Si nos preguntáramos cuál ha sido la tendencia general de las inversiones en tecnologías de la información y comunicación durante periodos de recesión económica, probablemente la mayoría de nosotros pensaríamos que desde hace ya algunas décadas se trata de un sector en alza e imparable.
Aunque parece difícil ir en contra de esta percepción, el hecho es que no siempre ha sido así. Leyendo un artículo de McKinsey sobre las tendencias de algunas industrias en periodos de crisis económica, históricamente las inversiones en TIC han caído más de lo que lo hacía el Producto Interior Bruto, según un estudio realizado sobre 50 países y analizando datos de los últimos 13 años. Concretamente las caídas venían siendo entre 5 y 7 veces la caída del PIB, llegando a 9 veces en el caso del hardware.
La mayor caída en el sector se produjo en la crisis de 2001, debido principalmente a que las inversiones en tecnologías de la información realizadas durante los últimos años de la década de los 90 habían alcanzado niveles históricos, principalmente dirigidas a prevenir el llamado efecto 2000.
Los resultados nefastos de aquella forma de gestionar las inversiones, centrada en el corto plazo, en este caso en el hito del año 2000, sirvieron para que muchas compañías aprendieran a gestionar la tecnología de un modo más eficiente. Y así, los datos de 2007, año en el que se inició la actual crisis económica, nos indican que las inversiones en TI apenas habían caído y seguían manteniéndose en los niveles cercanos al promedio de los últimos 10 años.
Todavía habrá que analizar los datos de 2009 y 2010 para obtener conclusiones, pero los expertos coinciden en que no ocurrirá lo mismo que en 2001. De momento, 2009 está siendo un año muy duro para las empresas del sector TIC, muchas compañías están intentando reducir su gasto en tecnología de forma inmediata y eso no es fácil de digerir en un único ejercicio. La cuestión es que cada vez son más las inversiones que siguen siendo de máxima prioridad, incluso en tiempos de crisis, y por tanto se convierten en partidas innegociables.
¿Podríamos establecer alguna analogía con el sector de RRHH?
Si miramos con detenimiento lo que ha ocurrido en la mayoría de las organizaciones durante 2009 con respecto a las inversiones en políticas de gestión de personas, podríamos pensar que estamos en el año 2001 de las TI. Durante 2007 y 2008 posiblemente se cometieron algunos excesos, que sirvieron para crear unas expectativas enormes sobre la gestión del talento, ante el negocio y ante las personas. Muchas de esas expectativas han quedado en nada puesto que ante un momento difícil como este, la respuesta de muchas organizaciones ha sido la de cortar drásticamente las inversiones en la formación y el desarrollo de su capital humano.
No he encontrado ningún estudio sobre la industria de RRHH similar al de McKinsey sobre TI, y por tanto mi opinión no está sustentada en datos, tan sólo es eso, una opinión.
3 comentarios en «Tecnologías de la Información: Tendencias durante los periodos de crisis»
Bueno, quizá al hablar de «recursos humanos» sí que se apunta a la empresa como inversora en su formación-desarrollo; pero en cultivar nuestro «capital humano», quizá seamos cada uno de nosotros los más interesados, ya lo invirtamos plena, o sólo parcialmente, en la empresa que nos contrata. Creo que la cosa es compleja, pero a veces los trabajadores o directivos han de subordinar sus conocimientos y profesionalidad a las instrucciones recibidas de la jerarquía. Sí, temo que la cosa es muy compleja y que algunas empresas (todavía en el XXI) contratan más la obediencia que la inteligencia de sus personas. No lo digo tratando de generalizar, pero sí me apetecía formular este comentario al oportuno texto de Alberto.
José, gracias por tu comentario. Efectivamente con la contracción tan fuerte que vivimos, muchas empresas prefieren obediencia y cerrar filas, antes que apostar por verdadero talento. Que pase pronto.
¡Qué difícil resulta gestionar en tiempos de crisis! Como se comenta en el artículo se gestiona a corto debido a las circunstancias actuales. Aquellos afortunados que hayan podido trabajar a medio y largo plazo recibirán su premio en el futuro, a través de unas ventajas competitivas que posiblemente sean determinantes. El problema en algunos sectores es poder demostrarlo numéricamente. Gracias, Alberto, muy interesante.
Los comentarios están cerrados.