En plena cuenta atrás para el año nuevo, las empresas se apuran a revisar sus objetivos de negocio y principales números con el fin de prever el equipo humano que en 2024 se sumará a la pequeña o gran empresa. El último Boletín Trimestral de Empleo, entre otros estudios e informes analizados, augura un crecimiento del 2% en empleo, algo inferior al ejercicio actual, pero que no deja de ser una mensaje esperanzador para todos aquellos jóvenes, y no tan jóvenes, que aspiran a incorporarse al mercado laboral o bien apostar por un nuevo proyecto profesional.
Ser emprendedor en un Venture Builder ya no es un reto inalcanzable, es una realidad. Desde nuestro ecosistema, observamos que cada vez son más las personas que se mueven por los proyectos de nueva creación e innovadores en los que tiene cabida la creatividad,la tecnología o digitalización y la concienciación o valor humano. Lejos del riesgo que supone emprender en soledad, el Venture Builder te ofrece este acompañamiento necesario en términos de financiación, equipo y con una estructura profesionalizada. Desde el punto de vista de la Gestión de Talento ¿cómo debería ser el perfil de este nuevo talento emprendedor?
Innovador, creativo, con un diferencial alto en lo que se refiere al nivel educativo, con un plus añadido si atendemos a un perfil con estudios y experiencia internacional; un perfil 200% digital no sólo porque convive con las tecnologías sino porque las entiende y sabe optimizarlas para sacar el máximo de ellas en cada situación, personas con pasión por lo que hacen y con autonomía para liderar iniciativas, profesionales con más tolerancia al error, aversión al riesgo, disruptivos. Es muy interesante observar cómo cada vez son más las escuelas y universidades que tienden a formar a los jóvenes en este ángulo, y por ello en los últimos años detectamos profesionales que llegan a nosotros mucho mejor preparados en relación a estos valores que comentaba anteriormente y sobretodo en temas de planificación financiera y desarrollo de ideas de negocio.
Si profundizamos en el aspecto creativo. Cada vez son más buscados los perfiles de growth hacking. Profesionales con expertise que saben cómo hacer estrategias creativas, personas tecnológicas que más allá de su marca personal – criterio que se tenía en cuenta más hace unos años – tienen experiencia en generar contenidos diferenciales para empresas. Otro de los roles buscados es el No Code con espíritu también tecnológico, que no desarrollador, y emprendedor que sabe trabajar de forma ágil y flexible en capas inferiores y previas al lanzamiento de un proyecto. Cada vez son más habituales las necesidades dentro de los proyectos en un Venture Builder como Mutter y la agilidad con la que se pueden validar modelos con productos No Code.
En un ecosistema como éste el carácter resiliente de las personas que forman parte es vital para el buen funcionamiento del equipo. Cuando dependes de la inestabilidad de las inversiones y de la financiación externa, debes ser capaz de aceptar que la supervivencia de un proyecto no sólo depende de ti, pero a la vez, y de manera paradójica, sólo tú y tu manera de estar, sentir y trabajar en el proyecto y con los demás harán que éste sea un gran atractivo para los inversores.
El año 2024 presenta nuevas perspectivas de negocio y oportunidades de empleo en los Venture Builder, con proyectos de la industria creativa y el entretenimiento (gaming), Realidad Virtual y Aumentada, Web3 y tecnologías blockchain; así como sectores como el FinTech, BioTech y EdTech, dónde las herramientas digitales juegan un papel fundamental, sin olvidar, por supuesto, todas aquellas iniciativas con inteligencia artificial. Ser parte de estos proyectos abre oportunidades únicas y de crecimiento personal y/o profesional, como puede ser formar parte del nacimiento de una marca o servicio en el futuro. Existe la posibilidad de que estos proyectos evolucionen para convertirse en productos o servicios esenciales para grandes corporaciones, acelerando así su transformación digital, mejorando su competitividad y estimulando el crecimiento de sus negocios.
En definitiva, el candidato a emprendedor de proyectos de nueva creación está llamado a ser un agente de cambio, fomentando un universo de oportunidades innovadoras no solo en el presente, sino que también moldearán el futuro de la industria empresarial y tecnológica.
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