Existe una creencia generalizada de que en tiempos de crisis económica el empleo es uno de los principales afectados y la creación de trabajo se ve reducida sensiblemente. Sin embargo, la Historia nos demuestra que incluso en tiempos de recesión económica la creación de puestos de trabajo no desciende drásticamente. Basándonos en datos históricos y tendencias demográficas, se puede comprobar que las organizaciones no se conforman ante una situación económica adversa ni ponen freno en los presupuestos en momentos en que los mercados en expansión entran en declive.
El talento como clave en la estrategia empresarial
Hoy en día, los departamentos de Recursos Humanos aprecian, y son cada vez más conscientes de ello, el valor que aporta a la compañía el éxito de estrategias y prácticas de gestión del talento, pasando éstas a tener una mayor relevancia que objetivos tradicionales como han sido siempre la gestión del coste laboral y de administración.
La gestión del talento afecta a un ciclo completo que abarca la selección, la subida a bordo, la movilidad interna, la gestión de metas y de ejecuciones, los planes de carrera y de sucesión, el aprendizaje y la compensación. El éxito de dichas estrategias de gestión del talento resulta estratégico en un clima económico adverso como el actual, y es una importante clave del desarrollo de negocio, ya que aporta beneficios en cuanto a reducción de costes y aumento de productividad. Por ello, llegamos a la conclusión de que el retorno de la gestión de talento no se limita a los beneficios derivados durante un clima económico en expansión, sino que la gestión del talento tiene el poder de impulsar el ritmo de la organización en todos los climas de negocio.
En cuanto a los diferentes climas económicos, éstos pueden no seguir las mismas pautas de crecimiento global de los negocios, pero sí es cierto que contribuyen a la creación de trabajo y requieren la gestión del talento para guiar el proceso de contratación y posterior desempeño del trabajo. Cabe destacar que, a pesar de estar en una situación económica adversa, manifestada por indicadores como la disminución de la creación neta del trabajo o el aumento del desempleo, es un hecho irrefutable que las compañías continúan contratando incluso en momentos de crisis. La creación neta de trabajo puede ser nula o negativa, pero sí que existe un aumento en la creación de trabajo bruto, ya que la mano de obra se desplaza de los sectores más afectados por la crisis a aquellos que todavía experimentan un crecimiento.
Para muchas organizaciones, una economía en recesión podría dar lugar a políticas de reducciones de personal, así como a una congelación de nuevos contratos. Pero los pasados cambios económicos han sido aprovechados por otras muchas compañías para estimular el crecimiento en nuevas operaciones de negocio o para capitalizar el aumento de oportunidades. De hecho, hay razones de peso por las que éste puede ser el momento óptimo para explorar nuevas oportunidades. Una recesión económica también presenta la oportunidad para mejorar la fortaleza global del talento.
Fluctuaciones en los puestos de trabajo
Incluso ante las peores perspectivas en el ritmo de contratación, existen fuertes condiciones económicas, sociales, financieras y políticas que impulsan los cambios necesarios para optar a los puestos de trabajo disponibles. Así, hay sectores que están creciendo, como el de los servicios, y otros que están experimentando una crisis evidente, como el financiero o la construcción. En este sentido, y en lo que a gestión del talento se refiere, las compañías deberán prestar especial atención para gestionar adecuadamente los recursos de sus empleados en sectores como la banca, los seguros o la energía, donde será más notable la falta de personal cualificado.
En momentos de crisis, las TI también juegan un papel importante a la hora de gestionar el talento, y, más concretamente, la selección de personal. En una economía en recesión, como la que nos encontramos en España en este momento, las empresas reciben diariamente cientos de curriculums solicitando un puesto vacante. La adopción de Internet y de las webs corporativas como principal herramienta para ofrecer y solicitar empleo puede suponer una gran ventaja si se cuenta con un sistema automatizado de selección de personal. Sin embargo, si la organización no cuenta con las herramientas de gestión adecuadas, puede verse “sepultada” ante una avalancha de solicitudes que pueden derivar en un gasto ingente de tiempo para tramitarlas sin llegar a encontrar candidatos de calidad entre tanta cantidad de solicitudes. Una solución adecuada permite encontrar al candidato óptimo de una manera rápida, basándose en criterios predefinidos que permiten identificar automáticamente los mejores candidatos y encajar sus habilidades con posiciones abiertas.
Del ‘Baby Boom’ a la escasez del talento
La escasez de talento imperante en Europa y en algunos mercados extranjeros está causada por diversos factores, como la globalización, donde existen cada vez más mercados en los que los empleados con talento pueden fijar sus metas, la orientación de los trabajadores, que tienden a priorizar su carrera profesional frente al beneficio de la empresa, o la creciente movilidad empresarial -si antiguamente un trabajador podría trabajar en 3 ó 4 empresas a lo largo de su carrera profesional hoy en día las actuales generaciones de trabajadores pueden llegar a trabajar en más de 12-.
