas deben aportar un valor diferencial integrando soluciones que respondan a las necesidades actuales y futuras del mercado. Así, cabe destacar la importancia de adaptarse continuamente y ampliar la gama de servicios y beneficios de los que pueden disfrutar los equipos.
De esta manera, la retribución flexible, con esa capacidad de adaptación, se convierte en el aliado perfecto de los departamentos de gestión de talento. En un contexto en el que el bienestar es cada vez más importante y en el que las empresas pueden ver limitada su capacidad de ofrecer aumentos salariales, esta herramienta nos permitirá fidelizar el talento y generar ese perseguido employee engagement, de forma que los equipos se sientan valorados y escuchados.
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