RRHH Digital. Mientras guardo belenes, abetos, juguetes, y recojo mesas auxiliares, devuelvo sillas a los vecinos, y prometo por enésima vez hacer dieta y comer verdura y fruta cada día… voy pensando y pensando y volviendo a pensar, cuál de todos los juguetes será con el que más jugarán los niños, cuál será aquél que acabará totalmente hecho una verdadera pena, del que no se desprenderán hasta pasado un par de temporadas, del que realmente sacarán más provecho…
Quizá, no sea el que más haya llamado la atención; o quizá sí, no lo sé. Quizá sea el que menos se esperaban. Posiblemente cada niño haya tenido su momento de descubrimiento particular y su juguete especial. Lo que sí es seguro, es que la magia del mismo y su función, habrán hecho que se unan por un largo tiempo.
Sólo la persona que haya sabido descubrir la necesidad que el niño tenía por ese juguete, habrá acertado.
A mí, la verdad, siempre me ha costado bastante este tema de los regalos. Por eso, me gusta pensar con antelación en cada persona, despacito, y no dejarlo para última hora. No pienso en lo que ya tienen, ni tampoco en lo que les falta, sino en lo que necesitan; es decir, en lo que les pueda aportar en su vida diaria, y al mismo tiempo que tenga cierto carácter de permanencia (que dure algo más lo que duren las pilas).
Además, me gusta pensar que les va a hacer ilusión, es decir, saber que les va a traer alegría y que van a disfrutar con ello.
Ahora que ya he terminado de recoger todo, ¡menos mal!, y que puedo ya sentarme a escribir mi artículo para el periódico, pienso que estaría muy bien poder ofrecer en este año 2011 a nuestros compañeros, colaboradores, responsables, clientes… en fin, para todas aquellas personas con las que compartimos nuestra vida profesional, un regalo especial, para facilitarles su quehacer cotidiano y que les acompañara en esta nueva travesía que ahora comienza.
Dicen los entendidos, que hay que continuar este viaje de manera firme, estando en la brecha, que imagino que significa, apostar fuerte por un trabajo profesional, abundante, a la carta y de calidad.
Intentar ofrecer un “regalo especial” a las personas con las que trabajamos, es parecido a lo que hacemos cuando buscamos un regalo para los “enanitos” en Reyes: Con cariño e ilusión.
Aunque todos somos diferentes, creo que cada uno de nosotros hemos podido ir comprobando que en cualquier entorno, puesto y sector laboral, una de las principales fuentes de motivación en el trabajo, es que las personas valoran ser escuchadas y que se las tenga en cuenta. En segundo lugar, estiman y aprecian la participación.
Que nos escuchen y escuchar, implica que podamos aportar nuestras ideas en los proyectos (parece que hablamos de comunicación), y que podamos participar implica que podamos aportar e intercambiar nuestro conocimiento y experiencia (parece que hablamos de trabajo en equipo).
El Regalo Especial que podríamos hacer para este año 2011 a todas las personas con las que compartimos nuestro día a día a nivel profesional, sería escucharles y comunicarnos con ellos con el propósito de saber qué OFRECERLES según sus NECESIDADES.
En segundo lugar, ser capaces de aceptar su participación y colaboración para trabajar en equipo y así enriquecernos juntos, y ofrecerles como REGALO ESPECIAL, nuestro APOYO y AYUDA, para lograr los objetivos comunes.
Yo creo que así ganamos todos, porque posiblemente aprenderíamos algo nuevo. Y además, si es con una sonrisa y con alegría, mejor.
Parece muy fácil, pero… mejor voy a coger papel y lápiz, para empezar a hacer mi lista de “Regalos especiales”.
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