Workaholic es una adicción. Según McNamara (2004) es la ilusión, y las conductas destructivas asociadas causadas por esa ilusión, de que una persona puede enfrentarse de forma efectiva a los retos de la vida y del trabajo, enfocándose exclusivamente en trabajar duro.
En el capítulo anterior revisamos cómo se constituye el problema y las consecuencias personales – para el individuo y su entorno personal – y empresariales.
La solución
Si has llegado a la conclusión, o la sospecha, de que tienes este problema puedes elegir realizar este proceso de 5 etapas:
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Admite que tienes un problema. Aceptación es la llave que te abre la puerta de las soluciones. Algunas personas retrasan su recuperación porque no cumplen esta etapa. Es cierto que para algunos es difícil porque no son conscientes de su problema. Así que habla de ello con las personas que te quieren: familiares y amigos. Pide feedback a los compañeros de trabajo en los que más confíes. Y relájate, no estás sólo. Te vas a recuperar.
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Comprométete al cambio. Toma la decisión irrevocable de hacer lo que sea necesario para conseguirlo. Abandona actitudes victimistas y creencias limitadoras, y sustitúyelas por otras de responsabilidad y de poder.
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Consigue ayuda. Realizar en solitario el cambio de paradigma anterior no es sencillo para el workaholic. Existen varios recursos que pueden asistirte en tu proceso de cambio. Uno de ellos es WA, echa un vistazo a su web. Otro es acudir a un coach ejecutivo, preferiblemente con experiencia en productividad personal. Si en su opinión tu caso fuera severo te derivará a un psicólogo. También puedes consultar con tus compañeros de RRHH.
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Establece objetivos en el resto de ámbitos de tu vida personal. La forma más efectiva de volver a involucrarte en esos ámbitos es disponer de objetivos (SMART), desarrollando las estrategias y Acciones precisas para alcanzarlos. Tu agenda recogerá esas Acciones, junto con las laborales. Esto se realiza de forma análoga a la que utilizas en tu ámbito laboral. El coach puede resultarte de gran ayuda en su establecimiento, diseño y ejecución.
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Encuentra modelos de lo que quieres conseguir. Identifica personas de tu entorno laboral y personal que posean el perfil y estilo de vida que quieres conseguir. Obsérvalas y pon en práctica sus comportamientos y actitudes. Si te parece conveniente comparte tu problema con ellas y pídeles ayuda para implantar lo anterior.
Conclusión
No siempre tu empresa es responsable de tu problema de workaholic. Y en cualquier caso, una vez que lo diagnosticas y aceptas el problema te pertenece. Por tanto asume tu responsabilidad e inicia el proceso de 5 etapas anterior.
Este problema se presenta con distintas intensidades y severidad. Su principal dificultad es, justamente, diagnosticarlo. Muchos de los que lo padecen no lo admiten porque no son conscientes (en esto se asemeja al alcoholismo y otras adicciones). Igualmente creen que controlan su situación y que serán capaces de aminorar el ritmo cuando así lo decidan.
Y, sobre todo, no olvides que te vas a recuperar. El workaholismo tiene solución.
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