La figura de Barack Obama levantó, levantaba y levanta -aún- pasiones dentro y fuera de los Estados Unidos. Antes de las elecciones presidenciales, como candidato, Obama era grande, muy grande. Después, como presidente electo, mucho más. Un halo de grandiosidad y cercanía le envolvía. El mix de apariencia, oratoria, curriculum y marketing fueron más que suficientes para que todo el mundo, todo, se fijara en él como si fuera un Mesías, un salvador de la humanidad, el que nos iba a rescatar de la crisis.
Pero ya es el presidente de los EEUU, y las elecciones, los festejos, la toma de posesión, etc. forman parte de la Historia. Ya no valen de nada. Ha llegado el momento de gobernar, de tomar decisiones, y las está tomando, y ya le están cayendo las primeras críticas, y también alabanzas –aunque estas se notan menos-.
Obama se ha vuelto terrenal, y ese aire mesiánico del que estaba rodeado se está esfumando por momentos. Y el famoso “Yes, we can”, “sí, podemos”, se está convirtiendo en “vamos a sufrir decepciones”. Porque en campaña electoral vale todo, aunque allí, democracia infinitamente más demócrata que la de aquí, menos.
Y aunque a mucha gente le caiga bien, entre los que me encuentro, y pensemos que lo puede hacer bien, no debemos olvidar que Obama va a gobernar para Estados Unidos, sólo para Estados Unidos. El resto del mundo debe gobernarse por sí mismo.
Los que afirmaban -que no creo que lo pensaran realmente- que Estados Unidos era el culpable de la crisis mundial, ahora nos dicen que con Obama –desaparecido Bush- pronto empezaremos a ver una recuperación económica. Es el caso de nuestro presidente del Gobierno, Zapatero, quien, sorprendentemente (aunque cada vez menos), lo afirmaba recientemente, con la sonrisa de oreja a oreja que le caracteriza.
No dudo que pueda producir un cierto efecto rebote positivo en las economías mundiales una posible recuperación de EEUU, pero confiar en eso para ‘vender’ la luz al final del túnel de la recesión es, en mi opinión, tomarnos por tontos.
El ex Mesías Obama no va a gobernar en España; aquí tenemos a Zapatero; y también tenemos las medidas que ha aplicado hasta el momento, tardías, insuficientes e ineficaces (salvo para la Banca). Más preocupado por su imagen pública y por discutir si llegaremos o no a los cuatro millones de parados que por hacer algo útil. Eso sí, todos los días escuchamos algo parecido al famoso “yes, we can”, en contraste con indicadores económicos y de empleo que dicen exactamente todo lo contrario.
He oído en diversas ocasiones, en los últimos días, ya conocidos los nuevos datos del paro, frases del estilo “no dudo que vamos a salir adelante…” “España va a salir de la crisis con el empuje de todos los españoles…” y bravuconadas similares, de boca de los dirigentes que nos gobiernan. Desgraciadamente no dicen cómo, sólo dicen que lo conseguiremos. Eso, y decir que hoy es lunes, es lo mismo. Pero, también por desgracia, Obama no va a ser nuestro salvador, aunque seguro que hará más por nosotros que nuestro propio Ejecutivo.
Y yo me pregunto: ¿Yes, we can? ¿Podemos? I don´t think so. Y encima me llamarán pesimista y antipatriota.
1 comentario en «¿Yes, we can?»
Me parece bien tener los pies en el cielo por 2 motivos. Obama puede ser un espejismo y la otra razón es simplemente que primero se repará EEUU y después todos los demás países. Esto no ocurrirá hasta el 2012.
Los comentarios están cerrados.