Hace pocas semanas tuve oportunidad de hablar con unos de esos personajes de los recursos humanos que no deja a nadie indiferente, y que suele ocupar por ello posiciones extremas en las opiniones que de él tienen los que le conocen.
En esa conversación, que no duró más de cinco minutos, se me ocurrió –de manera amistosa- llamarle ‘gurú’. No sé por qué utilicé ese término, porque para mí tiene una acepción peyorativa, pero lo utilicé. Y mi interlocutor se molestó, también amistosamente, porque seguro que para él también tendría un significado negativo.
El diccionario de la RAE es una herramienta muy socorrida para saber qué significa el vocabulario que utilizamos, y, según éste, gurú es:
(Del sánscrito gurús, maestro).
- m. En el hinduismo, maestro espiritual o jefe religioso.
- m. Persona a quien se considera maestro o guía espiritual, o a quien se le reconoce autoridad intelectual.
Autoridad intelectual, maestro, guía… ¿Por qué entonces le atribuyo a gurú un sentido negativo?
Wikipedia, además del significado ya referido, también indica que por ‘gurú’ se define a la persona que posee ciertas cualidades que hacen de él (ella) un(a) experto(a) en una materia concreta.
Y yo me pregunto de nuevo, cayendo en la pesadez, ¿por qué le atribuyo a gurú un sentido negativo?
El pasado viernes se comunicaron los terribles -una vez más- datos de desempleo que azotan nuestro país: 217.000 nuevos parados en el tercer trimestre, una tasa del 11,3%, un total de 2.598.800 parados, sin contar autónomos y parados en formación. Una vez más, el ministro de Trabajo cede la palabra a un subalterno de Economía, el secretario de Estado Vegara, quien dice lo que ya sabemos o imaginamos, que el paro va a ir a peor.
Corbacho sólo da la cara, una vez conocidos los datos, para afirmar que el paro es la “primera preocupación” del Ejecutivo, y que la EPA no le sorprendió. Menos mal.
La oposición, por su lado, pidiendo a Zapatero que pida perdón por el drama social que ha provocado. ¿Y de qué sirve eso? ¿Nos va a sacar de pobres el perdón de Zapatero?
Zapatero, por su parte, moviendo todos los hilos y movilizando a todo el Gobierno para poder estar en Washington el 15 de noviembre con el G20, sin darse cuenta de que a EE.UU., por muy mal que le pareciera que no se levantara al paso de su bandera, si realmente pensara que Zapatero podría aportar alguna solución que solucionara la crisis –la internacional-, allí estaría sin necesidad de dar un espectáculo diplomático lamentable.
Los sindicatos, a lo suyo, preparando movilizaciones en defensa del empleo, pero enfocadas hacia los empresarios, para que no aprovechen la coyuntura con más EREs ‘oportunistas’. Eso sí, de reclamar al Gobierno ni hablamos.
Y digo yo, dando por hecho que ni Gobierno ni oposición nos van a sacar de donde estamos, que ni patronal ni sindicatos están tampoco por la labor, ¿no habrá por ahí algún gurú capaz de aportar soluciones para sacarnos del agujero?
No me refiero a un gurú de esos que habla/sabe de liderazgo, trabajo en equipo, talento, consultoría organizacional, gestión de personas, coaching, alta dirección…, me refiero a alguien que nos enseñe a salir del agujero, del pozo sin fondo, que enseñe a las empresas a evitar la solución fácil de los EREs reorganizando sus plantillas adecuadamente, que nos enseñe a hacer negocios en periodos difíciles, que nos enseñe a reducir nuestros miedos y a mirar por encima de los árboles para ver el bosque, que enseñe a los que tienen el mando a crear riqueza y a los que son empleados a arrimar el hombro, que enseñe a los que no tienen trabajo a encontrarlo y a los que sí lo tienen a no perderlo… que nos enseñe o nos guíe, en definitiva, a vencer a la crisis.
A los primeros, los gurús del liderazgo, ahora se les ve menos, por razones obvias; pero bastará con que lleguemos a una nueva época de bonaza para que vuelvan a aflorar. A los otros gurús, los que podrían ayudarnos con los problemas que ahora nos amenazan, no se les ve por ningún lado, desgraciadamente.
Quizá por eso, para mí, y quizá para más gente, la palabra gurú no sea todo lo positiva que debiera, porque nuestros gurús sólo nos sirven cuando las cosas van bien, y no aparecen o desaparecen cuando van mal.
¿Es que no hay nadie capaz de guiarnos? ¿Es que vamos a dejar las soluciones en manos de la clase política, la misma que nos ha puesto en donde estamos ahora mismo?
5 comentarios en «Gurús en crisis»
Bueno, temo que tal vez los gurús de que hablas puedan estar orientándose más a adular o elitizar a su público (directivos-líderes) y no tanto a desarrollar la figura de los profesionales técnicos, portadores del conocimiento. No cabe generalizar respecto a los gurús, pero la economía del conocimiento y la innovación parece demandar profesionales expertos, que como tales habrían de ser vistos, y quizá no tanto como seguidores de supuestos líderes, colaboradores de sus jefes-gestores, recursos de su empresa, subordinados para seguir instrucciones, etc. Quizá la mejora de la productividad y la competitividad pase por la inteligencia, y no tanto por la obediencia, de los profesionales de los diferentes campos técnicos…
Vaya tontería de artículo y de argumentos.
Si hay crisis económica es porque los «sabios» que tienen que adelantarse a ella con medidas no lo han hecho.
Y mucho menos aquí, donde se decía que hablar de crisis era antipatriota.
Este artículo, con todos mis respetos, es una estupidez
La verdad es que para mí no necesitamos gurús. Ni dependencias de nadie. Cada uno tiene que hacer su parte con responsabilidad, ética y rigor. Hay algunos que pensamos que las cosas dependen de cada uno, en nuestro círculo de influencia. Triste sociedad si vamos a depender siempre de las cualidades o directrices del que manda. O si esperamos a que alguien nos solucione los problemas. Yo por lo menos sí sé lo que quiero y cómo hacerlo. Prefiero cien empresarios responsables y éticos que un sólo gurú visionario por muy acertado que esté. Esto no quita que nos veamos afectados por las incompetencias de quien dirige, en cada ámbito de nuestra vida. Y no siempre los que dirigen son los que parecen hacerlo ofcialmente. O estos también se ven condicionados por los poderes de otros. En fin, menos quejarse y más cumplir cada uno.
Y que aprovechemos cualquier tema para poner de vuelta y media al gobierno… Ya se hace muy, muy pesado.
Me quito el sombrero ante el comentario de Victor Andrés, por fin algo de sentido en esta sección. Ahi está la clave de todo, si dejáramos de pensar que las soluciones a los problemas estan en lo que OTROS "deberian" hacer o "deberian" pensar y nos dedicáramos a pensar en que puedo hacer yo, empezando por mi mismo…. seguro que muchas cosas cambiarían.
Me gustaría plantear en una frase la principal razón -en mi opinión- de que puedan estar en crisis: la realidad se ha encargado de irse llevando por delante todas las previsiones, fórmulas y alternativas planteadas por gurús, entidades de calificación empresaria (S&P), gobiernos, nobeles de economía…ha sido demasiado brutal el golpe para que aguante las fórmulas indicadas por todas estas personas – algunas más cualificadas que otros-…en estas circunstancias es negativo el gurú por ¿se fia usted de uno para sus inversiones?
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