La Real Academia Española define Inteligencia Artificial como “la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”.
La Inteligencia Artificial ha evolucionado durante estos últimos años y, actualmente, se hace uso de ella en diversos sectores entre ellos en el departamento de Recursos Humanos, en el cual nos centraremos.
La Inteligencia Artificial nos proporciona mayor tiempo para poder dedicar todo nuestro esfuerzo a otras tareas en las que la IA no nos puede ayudar, por el momento.
¿En qué nos puede ayudar?
Tareas administrativas, como la gestión de la información de los candidatos en la base de datos y la gestión de entrevistas, y tareas legales se pueden ver simplificadas gracias a su uso; por ejemplo, la propia IA puede realizar las nóminas de nuestros empleados y solo tendremos que invertir tiempo en revisarlas, así como otros documentos que puedan solicitar los trabajadores.
En reclutamiento nos puede ayudar con la realización de la criba curricular, proceso que conlleva mucho tiempo y que podemos simplificar con la ayuda de la IA; además, podremos minimizar la discriminación en cuanto a sexo, raza, religión y, por lo tanto, propiciar así la diversidad laboral y personal dentro de la empresa. Esto se dará siempre que los requisitos implantados en IA así lo cumplan.
También puede ayudar en la formación específica de los trabajadores, analizando de manera minuciosa las necesidades de cada trabajador.
Planificar las tareas de onboarding y offboarding. Es una tarea más propicia a que dejemos de lado, pero supone un papel fundamental para los trabajadores a la hora de formarse su primera impresión (o la última) sobre la empresa. Con la IA podemos personalizar dichos procesos dependiendo de los puestos de trabajo y las necesidades personales.
Analizando el clima laboral empresarial, es decir, realizando encuestas sobre las opiniones, sentimientos y propuestas que tienen los trabajadores de la cultura organizacional de la empresa.
Recursos Humanos puede automatizar todos los procesos anteriormente descritos. Esta ayuda se traduce en un mayor tiempo que podemos invertir en otras tareas que “dejamos un poco de lado” en nuestro día a día, tales como desarrollo de estrategias, procesos de onboarding y offboarding, asuntos comerciales, etc.
Todos estamos de acuerdo en los beneficios que proporciona la IA, ¿podremos adaptarnos a este avance sin perder la ética empresarial?
Debemos adaptarnos a estos cambios. Para ello, es primordial conocer qué nos ofrece la IA y usarla respetando siempre los principios éticos de nuestra empresa y tomando decisiones justas; todo esto conlleva mucho tiempo, pero vale la pena educar a nuestra IA e indicarle pautas éticas a seguir para minimizar inconvenientes.
Al aplicar la IA en el departamento de Recursos Humanos debemos recordar que gestionamos personas, las cuales están compuestas por cerebro y corazón, no se nos puede tratar como robots.
“Los principios éticos elevados producen métodos comerciales eficaces” James Watt.