RRHH Digital. Una de las cosas que más deseamos los coaches es contribuir a que se conozca con la mayor claridad y exactitud posibles qué es el coaching, para que sirve y por qué es altamente eficaz. Evitar confusiones en cuanto a la naturaleza del coaching, sus usos y posibilidades es beneficioso para todos, tanto para los coaches como para sus clientes, ya sean directivos, equipos o particulares.
El coaching es un proceso conversacional en el que e el coach acompaña a su cliente y provoca su reflexión para lograr que despliegue todo su potencial y sea capaz de alcanzar los objetivos que se ha marcado, tanto si son profesionales como personales. Se trata de que el cliente logre resultados extraordinarios que no sería capaz de conseguir por sí sólo. El coach le acompaña en un camino de aprendizaje que le permitirá observar los hechos desde nuevas perspectivas, de manera que, al ver las cosas de otro modo, pueda encontrar nuevas formas de actuar que le conduzcan a diseñar acciones eficaces. Así podrá alcanzar con menos esfuerzo los resultados deseados. En definitiva, el coaching es un proceso de aprendizaje que permite sacar mayor partido a la vida.
Y ¿cómo se lleva a cabo? Pues, principalmente hablando. Para entender la potencia del lenguaje como generador de resultados es necesario tomar conciencia de que la mayor parte de la jornada laboral (y de la vida) se estructura en torno al lenguaje: ponemos emails, sms, telefoneamos, escribimos documentos, hablamos para dirigir, coordinar, planificar, pedir, establecer acuerdos… En coaching se dice que el lenguaje genera realidades. Cada vez que decimos algo, estamos preparando el terreno para que ocurra algo. Y por eso el lenguaje es la herramienta principal para lograr resultados. Aunque no la única. El coaching también utiliza recursos de otras disciplinas como la filosofía, la sociología, la psicología, el management, etc., pero es diferente de ellas. Por ejemplo, coaching no es psicología. La psicología explora en el pasado para explicar conductas del presente. Por el contrario, el coaching se basa en el presente para diseñar el futuro que cada uno quiere disfrutar. Tampoco coaching es consultoría. El consultor, en base a su experiencia personal, dice lo que cree que hay que hacer para conseguir un resultado concreto. El coach acompaña a su cliente en la búsqueda de sus propias respuestas y recursos para que los descubra por si mismo.¿Y por qué esto funciona mejor? Porque se interioriza hasta un 70% de lo aprendido por uno mismo, mientras que sólo se retiene un 30% de lo que te enseñan los demás. Einstein lo explicaba así: “Aprendizaje es experiencia. Todo lo demás es información.”
Pero, seamos más concretos ¿para qué sirve el coaching? Bueno, mi primer impulso es decir: para todo, tanto en la empresa como en la vida personal. Pero como esto, dicho así, no va a resultar muy creíble, voy a argumentar esta afirmación.
Todos hemos vivido momentos en los que no nos sentimos satisfechos con la situación en la que nos encontramos. Es un estado de insatisfacción que puede manifestarse en el terreno profesional o en el personal y que nos gustaría cambiar. Centrándonos en lo profesional, este estado puede darse en muchísimas ocasiones. Por ejemplo, cuando empezamos a plantearnos buscar un nuevo trabajo, cuando tenemos que dirigir un equipo que no alcanza el nivel de desempeño necesario, cuando nos ofrecen un ascenso y pensamos que nos falta desarrollo en algunas competencias claves para el puesto, cuando no sabemos qué más hacer para captar clientes, cuando tenemos problemas de comunicación con personas, equipos o departamentos determinados, cuando sentimos que nuestros jefes o subordinados no aprecian lo que hacemos, cuando reflexionamos sobre la posibilidad de un cambio de profesión, cuando queremos un aumento de sueldo y no sabemos cómo abordar la conversación para pedirlo o simplemente cuando decidimos que es hora de mejorar algunas de nuestras habilidades para desplegar todo nuestro potencial. Las posibilidades son infinitas.
