RRHH Digital. INGREDIENTES:
Una buena dosis de planificación.
Mucha constancia.
Abundantes pizcas de colaboración.
Y… ¡un buen chorreón de optimismo y alegría!
(Puede servir también para las metas personales… prueba a ver… ).
¡Qué difícil es comenzar algo! Sobre todo si tienes un montón más de proyectos sobre la mesa, o acabas de venir de vacaciones, o es lunes, o te encuentras en un momento complicado de tu vida profesional o personal, ¡o ambas! Y si además has cambiado de puesto, de área, de empresa, de ciudad, ¡o de país! …
Cada uno de nosotros se enfrentará a la nueva tarea de distinta manera. Influirá, y mucho, el momento profesional y personal en el que la persona se encuentre. Posiblemente la tendencia natural será “buscar” en el “archivo neuronal”, las herramientas, recursos y estrategias utilizadas anteriormente, y todo aquello que le pueda servir para afrontar la nueva situación o tarea.
Pero, ¿cuál es el camino más adecuado para llegar a nuestra meta? ¿Por dónde empezar?
Lo primero de todo y más recomendable, es sentir alegría. Y difundirla. Siempre, la actitud que mostremos ante cualquier circunstancia, nos va a facilitar o entorpecer el logro de nuestros objetivos. Lo segundo, es pararnos a reflexionar de forma serena para planificar cómo vamos a enfrentarnos a la tarea que tenemos que llevar a cabo. Invertir un poco de tiempo para conocer muy bien cuál es en realidad la clave de la situación que nos han planteado, y cuáles son los medios y los recursos que necesitamos para conseguir nuestra meta, así como los tiempos que disponemos para alcanzarla.
¡Por fin! Ya está. Ya podemos comenzar. Pero, ¿vamos a poder hacerlo nosotros solos?
¡Ay! ¡Qué poco acostumbrados estamos a trabajar junto a otras personas, en conjunto, colaborando, formando de verdad un equipo!
Dicen que la unión hace la fuerza. Trabajar en equipo es hacer cada uno lo que mejor sabe hacer, mirando siempre hacia el objetivo, y de paso ir enseñando poquito a poco a hacer las cosas al que no sabe cómo hacerlas. También es saber pedir ayudar. Y también pedir disculpas. Y también es dar las gracias. Y también es felicitar y premiar al que lo ha hecho bien. Y “reorientar” con cariño al compañero o colaborador cuando es necesario.
¡Uff! Cuántas cosas es el trabajo en equipo. ¡Pero cuántas ventajas nos trae si lo ponemos en práctica!
Pero parece que nos han enseñado (o hemos aprendido) que hay que trabajar de forma individual. ¡Con lo divertido que es compartir! Aunque sí, ya lo sé, hay algunas personas que pueden hacer un mal uso del trabajo en equipo. Pero esto siempre ocurre en cualquier actividad.
Y una vez comenzada la tarea y el proyecto… ¡A REMAR DE FORMA INCANSABLE HACIA NUESTRA META!
Constancia, constancia y constancia. Ahí está la clave. Claro que es duro, pero son los corredores de fondo los más poderosos. Los que trabajan en la sombra son los que llegan. No le quito mérito a los brillantes, no. Pero el tesón y la paciencia, son dos instrumentos en los que nos tenemos que apoyar siempre.
Como casi con toda probabilidad nos cansaremos durante la travesía, habrá que introducir siempre la risa, y el buen humor y crear buen ambiente; y descansar, darse algún respiro; tomar “aire fresco” y… ¡a seguir remando!
Seguro que si cada uno de nosotros se para a reflexionar, llegará a la conclusión de que cada uno de nuestros logros los hemos ido alcanzado gracias al esfuerzo propio; pero sin duda, sin el apoyo y ánimo de la familia, amigos y compañeros, y sin una buena dosis de alegría y optimismo en los peores momentos, no lo hubiéramos conseguido.
Me enseñaron, quiero decir, observé y aprendí, que a pesar de las dificultades del día a día, lo que te mantiene unido y hace que sigas adelante y consigas las cosas, es algo tan sencillo como la constancia, la colaboración y la alegría.
Hoy en día, en nuestras organizaciones me parece “escuchar poco” estos tres valores. Quizá cada uno les denomine de otra manera: competencias, comportamientos a desarrollar, capacidades, actitudes…
Sólo sé que me gustaría seguir “oyéndolos” y “viviéndolos”, porque así es como avanzan y crecen las empresas y las personas (todas), que en definitiva son las que hacen que tengan sentido las organizaciones.
Si no es así, creo que finalmente se nos quemará el arroz…
(Repasar la receta del principio)
2 comentarios en «¿Cómo puedo alcanzar mis metas profesionales?»
Gracias por tu artículo, Inma. Efectivamente, a veces las «recetas» están llenas de pasos, técnicas, competencias, habilidades,… ¡pero hace falta sentirse capaz! Y la alegría y la aceptación son las dos emociones más capacitantes que existen, llevándonos a la confianza para alcanzar aquello que queremos, a compartir, a colaborar, y al optimismo. Con estas emociones, la voluntad y la constancia ¡se multiplican! Y también así sus efectos. Fuente: Isabel Aranda, autora del concepto «Emociones Capacitantes», http://tbc-aranda.blogspot.com
el problema que yo tengo es mas de presentacion en publico como el examen de grado que no e podido superar ese miedo que tengo a explicar lo que yo se como puedo lograr esa meta?
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