“Nuestro bienestar resulta de la combinación de la pasión por lo que hacemos cada día, la calidad de nuestras relaciones, la seguridad de nuestras finanzas, nuestra fortaleza física, y el orgullo que sentimos por nuestra contribución a la comunidad”. Esta definición de Gallup es de las que mejor definen el bienestar, basándose en los 5 pilares que lo definen: Salud, Social, Comunitario, Trayectoria y Financiero.
Desde mi punto de vista, implantar un plan de bienestar para los trabajadores de una organización es importante para cumplir con 3 objetivos clave:
- Crear una cultura empresarial basada en el bienestar de las personas, mediante una buena experiencia de empleado.
- Mejorar la imagen de marca de la empresa “employer branding”.
- Atraer y fidelizar el talento, haciendo que las personas se sientan cuidadas y valoradas.
En este momento es importante analizar cómo la empresa puede facilitar el bienestar de sus trabajadores, a través de cada una de las dimensiones del bienestar laboral.
Teniendo en cuenta el bienestar físico, en el cual incluimos la salud, la empresa puede facilitar entornos saludables como pueden ser el comedor o salas de descanso, servicios y eventos formativos, puntuales o recurrentes. En cuanto al bienestar social, las facilidades que la empresa puede ofrecer son flexibilidad horaria, servicios y programas de conciliación de la vida personal y profesional, espacios de networking, etc. En esta dimensión las posibilidades son numerosas.
Si tenemos en cuenta el bienestar profesional, la empresa procurará por la trayectoria de sus empleados a través de proporcionarles herramientas formativas específicas para su perfil y posición, acompañándoles en su plan de carrera profesional. El bienestar financiero es una de las dimensiones más complejas, pero a la vez con más opciones para beneficiar a los empleados. Entre estas opciones destacamos las retribuciones flexibles y variables, las plataformas de descuentos, contar con salarios adecuados, los planes de jubilación, etc.
Y finalmente, el bienestar comunitario se puede lograr apoyando acciones socialmente responsables y solidarias, con servicios que se puedan ofrecer a las familias como un seguro de salud, y básicamente aportando valor a la sociedad y a la comunidad.
Cuando la empresa quiere implantar el plan de bienestar y tiene diferentes sedes a nivel nacional o incluso internacional, puede encarar retos que se pueden superar con una buena estrategia de implementación del programa de bienestar:
- Ofrecer el mismo plan de bienestar a todas las sedes de la empresa.
- Ofrecer un plan personalizado a nivel local y a la vez global.
- Definir la importancia de los líderes y cómo les incluimos en este proyecto.
- Gestionar todos los servicios y acciones de bienestar desde un único canal.
- Centralizar la comunicación con los usuarios del plan de bienestar.
- Medir el impacto de los programas de bienestar a nivel local y global.
De todos estos puntos, cabe destacar la importancia de la implicación de los líderes en los proyectos de bienestar. Cuando éstos se involucran y promueven activamente el plan de bienestar en la organización, se consigue mayor participación de los empleados. Este dato lo extraemos de un estudio realizado por el organismo norteamericano HERO (Health Enhancement Research Organization) Scorecard, el cual ha sido diseñado para ayudar a las organizaciones a conocer las mejores prácticas para promover la salud y el bienestar en el lugar de trabajo, así como descubrir oportunidades para mejorar y medir el progreso a lo largo del tiempo. Este organismo ha sido desarrollado con la ayuda de autoridades líderes en salud y bienestar de la población, y su herramienta líder y referente en la industria puede ofrecer una evaluación instantánea sobre el programa de bienestar laboral, incluso comparándolo con otros que formen parte de la base de datos nacional Scorecard.
Llegados a este punto, la empresa necesita poner en marcha el plan de comunicación correctamente. Lo ideal es llevar a cabo un plan vivo y completo, estructurado en las siguientes fases:
- Lanzamiento: Decidir qué acciones comunicativas se van a realizar (canal interno, eventos, reuniones, etc.) para tener el impacto deseado con el plan de bienestar.
- Inscripciones: Cuando las personas deciden unirse al plan se inscriben, pero hay que tener en cuenta todas las acciones derivadas como los recordatorios y las encuestas de satisfacción.
- Recordatorios: Es importante decidir qué canales se van a utilizar para hacer llegar la información de las acciones que se llevarán a cabo.
- Indicadores: Es el momento de comunicar qué indicadores proporcionarán la información sobre la eficacia del plan de bienestar.
La campaña de comunicación es muy importante para garantizar la participación y así conseguir el mayor impacto posible del plan de bienestar en las personas de la organización. Para asegurar el éxito de la campaña es importante cuidar el diseño de la misma. Como si se tratara de una campaña de publicidad real, es básico escoger un buen mensaje, y trabajar la creatividad. La comunicación debe ser sencilla, fácil de entender, basada en mensajes cortos que ayuden a las personas a entender el mensaje y que lleguen con más facilidad. Estas son las principales herramientas para desarrollar una campaña efectiva que logre cercanía con las personas e implicación con el plan de bienestar.
El paso siguiente dentro del plan de comunicación es la elección de los canales de difusión por los cuales se va a hacer llegar toda la información a los empleados. Hay que tener en cuenta los perfiles de los trabajadores, sus horarios y cómo están acostumbrados a recibir las comunicaciones corporativas. A menudo suelen ser canales internos como intranet, e-mail corporativo o tablones de anuncios, pero cada vez más las empresas subcontratan el servicio de comunicación del plan de bienestar que se lleva a cabo a través de plataformas externas. Estas se pueden personalizar con la imagen corporativa, y son un canal perfecto para llegar a los trabajadores de manera homogénea. A través de la plataforma se puede también realizar la implementación y la dinamización del programa de bienestar, asegurando una comunicación en constante evolución.
No hay que olvidar llevar a cabo un seguimiento exhaustivo, ya que éste puede mejorar la adherencia y asegurar el buen funcionamiento del plan de bienestar, manteniendo el interés a base de acciones.
Una vez se ha llevado a cabo el plan de bienestar llega la fase de medición, donde podremos comprobar la eficacia del plan de bienestar y el seguimiento que ha tenido a lo largo del camino. Así se puede ver qué funciona, lo que no funciona, si ha tenido la acogida esperada, qué partes se pueden mejorar o cambiar, etc. En esta fase se hace entrega de un informe especialmente diseñado para cada organización con los datos de participación de los trabajadores y el resultado global del plan de bienestar.
Como conclusión, podemos resumir los puntos indispensables para obtener una buena comunicación e implementación del plan de bienestar en 5:
- Comunicación sencilla, fácil de entender y directa
- Elección adecuada de los canales de comunicación
- Tener un plan de comunicación claro
- Implementación, dinamización y seguimiento del programa de bienestar
- Medición de la adherencia y la satisfacción de los empleados
Teniendo en cuenta estos cinco puntos nos aseguraremos de llevar a cabo una estrategia de comunicación del proyecto de bienestar que nos aporte el éxito necesario para saber que estamos mejorando la calidad de vida de las personas de la organización.