Dice el diccionario de la RAE que sarcasmo, del latín sarcasmus, es “burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo”.
Según el mismo diccionario, ironía es “burla fina y disimulada o figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice”.
Por último, mordaz es “que corroe o tiene actividad corrosiva, que murmura o critica con acritud o malignidad no carentes de ingenio, propenso a murmurar o criticar con acritud o malignidad normalmente ingeniosas”.
Todo eso pretendemos que sea nuestro ‘Sarcasmus’ de los viernes, una nueva sección de opinión en la que desgranamos brevemente, corrosivamente, irónicamente, ingeniosamente… una frase para la posteridad proferida por cualquier personaje o dirigente político, empresarial o sindical de los que habitualmente copan los medios de comunicación.
Superar la mordacidad de nuestros dirigentes es complicado; incluso es difícil saber si las frases que aquí se recogen o recogerán se han dicho o dirán con conocimiento de causa, con la mayor de las desvergüenzas, o se ha tratado o tratará de simples lapsus lingüísticos.
Sea lo que sea, ‘Sarcasmus’ se ocupará de poner a cada uno en su lugar, de devolverles la pelota a todos aquellos desahogados que se ponen delante de un micrófono, cámara o papel y lápiz sin preocuparse de ulteriores consecuencias.
El listón lo han puesto ya muy alto nuestros tres primeros protagonistas, Solbes, Díaz Ferrán y Corbacho. Pero nuestra clase dirigente tiene una cualidad muy importante, superarse a ellos mismos con facilidad. Por eso, no se pierdan nuestro ‘Sarcasmus’ de los viernes, porque les hará reír… o llorar.
1 comentario en «Los viernes… Sarcasmus»
La ironía, con elegancia y buen gusto, resulta apetitosa cualquier día de la semana
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