Desde hace algo más de un año, la inteligencia artificial generativa ha irrumpido en nuestras vidas, transformando radicalmente nuestra comprensión del mercado laboral y alterando por completo nuestros procesos de trabajo.
En mi caso empezaré con una declaración de intenciones. Intentaré, en lo posible, no echar mano de ninguna ayuda ni soporte artificial para la redacción de este texto. Puede que sea la última vez que lo haga, así que trataré de disfrutar el momento.
Como profesional de RRHH especializado en el sector tecnológico desde hace más de una década, la IA ha sido un concepto muy presente en mi día a día estos últimos meses. Tengo incluso la suerte de disfrutar desde hace algunas semanas, de una licencia de Microsoft 365 Copilot (si tenéis ocasión, tenéis que probarlo…). Sin embargo, fuera de mi entorno laboral habitual, observo tres grupos de personas claramente diferenciados:
- Los entusiastas, como yo mismo, que no concebimos nuestro trabajo sin el uso de la IA.
- Los escépticos o quienes alegan estar demasiado ocupados para adentrarse en el tema y evaluar si les puede resultar útil en su rutina diaria.
- Por último, existe un grupo que ni siquiera es consciente de la existencia de la IA generativa y piensa que ChatGPT es una competición motociclista de la comunidad valenciana.
Comprendo los temores que puede suscitar la introducción de la IA en el mercado laboral, así como la incertidumbre sobre lo que nos deparará dentro de 4 o 5 años. Sin embargo, creo firmemente que la única manera de no quedarnos obsoletos es abrazar la IA y aprender a trabajar con ella de manera eficiente.
Cuando rememoro mis primeros años como becario en el departamento de recursos humanos de una empresa, me doy cuenta de lo mucho que ha cambiado el mundo desde entonces. Siento cierto alivio al no haber tenido que enfrentarme a este panorama actual desde el inicio. El 80% de las tareas que realizaba en mis primeros meses de trabajo y con los que empecé a aprender el oficio, podrían ser realizadas hoy por Copilot no solo de manera más rápida, sino también más eficaz y con niveles de calidad altos y consistentes.
Hace solo 2 años, al buscar un junior o becario para incorporarse al equipo, valoraba la capacidad de generar contenido de calidad a una velocidad razonable y organizar y clasificar información de manera eficiente. Estas habilidades siguen siendo válidas hoy en día, especialmente para discernir qué es adecuado y qué no. Sin embargo, me resultaría difícil incorporar a alguien a mi equipo que desconociera o no reconociera la utilidad de la IA generativa.
A aquellos que, como yo, han alcanzado cierta edad, pero que por el contrario sienten la tentación de decir aquello de: “estoy demasiado ocupado para investigar sobre esto de la IA ahora”, les diría: «Piénsalo de nuevo, campeón…». Opino que no debería haber un departamento de recursos humanos que no utilice la inteligencia artificial en la actualidad, porque te sitúa en desventaja competitiva frente a la mayoría de los departamentos de RRHH medianamente serios. Es importante considerar todo lo relacionado con la seguridad, especialmente en el manejo de información sensible. En este sentido, recomiendo precaución y la adopción de medidas adecuadas para proteger la privacidad y la integridad de los datos. Probablemente, la mejor opción sería contactar con una empresa de tecnología como Itequia o cualquier otra que te pueda orientar en este sentido.
No he querido en ningún caso convertir este artículo en el típico que promete “cómo aplicar chatGPT a tu departamento de RRHH” o “descubre como la IA puede transformar tus RRHH”. Creo que la IA tiene un importante componente de creatividad por parte de aquél que la usa. Puede que lo que es útil para mí, no tenga sentido para ti o que tú encuentres alguna utilidad sobre la que yo jamás habría pensado.
A grandes rasgos, puedo enumerar algunas de las utilidades que para mí son importantes actualmente:
- Entrevistas: Microsoft Copilot es capaz no solo de resumir y estructurar el contenido de una entrevista, sino también de ofrecer insights sobre la misma que quizás nosotros, como simples humanos, hemos pasado por alto. Puede incluso ofrecerte una recomendación argumentada (sorprendentemente bien argumentada) sobre la contratación o no de un candidato según el contenido de la entrevista.
- Redacción de ofertas: Reconozco que empiezo a ser lo que la generación Z denominaría un Boomer. A veces me cuesta redactar ofertas de trabajo con un lenguaje entusiasta, con emojis y lenguaje que resulte persuasivo para las nuevas generaciones. Copilot lo hace a las mil maravillas en un abrir y cerrar de ojos.
- Redacción de comunicados internos. Indica solo lo que esperas comunicar, así como el tono deseado y Copilot te redacta el mensaje ideal teniendo en cuenta un lenguaje inclusivo en todo momento.
- Gestión de correo electrónico: Todas las mañanas Copilot me ofrece un resumen de todos los correos electrónicos recibidos. Si lo deseo, puede resumir también correos electrónicos muy extensos indicando las ideas principales. También puede redactar respuestas o elaborar correos nuevos. Seamos sinceros, la IA todavía no sabe escribir de la misma forma natural que lo harías ti mismo, pero puede que descubráis que, al menos en el 60% de los casos, eso es bastante irrelevante.
- Buscar todo lo que se ha hablado en vuestro Microsoft Teams sobre una temática en particular desde el origen de los tiempos.
- Crear documentos como presentaciones de Power Point o documentos de texto a partir del contenido de otros documentos archivados en vuestra plataforma.
- Respecto a excel dejadme que os diga una cosa: Este es un gran día para todos aquellos que todavía no habéis aprendido a hacer una tabla dinámica 😉
- No quisiera abrir el melón de Power Automate, pero con unos conocimientos básicos y el poder de Copilot, podéis hacer maravillas con vuestros flujos de trabajo.
En resumen, las posibilidades son ilimitadas. Todos los días surge una nueva oportunidad de hacer nuestro trabajo mejor y más rápido. Si al igual que yo, estáis entre los entusiastas, espero que os hayáis sentido de algún modo identificados. Si, por el contrario, estáis en los grupos 2 o 3, os diría que no perdáis más el tiempo y os subáis al barco cuanto antes. Si necesitáis alguna orientación podéis escribirme y en la medida de lo posible yo o alguno de mis compañeros de Itequia ¡trataremos de echaros una mano!