Mientras escribo estas líneas, seguramente estarás haciendo las maletas o pensando en ello. Por fin llegaron las vacaciones, largas, cortas, paradisiacas o en el pueblo, y todas seguramente con dos elementos que no faltan nunca: el chiringuito y el móvil.
El tiempo de descanso no tiene porque ser sinónimo de no pensar sobre la finalidad de tu trabajo, que no es igual que dar vueltas a los problemas y marrones que tienes encima y que las vacaciones no sirven para anular, sino para poner entre paréntesis. Me gustaría que aprovecharas este tiempo de canícula, entre siesta y siesta, y series de múltiples plataformas, a pensar en tu empleabilidad tanto dentro como fuera de tu empresa, y no es por asustarte o meterte miedo, sino porque vivimos unos tiempos presentes de mariposas y cisnes negros que alteran rápidamente la mas estable circunstancia laboral.
En vacaciones si que vas a tener tiempo, así que ya no tienes excusas para mejorar tu perfil de LinkedIn, o crearlo de cero, pues aunque te parezca increíble hay todavía muchos trabajadores en empresas con EREs sin esa huella digital tan necesaria para los brincos laborales. Revisa esa foto con la que te muestras al mundo, tu cargo que no esté lleno de siglas incomprensibles, pero sobre todo dedica tiempo a hacer un listado de tus funciones y tareas, mirando al mar o a la montaña seguro que te inspiras mejor. En todas mis travesías laborales, múltiples, variadas y variopintas, solo nos acordamos del curriculum cuando nos despiden y claro, en pleno duelo es muy difícil ponerse a hacer este documento pues se llena de lágrimas.
Es paradójico que en vacaciones se multipliquen las fotos de atardeceres y cervezas, y caigan en picado los post más profesionales, absurda dicotomía que cada vez me parece más antañona. Te invito a publicar todo lo que durante el resto del año dices que no tienes nunca tiempo: qué libros lees, porqué te gustan, y la conexión con lo que haces o sobre tus series favoritas. Stranger Things, Juego de Tronos o la Casa de Papel podrían ser los títulos de mucho de lo que sucede en algunas cavernas empresariales. Es un ejercicio fácil, después de tragarte cinco episodios seguidos, escribe un párrafo de lo que te parezca relevante y haz la analogía con tu trabajo, es más fácil de lo que pueda parecerte y sólo se aprende haciendo, no mirando como lo hacen los otros. Además de las chanclas, no se te olvide meter en la maleta una pequeña libreta, a mi me gustan negras, para apuntar todo lo que se te venga a la cabeza; ya sé que lo puedes hacer en el móvil pero el placer de escribir a mano no tiene precio.
Me gustaría igualmente que reflexionaras sobre la propia naturaleza de tu trabajo, la inteligencia artificial nos está pisando los talones, y tu nada, como si no fuera contigo, tan tranquilo y luego cuando nos despida un algoritmo, nos echaremos las manos a la cabeza. Frente a los perfectos avatares (cada vez me producen más espanto), la creatividad se convertirá en la competencia estrella del ser humano. Aprovecha para pensar como desarrollarla en tu día a día; está relacionada con la intuición y con la capacidad de hacer coincidir dos cosas que aparentemente no tienen nada que ver. Y aquí hago una llamada de atención a todas las personas que repiten como mantra el “esto siempre se ha hecho así y además funciona” y en “esta casa se hacen las cosas así”, el peso de la tradición y del poder sin autoridad, directamente asesina el compromiso y la motivación de todos los empleados, no solo de los más jóvenes.
Quiero que en vacaciones también aproveches para pensar en todo lo que no te gusta de tu trabajo y que vas a hacer para mejorarlo o cambiarlo (lo puedes apuntar también en la libreta #pensamientosdelibreta); seguro que cuando lo analizamos de forma racional y sin madrugar, no son tantas cosas.
Con estos simples ejercicios entrenarás tu empleabilidad en vacaciones, no vaya a ser que la salgan también michelines; quizás no te vayan a despedir nunca pero si sucede estarás preparado, que en el discurrir laboral es como tener avanzado más de la mitad del camino. No solo hay que tener preparada una segunda carrera laboral, sino hasta una tercera o una cuarta que además aúne esos intereses personales que solo parecen poder disfrutarse fuera del entorno profesional. Y por supuesto ten claro cuales serán tus planes laborales A, B, C y hasta D.
Duerme, descansa, siestea, ríete con los amigos, y con algún enemigo también, pero te mando de deberes que pienses sobre tu empleabilidad, pues en el medio y largo plazo es lo que te permitirá año tras año, las ansiadas vacaciones. ¡Feliz verano!