RRHH Digital. Otro éxito reciente de un equipo Español, esta vez en la disciplina del balonmano, invita, a la luz de los desastres políticos, sociales y económicos que estamos viviendo, a entender y aprender como podemos cosechar triunfos en disciplinas deportivas de equipo y no con el Equipo llamado España.
Un equipo que consiga grandes resultados se construye sobre tres pilares: las Habilidades de sus integrantes, la Responsabilidad individual y colectiva y el Compromiso de todos.
Por lo que respecta a las habilidades, cualquier equipo ganador ha de asegurarse de contar con las competencias técnicas que la tarea y el reto requiere. Esto al final es contar con los mejores en cada puesto. También ha de contar el equipo con una buena capacidad para identificar los problemas y oportunidades que van a tener que afrontar, evaluar las opciones y tomar las decisiones oportunas. Por último y muy importante, se han de desarrollar unas habilidades interpersonales que permitan a sus integrantes comunicarse de manera eficiente, resolver conflictos, apoyar los logros y un largo etcétera. ¿Cuánto de todo lo anterior posee el actual equipo de gobierno o los equipos de gobierno de las comunidades autónomas, sindicatos…? ¿Están los más capaces, de mayor experiencia y formación al frente de los ministerios? ¿hay apoyo entre sus miembros, o cada uno va a lo suyo? ¿se aceptan las críticas constructivamente? De esto no sabemos nada.
El segundo pilar que mencionábamos, el de la Responsabilidad, se construye cuando los miembros del equipo aceptan la responsabilidad individual que su papel en el equipo les otorga en base a sus conocimientos y destrezas y no sólo las llevan a cabo tratando de conseguir el mejor resultado, sino que además se sienten mutuamente responsables por los resultados del equipo y por el desempeño de los demás. Esto hace que los miembros del equipo desarrollen apoyo mutuo y un claro sentimiento de que son los equipos y no los individuos los que triunfan o fracasan. De nuevo nos podemos hacer las mimas preguntas de antes, ¿cuánto de todo esto reconocemos en nuestros equipos de gobierno o en los equipos de nuestras empresas, una realidad más cercana?
Por último esta el Compromiso, al que se llega como resultado de establecer un propósito claro, la razón por la que existe el equipo, un enfoque común, todos en la misma sintonía, y unos objetivos específicos que el equipo quiere alcanzar. Las preguntas de nuevo, ¿nuestro propósito, enfoque y objetivos como país u organización empresarial, son conocidos y compartidos por todos? Parece que algunos países tienen esto muy claro y hablan de distinguirse por calidad de los bienes y servicios que producen; por una apuesta por la investigación y desarrollo, como vía para ganar en productividad y por invertir en la formación de sus ciudadanos. Añadamos a lo anterior unos valores donde el esfuerzo y el trabajo ocupa un lugar importante y comprenderemos porque les va como les va y a nosotros no.
Parece claro a esta altura de la película que el papel de los lideres en todo este engranaje es clave. Su función, mantener un propósito común y un enfoque claro, sin bandazos, y una perspectiva que impida que los acontecimientos nos pillen por sorpresa. También han de asegurarse de alimentar el compromiso de todos y la confianza mediante el refuerzo positivo y constructivo. Remover obstáculos y tener siempre en mente que cuanto más y mejores habilidades y conocimientos tengan los integrantes del equipo, mejores serán los resultados.
Cuando los pilares de construcción del equipo, deportivo, organizativo, país… son sólidos conseguimos resultados extraordinarios, mejora en nuestra productividad; productos y servicios que son el fruto del trabajo colectivo y aprendizaje que es la base de crecimiento de los individuos. Si esta es la línea a seguir, ¿a qué esperamos?
Los comentarios están cerrados.