Es curioso como el refranero español es rico y sabio en sus acepciones, y como, para casi todas las circunstancias, momentos y coyunturas de este ajetreado mundo que nos ha tocado vivir, ya sea laboral o personal, tiene el refrán adecuado y la sentencia justa, y por ello recordar el que dice «de bien nacidos es ser agradecidos» no viene mal de vez en cuando.
Que el sector de la consultoría de los recursos humanos no está pasando su mejor momento es algo que no se le escapa a nadie, por eso, que un Consejero Delegado dimita, se vaya y acepte resignado que su posición en la compañía es lo menos necesario para el futuro de la misma es algo loable y que mucho dice de la persona que, vista la situación, decide irse, no hacer ruido y agradecer lo recibido durante años.
Muchos deberían aprender y recordar que la dignidad, el honor y la honradez se llevan en los comportamientos y en las actuaciones y que no se debe robar aquello que es de otros y que ha costado tanto crear, entre otras cosas, cuando aún ni se ha pagado la principal deuda que se tiene con quien te ha puesto en el lugar que, aún siendo grande para algunos, es elevado en categoría y reconocimiento.
Pero es que de desagradecidos está el mundo lleno, por eso, actitudes como las de Henry Saint Minfer son loables.
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