Tachar de fanático, locuaz y vanidoso al gobernador del Banco de España por advertir del “rápido deterioro» de las cuentas de la Seguridad Social y de la posible necesidad de retrasar la edad de jubilación es significativo de la condición de este individuo.
Pero no se queda ahí este osado estratega laboral y económico, sino que recomienda a su jefe Zapatero que le diga «algo» al gobernador, pues «los golpes más fuertes a la credibilidad de la economía española están viniendo de una institución oficial como es el Banco de España».
Deflación, gasto público desmesurado, ampliación del subsidio de paro, 3,6 millones de parados oficiales, más de cuatro oficiosos… y este acomodado sindicalista, mudo en todo ello, se permite hablar de credibilidad de la economía española.
Con lo fácil que es seguir tan callado como siempre.
Ni con un millón de cursos de finanzas, economía y seguridad social se podrían poner al nivel del gobernador ni el propio Méndez, ni Toxo, ni Corbacho, aunque en este caso estemos más ante una cuestión de cruda realidad que de mera política.
Por cierto, AFI y AGETT han dicho prácticamente lo mismo que el gobernador del Banco de España. ¿Serán por ello tan locuaces, vanidosos y fanáticos como Fernández Ordóñez?
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