La finalización de las vacaciones –cada vez más lejos para muchos- y el comienzo del nuevo curso suelen estar acompañados de buenos propósitos (en septiembre, academias de idiomas y gimnasios hacen su agosto). En ese periodo estival has tratado, con más o menos éxito, de recuperar tus energías, descansar y, ¡en fin!, disfrutar y prepararte para la vuelta al ‘cole’.
Sin embargo, has vuelto a casa y te ha reencontrado con un montón de cosas que te molestan. Y no me refiero a grandes cosas, me refiero a esas molestias a las que a veces no das mucha importancia, pero que te van restando energía e, incluso, te cambian el humor. Ese foco que lleva tiempo fundido, los estores que tienes que lavar, la chaqueta que tiene un botón partido, los zapatos que siempre olvidas llevar al zapatero, la mancha en esa tapicería, el montón de papeles que tienes amontonado en el escritorio, el trastero en el que ya es imposible encontrar algo, el botiquín lleno de medicinas caducadas, ese amigo que siempre llega tarde, el mal aliento de tu jefe, etcétera.
¿Quieres realmente incrementar tu energía?, ¿Quieres atraer nuevas oportunidades?, ¿Quieres ser más feliz? Te propongo un juego.
Resérvate una tarde, coge un papel y un bolígrafo y comienza a escribir. Anota todas esas cosas que te molestan y con las que convives habitualmente. Divídelas en categorías: molestias en tu hogar, en tu trabajo, con tu familia, amigos, todo lo que se te ocurra. Al principio quizá te resulte algo difícil encontrarlas -puede que te hayas acostumbrado a soportarlas-, sin embargo, ten por seguro que la mayoría de las personas toleran más de cincuenta cosas que les desagradan.
Una vez que tengas la lista, haz un plan de acción para solucionarlas. Lo normal es que no puedas resolverlas todas en un día. Fija un plazo tope y ponte a ello. Sin prisa, pero sin pausa. Y cuando acabes, ¡prémiate!, ¡Decide ya que regalo vas a hacerte! Una cena fuera, una escapada de fin de semana, una tarde en un spa. Lo que más te apetezca, de acuerdo a tus posibilidades.
Pese que te hayas acostumbrado a muchas de esas piedras en tus zapatos, y pienses que son menudencias y que no me merecen que les dediques tu tiempo, comprobarás que cuando las hayas resuelto, recuperarás toda la energía y el impulso que necesitas para emprender nuevos proyectos.
Y para aquellas cosas que no dependen de ti o que te resultan imposibles de resolver, ponlas en una lista a parte y, de momento, no pienses en ellas. Ocúpate de las que están a tu alcance.
Beatriz García Ricondo
www.entornocoaching.com
1 comentario en «Resuelve esas pequeñas cosas que te molestan»
Interesante artículo, breve, pero ante todo una loa a la positividad, a intentar la mejora contínua que en el trabajo ya es una constante pero en nuestra propia casa se convierte en «temas pendientes» pero que no olvidamos y ocupan nuestros pensamientos el suficiente tiempo como para restarnos mucha más fuerza de la que creemos. Además el artículo es práctico y no una mera reflexión.
Gracias
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