La Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres es el gran desafío del siglo XXI, este reto afecta entre otros al mundo empresarial. No podemos olvidar el número de horas que las personas invierten en su vida laboral, ni las posibilidades que ésta le puede ofrecer para disfrutar de su vida familiar y personal, por lo tanto, introducir la Igualdad de Oportunidades en las empresas se ha convertido en una apuesta de futuro y una estrategia de mejora en general.
El situar unas empresas por delante del resto, parte de su capacidad de ser pioneras y competitivas, y para ello las empresas no puede ser rígidas deben tener la capacidad de evolucionar, de cambiar de acuerdo con las necesidades del mercado y esto lo consiguen gracias a la implicación cada vez mayor de los trabajadores y trabajadoras que las integran.
Esta estrategia se basa en cuidar en las empresas a su principal recurso: su capital humano, sus trabajadores y trabajadoras, conscientes de que los beneficios que obtendrá al respecto pasan por:
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Retención del Talento y captación de recursos humanos: la retribución ha dejado de ser el elemento principal a tener en cuenta a la hora de seleccionar un puesto o mantenerte dentro de una empresa, se tienen en cuenta otras condiciones como la flexibilidad, las medidas de Conciliación de la vida laboral, familiar y personal, las posibilidades de promoción profesional, formación, buen clima laboral,…
- Mejora su productividad y competitividad: El talento femenino no rivaliza con el talento masculino, sino que se complementa perfectamente conformando equipos de trabajo cada vez más completos y competitivos. Contar con el talento femenino es apostar por la modernización, la productividad y el liderazgo.
Los cambios fundamentales que deben introducir las empresas para obtener estos beneficios son:
- Largas y rígidas jornadas laborales por flexibilidad de horarios y turnos racionales
- Incompatibilidad de la vida laboral con la personal y familiar por Medidas de Conciliación de la vida laboral, familiar y personal
- Trabajo Presencial por Trabajo por Objetivos
En conclusión, la empresa moderna tiene que cambiar su modelo organizativo para ajustarlo al nuevo modelo de sociedad donde el conocimiento, la flexibilidad y el capital humano marcan la diferencia: trabajador y la trabajadora dejan de ser asalariados para ser el objetivo fundamental del proceso productivo y sus decisiones e ideas son tomadas en cuenta.
1 comentario en «La Empresa del Siglo XXI»
Bueno, ojalá lleguen enseguida la igualdad de oportunidades y los cambios que formula Magdalena, donde no hayan llegado todavía. Pero, en lo referido al trabajo en general, tenemos el gran reto de reducir/evitar el paro, de modo que todos, hombres y mujeres, tengan trabajo si lo desean, y esté debidamente remunerado. En la empresa del siglo XXI no debería haber espacio para la impudicia de ejecutivos que se asignan sueldos tan desorbitados, ni para la corrupción de las comisiones millonarias que estamos conociendo.
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