Independientemente del obvio interés que el Sr. Fernández Ramos tiene por el objeto de su empresa, no es menos cierto que tiene toda la razón del mundo en su planteamiento. Muchos de los problemas que está atravesando España, desde hace unos años, son producto de una pésima cultura de los beneficios que la formación aporta al mundo laboral, a pesar de lo mucho que se ha mejorado en ello y los beneficios, a modo de subvención, que se pueden conseguir por parte de las empresas y los trabajadores.
Pero, para nuestra desgracia, muchas veces la formación no sólo no está bien vista en la empresa, sino que se considera una pérdida de tiempo por muchos empresarios que no quieren que sus empleados, «pierdan el tiempo» en cursitos que no aportan nada.
Y mientras piensen así, el Presidente del Gobierno se va a preocupar de otras cuestiones mayores, o menos según se mire.
Entre otras, de presidir, temporalment, Europa, que no es mala tarea.
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