La inteligencia artificial (IA) está experimentando un auge sin precedentes. Lo que antes parecía ser parte de un futuro lejano, ahora se ha convertido en un escenario real para las organizaciones. Desde la toma de decisiones empresariales hasta la atención médica o la conducción autónoma, la influencia de la IA está transformando radicalmente sectores enteros.
Ahora mismo se está definiendo el futuro de muchas compañías. Por eso, con el fin de analizar el estado de la IA en las organizaciones y conocer la percepción de los líderes empresariales respecto a sus posibilidades, en Workday han realizado una encuesta a 1.000 directivos de todo el mundo.
Los resultados confirman la necesidad evidente de invertir en este campo: el 80% de los encuestados está de acuerdo en que la IA y el machine learning (ML) son necesarios para mantener la competitividad de la empresa. No obstante, toda tecnología emergente trae consigo una serie de desafíos, obstáculos e incertidumbres, así como beneficios y oportunidades que los líderes empresariales han compartido con nosotros y me gustaría mencionar a continuación.
Menos inteligencia artificial y más inteligencia humana
Del estudio se desprende que los directivos están bastante seguros de que sus inversiones en IA aumentarán en los próximos años y que la tecnología traerá beneficios tangibles al negocio. Sin embargo, se desliza una advertencia: el 74% de los líderes de EMEA muestra preocupación respecto a la exactitud o fiabilidad de los datos que sustentan la información de su negocio. Entre otras incertidumbres, tampoco están seguros de si las personas de sus organizaciones cuentan con las skills necesarias para aprovechar el valor de la tecnología.
Otro punto de consenso entre los líderes de EMEA es que 9 de cada 10 directivos (94%) creen que las personas deberían formar parte de la toma de decisiones de IA y ML, en lugar de dejar que estas tecnologías lo hagan por sí mismas. En Workday apoyamos esta creencia: estamos convencidos de que la IA posee un gran potencial para impulsar el talento, la eficiencia y la productividad, y su verdadero valor añadido está dado por los alcances de la inteligencia humana. No se trata solamente de lo que la tecnología puede hacer por las organizaciones, sino de la correcta combinación de personas y tecnología.
En este sentido, nuestro enfoque hacia la IA y el ML posee un fuerte énfasis en la mejora de la experiencia humana y utiliza las capacidades de la tecnología para hacer que las personas sean más productivas, estén mejor informadas y puedan resolver los problemas de manera más rápida. Esta característica es una de la que nos distingue, altamente valorada por nuestros clientes: ninguno de los productos que desarrollamos en Workday pretende sustituir el trabajo de una persona, sino mejorarlo en sus procesos.
Presión de los líderes por invertir en IA y ML
Otro dato revelador es que el 68% de los líderes de EMEA se siente presionado por invertir en IA. Esta presión generalmente proviene de arriba, aunque observamos que la motivación de dicha presión varía según el área en la que se desempeñen dentro de la organización. Por ejemplo, la función de tecnología siente presión por respaldar la competitividad del negocio, la de recursos humanos busca mejorar la experiencia de los empleados y la de finanzas, acelerar los procesos financieros (que antes tardaban meses). Cada área de la organización posee objetivos de digitalización distintos y por eso es clave que, antes de invertir en IA, los líderes empresariales se mantengan alineados y planifiquen la forma en la que van a desplegar la tecnología.
El mayor desafío que me trasladan los directivos respecto a la IA es que no están seguros de por dónde empezar a aplicar la tecnología de manera integral en todos sus procesos. Es necesario que cada organización defina y siga su propio camino hacia la transformación, tomando como ejemplo aquellas organizaciones que han llevado a cabo la transformación con éxito, pero sin perder de vista su punto de partida, necesidades puntuales y objetivos específicos.
Por último, un punto clave que ayuda a garantizar el éxito y aprovechar todo el potencial de la IA, es evaluar la forma en la que la tecnología puede aportar valor al negocio y a las personas, tanto en la actualidad como en un futuro. Este enfoque contribuirá a que los líderes no sientan presión por aplicar IA, sino entusiasmo por el inmenso abanico de oportunidades que abre.