RRHH Digital. …Sí, porque a veces es mejor esperar un poquito, y pararnos a reflexionar entre todos. Y lanzarnos nuestras dudas, y preguntarnos unos a otros, y hacer sugerencias… Para así poder encontrar la solución adecuada a la cuestión que nos está planteando el proyecto actual, la situación de un departamento concreto, un colaborador, un compañero, un cliente…
¡¡Ay aquellas tertulias de los cafés que nos contaban nuestros abuelos!! Digo yo que por algo se intentaría con tanta vehemencia entrar a formar parte de ellas, y tanto prestigio daba ser miembro de su círculo, ¿no? Esos cafés antiguos, en los que la sabiduría consistía no tanto en exponer, sino en escuchar… Esas fotos en blanco y negro que vemos hoy en sus paredes muestran esos momentos de “común unión”, de verdaderos foros de intercambio.
En nuestras empresas éste es el primer paso. Hablar, poner sobre la mesa, lo que nos pueda estar preocupando o inquietando, para que así, entre todos, podamos aportar nuestras ideas, y diferentes alternativas que ayuden a encontrar posibles vías de solución o nuevos puntos de vista a la situación-problema.
El segundo paso, consistirá en un trabajo más individual, en ir re-elaborando con las aportaciones que nuestro equipo y compañeros nos han ofrecido, y con las que posiblemente no contábamos, el asunto que nos ocupaba. Seguramente ha habido alguna idea, o quizá un nuevo enfoque que nos ayudará a dar un pequeño giro al tema, y también a nosotros mismos. Porque muchas veces, somos nosotros también, los que tenemos que movernos para ver el problema desde otra posición, y nuestros compañeros, si somos capaces de pedirles ayuda, nos facilitarán la labor.
Pero ANTES del primer paso, (comunicarnos con nuestros compañeros o equipo), y del segundo, (reelaborar de forma individual nuestro proyecto), se encuentra la fase más importante, sin la cual es imposible llegar a las dos anteriores:
¿Cómo podemos crear un equipo de forma adecuada?
Además de solicitar ayuda cuando lo estimemos necesario, se crea equipo, ofreciéndola sin que nos la soliciten y para ello hay que OBSERVAR. Ayudar a nuestros compañeros en lo que sepamos y como sepamos; quizás algunas veces sólo se trata de animarle, o tomar un café. Especial mención en este punto a las personas nuevas que se incorporan a los equipos.
Sería aconsejable retomar la buena costumbre de dar las gracias. Probad.
Si formamos parte de un grupo, hay que compartir nuestro conocimiento, ponerlo a disposición de los demás, porque así nos enriquecemos todos, es la única forma de crecer y avanzar.
¡Tenemos que felicitar al compañero cuando consigue un éxito! En público suena muy bien. Cuesta tanto trabajo alcanzar un logro… Y si es nuestro, la humildad es ALGO GRANDE.
Reconocer nuestros errores en público (o en privado), es un gran beneficio para la salud empresarial. Y ¡vamos!, a re-comenzar y rectificar! Tenemos una verdadera ocasión de mejora.
Y si tenemos que reorientar a alguien en cuanto a su forma de trabajar, siempre en privado y ofreciendo nuestra conversación como una oportunidad para aprender y mejorar. Puede ser que la persona no tuviera la información suficiente, o que otras variables estuvieran incidiendo en la situación. Pero incluso si la persona hubiera influido en el resultado de forma negativa, nuestra misión como gestores de personas es resolver la situación de una forma provechosa para todos.
Establecer reuniones de forma habitual para que todas las personas del equipo estén informadas de los proyectos. Compartir y comunicar, no sólo crea sentido de “unidad”, sino que permite que todas las personas conozcan los proyectos y puedan aportar ideas a los mismos, y que todos estén en disposición de poder responder ante una situación de reorganización de proyectos y tareas.
También se crea equipo fuera del lugar de trabajo. Eso sí, de forma voluntaria. Se pueden descubrir aspectos diferentes del compañero que pueden sorprenderte. Y esta faceta va a hacer, quizás, que compartáis el espacio de trabajo de forma distinta.
Y por supuesto, riendo, riendo mucho. El sentido del humor es muy importante. Esas empresas “tan serias”, en las que se confunde productividad con “silencio absoluto”… en fin, me dan mucho que pensar.
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Si todos estamos en el mismo BARCO, y no queremos que se hunda, tendremos que REMAR de común acuerdo mirando en la misma dirección. Cada remo es la herramienta que tenemos para conseguirlo: pedir, ofrecer, compartir, reconocer (aciertos y errores), felicitar, ser humildes, reorientar, comunicar, conocerse, reír…
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