Al sentirnos así lo lógico es pensar qué podemos hacer para cambiar ese estado, cómo transitar el camino entre la situación actual que nos produce insatisfacción y la situación futura que imaginamos y que tanto deseamos. Y sobre todo, qué pasos tenemos que dar para llegar a ella. Es entonces cuando el coaching tiene todo el sentido del mundo, porque permite tomar conciencia del camino a seguir para abandonar ese estado de insatisfacción, de los pasos necesarios para tener éxito y de cómo y cuándo darlos.
El coaching proporciona nuevas respuestas y acciones para alcanzar nuestras metas. Es un proceso para diseñar futuro. El futuro que cada uno de nosotros decida que quiere disfrutar ¿Ha pensado ya en cómo quiere diseñar el suyo o el de su empresa?
3 comentarios en «Coaching: qué es y para qué sirve»
Matizar que la psicología no necesariamente explora el pasado para explicar conductas del presente; existen corrientes en psicología que se centran en trabajar las conductas y pensamientos del presente, de cara a ayudarnos en ese presente o futuro; no toda la psicología es psicoanálisis.
Me sumo a lo que dice Isabel y añado que en algunos procesos de Coaching (fundamentalmente en el coaching ontológico) se busca el cambio a través del lenguaje. Pero no es la única forma, ni la más útil en todas las ocasiones. Para mí lo más importante en una intervención, en este caso, a nivel Coaching (mejora de desempeño) es saber qué es exactamente lo que hace el coachee, para poder modificarlo. En cuanto a mejoras de desempeño, incluso a nivel de habilidades complejas, el modelo DBM desarrolla posibilidades muy útiles para este cometido. Si se investiga qué está pasando y se pueden probar además las posibles modificaciones y ver cuáles aportan más, mejor que mejor. Para ello no hay nada mejor que hacer uso de la experiencia real para investigarlo. Merece la pena de todas formas ir a la fuente: John McWhirter padre del modelo o a una explicación a través de Tim Ingarfield que aplica también el modelo DBM.
El artículo resume bien lo que es y no es el coaching y puede servir para tener una primera aproximación al tema.
Pero quisiera comentar algunos puntos que como todo, son debatibles:
– Efectivamente, como se comenta, el coach ayudará a su coachee a alcanzar los objetivos más rápidamente, mejorando los resultados y procesos, e incluso puede llegar a alcanzar objetivos que no se había planteado previamente o consideraba difícil de alcanzar. Pero nunca diría que el coachee «no sería capaz de alcanzarlos por si solo» porque si de alguna forma los alcanza (aun con la ayuda del coach) será porque de algún modo lo podría haber alcanzado sin ayuda, de otras formas, por otros caminos, en otro momento… Lo que me parece importante es resaltar que el foco está en la persona no en el coach y que éste solo ayuda a desvelar un potencial previamente existente (que potencialmente se hubiera descubierto de otro modo).
– Es la psicología que habla de la importancia del lenguaje para interpretar y construir la realidad. Y es el coaching que coge esta herramienta para su construcción metodológica.
Lo digo por no renunciar a la excelente herencia que tiene el coaching de mano de la psicología. Y no reducir ésta al mero estudio del pasado, ya que esta disciplina contempla todos los espectros temporales (pasado, presente y futuro).
– Así también habría que añadir que, al igual que la filosofía, la sociología, la psicología y el management aportan herramientas muy útiles para el coaching, también la pedagogía, aporta el elemento más clave e indiscutible de cómo la experiencia en forma de aprendizaje es el único motor del cambio. La pedagogia aporta la visión de cómo sólo con aprendizaje se pueden alcanzar objetivos. Y de cómo este aprendizaje tiene que ser experimental. Como muy bien apunta el artículo: «Aprendizaje es experiencia.»
Todo ello para seguir debatiendo si tienen más interés.
Muchas gracias por el artículo.
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