RRHH Digital. Hoy en día es común oír hablar de los peligros de la adicción a la BlackBerry o al iPhone, y de la necesidad de tener tiempo para no hacer nada. Pero, ¿cómo podemos desconectar si siempre estamos «conectados»?
La mayoría de nosotros lleva permanentemente consigo su BlackBerry o iPhone, listos para recibir o enviar mensajes de texto o de correo a cualquier hora del día o de la noche. Para aquellos de nosotros que llevamos negocios en diferentes husos horarios, la posibilidad de estar conectados no es algo simplemente práctico, es fundamental.
Según el último estudio de la consultora Gartner, para finales del 2012 habrá 73 millones de adictos de «CrackBerry»’. El adicto al trabajo que contesta llamadas de trabajo durante las vacaciones familiares se ha convertido en un cliché, pero para algunas personas y sus familias es un auténtico problema. Y la ubicuidad de los dispositivos móviles es la excusa perfecta para los adictos al trabajo.
Así que, ¿qué podemos hacer con aquellas personas que parecen incapaces de apagar sus móviles o de prestar toda su atención a algo nuevo? En el trabajo solemos quedarnos pensando en los problemas que todavía no están resueltos. Y cuando conseguimos solucionarlos, podemos seguir adelante. Pero no todos los problemas se pueden resolver de una vez. Todos conocemos la sensación de tener un proyecto a medias rondándonos la cabeza, aún a sabiendas de que estamos cansados y de que lo único que queremos es dormir. Los mensajes de texto o de correo no dejan de entrar y salir y, si no se tiene cuidado, uno acaba dependiendo de ellos, incapaz de concentrarse en otra cosa, esperando el sonido de entrada de mensajes de correo o de texto.
Sin embargo, aunque no resulte sencillo, existen formas de manejar estas situaciones. Creo que el secreto consiste en fijarse objetivos realistas para cada día y escribir una lista de cosas pendientes y déjelas para el día siguiente.
Al final no se trata más que de autodisciplina. Nunca me han impresionado quienes tratan de avanzar en su carrera empezando a trabajar temprano y quedándose hasta las tantas, haciendo como que trabajan. Yo valoro a la gente por sus resultados. Si hace el trabajo encomendado, no voy a estar mirando el reloj para ver si ha empleado las ocho horas de rigor.
En realidad tengo que confesar que a mí me cuesta bastante desconectar. En mi caso se trata más bien de conectarme a otra cosa, encontrar algo que me proporcione una distracción mental diferente. Así que, si no me estoy ocupando de Regus, estoy pensando en otro de mis negocios.
Hacer ejercicio puede contribuir a vaciar la mente. Incluso algo tan sencillo como cambiar de ropa puede hacer variar el estado mental. Porque no tiene nada que ver con la tecnología, ni tampoco con las vacaciones: se trata sólo de usted. Haga una cosa cada vez, y emplee su tiempo. Asegúrese de tener una vida variada para refrescar la mente de vez en cuando. Un cambio es tan bueno como un descanso.
Los comentarios están cerrados.