En el mundo actual de la gestión empresarial, la dirección estratégica de personas y Recursos Humanos se ha desviado en ciertos casos hacia un enfoque superficial. En lugar de centrarse en el bienestar auténtico de los empleados y sus necesidades, algunos profesionales de Recursos Humanos han caído en la trampa del «postureo corporativo». Es esencial recordar que la esencia de Recursos Humanos radica en las personas y en su desarrollo, no en la búsqueda de reconocimiento personal o en la apariencia.
Es imperativo que los profesionales de Recursos Humanos redescubran y abracen su auténtica vocación: cuidar, nutrir y empoderar a las personas dentro de las organizaciones. Este manifiesto nos llama a redescubrir nuestra auténtica vocación en Recursos Humanos. Debemos recordar que nuestro propósito es servir a las personas y a las organizaciones de las que formamos parte. Dejemos atrás el postureo corporativo y volvamos nuestra atención a lo que realmente importa: crear un ambiente laboral donde las personas prosperen. Cuando las personas son la prioridad, el éxito de la empresa sigue de manera natural. El futuro de Recursos Humanos debe ser auténtico, ético, centrado en las personas y enfocado en el valor aportado a las organizaciones.
Este manifiesto es la “llamada a la acción” para todos los profesionales de Recursos Humanos reclamen su lugar en el mundo de los negocios y las organizaciones.
I. Prioridad de las Personas: En el corazón de los Recursos Humanos siempre deben estar las personas. Hay que recuperar nuestra auténtica vocación, que es entender, apoyar y mejorar la vida de los empleados. Esto significa escuchar sus inquietudes, necesidades y expectativas, y trabajar activamente para satisfacerlas. Un empleado satisfecho y comprometido es la base de cualquier empresa exitosa.
II. Autenticidad sobre Apariencia: El «postureo corporativo» lleva a una falsa percepción de una empresa como un lugar ideal para trabajar. La autenticidad debe reemplazar la imagen construida artificialmente. En lugar de esforzarnos por proyectar una imagen de perfección, debemos abrazar nuestras imperfecciones y enfocarnos en el crecimiento y el aprendizaje continuo.
En lugar de enfocarnos en proyectar una imagen superficial de «la mejor empresa para trabajar», debemos priorizar la construcción de un ambiente laboral genuinamente positivo y saludable. La autenticidad debe ser la base de todas nuestras acciones.
Las organizaciones exitosas no se miden por la cantidad de premios o menciones recibidas, sino por la satisfacción, compromiso y crecimiento de sus empleados. Debemos dejar atrás el anhelo de la perfección corporativa y abrazar nuestras imperfecciones. Las empresas auténticas reconocen que el aprendizaje y la evolución son esenciales para el crecimiento a largo plazo.
III. Aportar Valor Empresarial: Los profesionales de Recursos Humanos deben recordar que su propósito es contribuir al éxito empresarial a largo plazo. Esto no se logra mediante la acumulación de elogios personales, sino al alinear las estrategias de recursos humanos con los objetivos y metas de la organización.
La dirección estratégica de Recursos Humanos no es sólo sobre la felicidad de los empleados, sino sobre la construcción de equipos competentes y comprometidos que impulsen el éxito empresarial a largo plazo y es la base para el crecimiento sostenible. Al centrarnos en las personas, contribuimos a un ambiente laboral productivo y saludable.
IV. Escuchar, Comprender y Actuar: Escuchar a los empleados y comprender sus necesidades es fundamental. Solo cuando conocemos sus inquietudes y aspiraciones podemos tomar medidas efectivas para mejorar su experiencia laboral. La comunicación bidireccional y la retroalimentación constante son esenciales.
Los empleados tienen voces que merecen ser escuchadas. La comunicación bidireccional y la retroalimentación constante son invaluables. Dejar de lado la burocracia y fomentar una cultura de diálogo genuino es esencial para satisfacer las necesidades y expectativas de las personas.
Desterremos de nuestra lista de preguntas “¿Cuánto hace que no escuchas a tus personas?
V. Liderar con el Ejemplo: Los profesionales de Recursos Humanos deben ser un modelo a seguir en términos de ética, autenticidad y empatía. El compromiso con la misión de servir a los empleados y a la empresa debe ser evidente en cada acción y decisión.
La ética y la empatía deben guiar nuestras acciones y decisiones. Nuestra responsabilidad es liderar con el ejemplo, mostrando un profundo respeto por los valores y las necesidades de las personas. Solo a través de un liderazgo ético y empático podemos inspirar un cambio positivo en nuestras organizaciones.
VI. El Valor en la Simplicidad: No necesitamos estrategias complicadas para crear un ambiente laboral positivo. Escuchar a nuestros empleados, comprender sus necesidades y tomar medidas significativas son las claves. No se trata de grandes gestos de generosidad, sino de acciones simples y consistentes que reflejan nuestro compromiso con el bienestar de las personas.
VII. Respeto hacía Recursos Humanos: Reivindicamos firmemente la importancia fundamental de nuestra función como un motor crucial en el éxito de las organizaciones. Nuestro rol no es secundario, ni complementario; es esencial y estratégico, estando al mismo nivel que el de otras áreas estratégicas. Al igual que otros departamentos, aportamos de manera significativa a la consecución de los objetivos de la empresa y al cumplimiento de su misión.
Entendemos que los CEOs, dueños y líderes de las empresas junto a Recursos Humanos somos responsables de la visión, estrategia y dirección general de la organización. En este sentido, compartimos el compromiso de garantizar que la fuerza laboral y el capital humano de la empresa estén alineados con esa visión y estrategia. Somos los guardianes de la cultura organizacional y los agentes que impulsan la productividad, la innovación y el crecimiento sostenible.
Llamamos a la colaboración, la comunicación abierta y la inversión en el desarrollo del personal de RRHH.
Conclusión: Es hora de que los profesionales de Recursos Humanos redescubran su verdadera vocación: empoderar a las personas para que sean su mejor versión en el lugar de trabajo. Debemos dejar atrás el «postureo corporativo» y concentrarnos en lo que realmente importa: el bienestar de los empleados y el éxito de la empresa. Este manifiesto nos recuerda que solo cuando las personas están en el centro de nuestros esfuerzos, podemos lograr una dirección estratégica de recursos humanos genuinamente valiosa.