Esta lucha por el talento parece que puede “relajarse” en momentos de recesión económica. Sin embargo, las cifras de los datos demográficos indican lo contrario. Actualmente estamos asistiendo a la retirada del mundo laboral de la llamada “Generación del Baby Boom”, por lo que muchas compañías encontrarán serias dificultades para cubrir numerosos puestos por falta de personal cualificado, siendo más notable esta escasez en sectores como la banca, los seguros o la energía. A pesar de ello, todavía hay compañías que siguen fomentando la prejubilación o llevan políticas de despidos entre sus empleados más veteranos.
Este es uno de los motivos por los que en una economía de crisis las organizaciones no deben “confiarse” en que, ante la necesidad, tienen asegurada la lealtad de sus trabajadores, y deben poner aun más empeño en desarrollar políticas de gestión del talento.
La plantilla y los cambios de negocio
Los sistemas para gestionar el talento permiten analizar de una manera objetiva la contribución de todo el personal de la empresa, así como la identificación de los mejores trabajadores para posibles “recompensas”. En momentos de recesión existen normalmente menos fondos disponibles para llevar a cabo estas políticas de gestión, pero, sin un análisis del desempeño del personal, las organizaciones dispondrán aún de menos fondos para repartir entre un mayor número de empleados, tratando de recompensar a todos en lugar de únicamente a aquellos que han demostrado ser más eficientes. Los trabajadores de mayor rendimiento que estén insatisfechos ante estas políticas, y cuyo talento está siempre demandado, podrán en esta situación buscar una mejor valoración en otro lugar.
Sin embargo, las recompensas son sólo un punto de vista para la retención de talentos. Las economías en declive se pueden permitir una evaluación más objetiva y tomar decisiones más comprometidas, como cerrar unidades de negocio o recibir inversiones para aumentar las mejoras en la productividad e incrementar la eficacia. Ante estas situaciones ¿qué pasa si la plantilla actual no es capaz de reinventarse para satisfacer futuras oportunidades de negocio?
Mientras que el personal de un área determinada puede verse reducido, no es siempre posible redirigir a todos esos empleados a nuevos puestos en la misma compañía. A menudo, nuevas oportunidades de negocio requieren nuevos equipos, nuevas habilidades y una nueva gestión para impulsar el futuro crecimiento. En efecto, esta imperativa de negocio para redirigir a la plantilla otorga a la gestión del talento una mayor importancia en una economía en recesión, ya que proporciona a los trabajadores las herramientas de movilidad necesarias para que las empresas puedan retener a los empleados de más valía colocándoles en posiciones estratégicas, suministrando y contratando talento para llenar los huecos creados por las nuevas iniciativas.
Oportunidades que ofrece la gestión del talento
Todos los climas económicos proporcionan a las compañías con éxito nuevas oportunidades de negocio que incluyen la exploración de nuevos mercados o el desarrollo de nuevos productos y servicios. Desempeñar estas tareas con éxito requiere la contratación de nuevos talentos o desarrollar planes de formación para los trabajadores cualificados que ya pertenecían a la plantilla de la empresa. Cabe destacar que la consecución de nuevos objetivos corporativos y planes de negocio no va reñida con el mantenimiento de la ya existente plantilla de la compañía. Al contrario, invertir en políticas de formación para que el personal adopte las capacidades para desempeñar los nuevos puestos requeridos puede aportar numerosas ventajas, como afianzar el talento de los trabajadores y disminuir los costes de selección de personal.
De hecho, hay estudios que demuestran que el coste de perder un empleado puede equivaler a entre una y cinco veces el importe de su compensación anual. Esto puede derivar en pérdidas en el desarrollo del negocio, puede afectar a la satisfacción del cliente y puede implicar un elevado coste de contratación de nuevo personal así como la formación correspondiente para desempeñen sus funciones al mismo nivel que sus predecesores. Visto así, es indiscutible que una adecuada gestión del talento puede suponer un activo indispensable para la empresa.
Los planes de carrera, el desarrollo de los trabajadores y los programas de formación que posibilitan a los empleados expandir sus capacidades y crecer en una organización se correlacionan con una alta satisfacción y retención de los empleados.
Por lo tanto, en lugar de dejar escapar al talento y enviar a buena parte de la plantilla al desempleo mientras se espera una mejora del ciclo económico, las compañías inteligentes pueden usar las crisis para mejorar el talento y resurgir más fuertes.
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