Se supone que alguien que ha ocupado un cargo de tanta responsabilidad como el que ocupó D. Carlos, no puede hablar de una manera tan ligera y superficial de un problema que, para su desgracia, acucia a miles de españoles, por no decir millones.
Además, ¿qué sabrá él de cómo están los parados? ¿Es que en su familia tiene muchos? ¿Es que es uno de los afectados y su pensión de ex ministro no le llega para todos sus gastos mensuales?
Suponemos que no. Por eso, no estaría de más que midiera sus palabras, que tuviese en cuanta que no todo el mundo está en el paro por voluntad propia y que, como ex ministro, sea más responsable en sus declaraciones.
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