Sesenta años han pasado entre que Viktor Frankl nos contará sus vivencias, pensamientos y reflexiones en el aclamado libro “El hombre en busca de sentido” y el famoso vuelo 1549 de US Airways que se vio forzado a amenizar en el rio Hudson en un frío 15 de enero. En el que uno de los pasajeros, Ric Elías, ha contado por todo el mundo cuales fueron sus pensamientos y aprendizajes en los casi dos minutos de caída del avión hacia lo que parecía una muerte más que probable.
Tanto Viktor Frankl como Ric Elías sobrevivieron a una situación vital descarnada y próxima a la muerte. Entre sus pensamientos y reflexiones existe un punto en común en torno a la necesidad de encontrar un propósito vital que dé sentido a la vida. Que nos permita elegir en cada momento la actitud adecuada para enfrentarnos a las dificultades del camino para poder saborear todas las “cosas” buenas que nos pasan en el día a día.
Esta reflexión, en torno al propósito, nos ha llevado a un grupo de apasionados en el liderazgo a madurar el concepto del “Líder con propósito” y que estamos fundamentado en las siguientes características. Los líderes con propósito son personas que:
- Son capaces de dar sentido al trabajo de todos los compañeros y alinear los propósitos individuales y personales con el propósito de la compañía, respetando las individualidades y las formas de “aproximarse” a las empresas de cada cual. Un líder con propósito tiene que ser un gran comunicador, con la capacidad de conectar con sus colaboradores para poder explicar una y otra vez lo importante que es el trabajo y la aportación individual de cada miembro del equipo para conseguir el propósito del grupo, del equipo y de la compañía. La única forma de poder conectar con los equipos desde nuestro punto de vista es mostrarse “vulnerable”, es decir tener la habilidad de situarte frente a tu equipo como alguien, que no es infalible, que se puede equivocar y que está dispuesto a pedir perdón y a escuchar de forma sincera.
- Son personas que no se conforman y no ponen excusas. Los líderes con propósito manifiestas siempre curiosidad por aprender, tratan de dar lo mejor de sí mismo y empujan constantemente a su equipo a mejorar, a replantear nuevas situaciones y soluciones y a cuestionar las verdades inmutables de los “sectores”, los famosos “esto aquí siempre ha sido así”. Son honestos desde “el dato”. Por tanto, son capaces de dominar y sacar ventaja de la gran cantidad de datos que manejamos para poder establecer acciones de mejora prácticas y libres de sesgos. Para ello, un líder con propósito es capaz de generar espacios psicológicamente seguros, dónde se premie el pensamiento crítico positivo y no se penalice el error. En definitiva, un líder con propósito ejerce una exigencia amable y honesta desde los datos y empuja a sus equipos a dar la mejor versión de sí mismo, en lo profesional y en lo personal.
- Por último, un líder con propósito es alguien que trabaja y vive con pasión. Por lo general los líderes con propósitos son capaces de generar ambientes de trabajo distendidos donde reine el buen humor. No sobreactúan cuando aparecen errores o situaciones a resolver y manejan de forma inteligente el sentido del humor para quitar hierro a situaciones enquistadas, triangular conversaciones difíciles o dar la vuelta a conflictos personales. Los lideres con propósitos son personas equilibradas que saben priorizar y distinguir lo que es realmente importante.
Son personas agradecidas, que dedican tiempo a reconocer esfuerzo de sus colaboradores y de sus compañeros. Los lideres con propósito son personas que tratan bien a la gente y que cuando se equivocan piden disculpas.
En resumen, el liderazgo con propósito va de conectar con los compañeros, y desde ahí, construir equipo y desarrollar personas. Agradeciendo, reconociendo y exigiendo a sí mismo y a sus compañeros a ser, cada día un poco mejor persona y un poco mejor profesional y siempre, con una sonrisa por delante.