El bluf del G20

Muchas veces utilizamos el lenguaje sin pararnos a pensar en el significado de las palabras en toda su amplitud, y el verlas escritas refuerza de manera importante la semántica de las mismas. En plena época de los mensajes cortos, en la que se puede comprobar el nivel sociocultural de un grupo sin dedicar costosos recursos a investigación, echar mano al diccionario de vez en cuando ayuda a mantener a raya la barbarie lingüística derivada de la propia tecnología.  

Cuando terminó la reunión del G20 + Holanda y España el pasado sábado, me dio la sensación de que iba a servir para bien poco, especialmente para todos aquellos –personas y empresas- que están ya inmersos en bancarrotas, procesos concursales, ERE… y para los que están a punto de estarlo.

Las medidas acordadas -medidas fiscales para reactivar las economías, más regulación y coordinación de los mercados financieros, reformas del FMI y Banco Mundial, más control de las entidades financieras, revisión de la normativa contable para valoración de activos…-, a parte de no ser más que una simple declaración de intenciones, no solucionan a corto plazo la gravedad de la situación; es más sólo sirven, en mi opinión, para ser aplicadas en un sistema financiero a priori sano, para evitar la coyuntura en la que ya estamos, pero no para salir del agujero con agilidad.

Es decir, esto debería haberse hecho, quizá, a finales de 2.006, o antes, para evitar la crisis o minimizar sus efectos. Y es bueno que se haga, a largo plazo, pero no sirve para curar al enfermo en el corto plazo. El paro seguirá creciendo, las economías seguirán entrando en recesión, los concursos de acreedores seguirán su curso, el consumo no se reactivará, el déficit aumentará… porque el G20 no ha tomado/consensuado las medidas de choque necesarias para ya, ni lo harán por su lado los países más necesitados, entre ellos España.

Y lo peor de todo, los mandatarios se toman las cosas con muchísima tranquilidad; hasta abril no habrá nueva reunión para ‘ver’ si se ponen en práctica estos consejos propuestos en Washington.

Es decir, un auténtico bluf.

Aunque nos podamos imaginar el significado de ‘bluf’ por ser de uso común, vamos a ponerlo por escrito para reforzarlo y que no quede ninguna duda. Y al mismo tiempo que lo esté leyendo, acuérdese de la foto de familia del G20 tras la reunión del sábado, y visualice las caras de Bush, Sarkozy, Lula da Silva, Merkel, Kirchner, Brown… y Zapatero:

BLUF

Montaje propagandístico que, una vez organizado, se revela falso. Persona o cosa revestida de un prestigio que posteriormente se revela falto de fundamento (RAE).

Engaño, desilusión, fanfarronada, baladronada, jactancia, apariencia, bravata, farol (Definición de WordReference.com para Bluff)

Esta es mi opinión, aunque nuestro empleador -responsable de la sección Contratado y Despedido- tenga una cierta esperanza en el G20 y en su reunión del fin de semana; el optimismo es siempre de agradecer.