Vemos ofertas de empleo que buscan el dominio experto de la función, pero pagan cacahuetes, y de ahí surgen los mal denominados Directores de Recursos Humanos, bien por falta de experiencia o bien por falta de dominio completo de todas las áreas que una dirección completa de recursos humanos debe dominar para poder proclamar que ostenta el título.
No puedes decirte director de recursos humanos si no sabes hacer una nómina, al igual que no debes decir que ocupas la posición si no eres capaz de dirigir el reclutamiento. Un director de recursos humanos completo debe dominar todas las áreas de actuación. Comenzando por tener la capacidad de interiorizar una comprensión profunda de todas las áreas funcionales de una empresa, ya que la gestión de recursos humanos está estrechamente vinculada a cada aspecto del negocio, desde la estrategia hasta la ejecución.
Continuamos debiendo tener claro que la legislación laboral es una parte integral de la gestión de recursos humanos. Un director completo debe ser capaz de interpretar y aplicar las leyes laborales y regulaciones pertinentes para garantizar el cumplimiento de la empresa, siendo capaz de establecer los básicos que el empleado requiere y la empresa necesita de forma eficiente, en cuanto a condiciones contractuales, jornada, licencias, permisos, vacaciones y ausencias, entre otros, de forma que se garantice la operativa, pero evitando riesgos legales y sanciones.
Otro punto, también igual de importante, es asegurar un reclutamiento eficiente, esencial para construir y mantener una fuerza laboral equilibrada con talento ya forjado, futuras estrellas y personal que reme. Por ello, el director de recursos humanos completo debe ser capaz de diseñar y ejecutar estrategias de reclutamiento efectivas, evaluando habilidades y competencias para garantizar la selección de candidatos idóneos para cubrir todas las áreas según niveles y perfiles necesitados.
Y continuamos con la gestión del talento, clave, también además de lo anterior y lo siguiente, para el éxito a largo plazo de una empresa. Esto incluye la identificación y desarrollo de habilidades, la gestión del rendimiento y la fidelización de talento clave. Un director completo debe liderar iniciativas que impulsen el crecimiento y esa tan ansiada y buscada por todos, fidelización del talento.
En todos sitios cuecen habas, es por ello que serán precisas las habilidades en resolución de conflictos y la gestión de relaciones laborales para mantener un entorno de trabajo en armonía, que no un lugar feliz. Un director de recursos humanos completo debe estar equipado para manejar disputas de manera justa y eficiente, fomentando relaciones positivas, creativas, constructivas, proactivas, imaginativas y predictivas en el lugar de trabajo, porque hasta los negocios más tradicionales han de reinventarse de forma continua si quieren seguir existiendo.
Lo cual nos lleva a hablar sobre el dominio de conseguir una cultura de adaptabilidad y gestión del cambio, ya que, en este entorno empresarial dinámico, la capacidad de adaptarse y liderar el cambio es fundamental. Un director de recursos humanos completo debe ser un agente de cambio, facilitando la implementación de nuevas políticas y prácticas para mantener la competitividad y la eficiencia.
Hemos hablado de la legislación y la normativa, y esto va también de la mano, conocer y dominar la gestión de beneficios y compensación marcará la diferencia para cumplir con una parte muy importante de la fidelización que tanto se desea. Un director completo debe ser capaz de diseñar y administrar programas de compensación y beneficios que sean competitivos, sin generar un riesgo económico para la empresa, y alineados con los objetivos organizacionales.
Por último, o tal vez no, conocer, dominar la tecnología y analítica en RRHH, ya que en estos momentos de la era digital, la tecnología y la analítica son «las herramientas» para la gestión de recursos humanos. Un director completo debe estar familiarizado con las últimas tecnologías y ser capaz de utilizar datos para informar decisiones estratégicas en el ámbito de recursos humanos.
No queremos hablar de versatilidad, queremos hablar de dominio integral para poder ostentar el cargo, y no ser un taburete cojo.