Hubo un tiempo en el que los servicios de los mejores capitanes de “gente de armas” eran contratados por un municipio, un príncipe o una Liga; normalmente para resolver cuestiones de expansión territorial o situaciones puntuales de cierta gravedad.
En Italia fueron llamados condottieri; debido al contrato o condotta celebrado ante notario en el que se estipulaban las condiciones y duración del servicio. Su uso llegó a estar tan extendido, que incluso se dio el caso, en el que algunos príncipes o señores ofrecieron sus servicios como simples capitanes a las ciudades y Estados.
La condotta incluía: la prestación de juramento, la duración del contrato, la soldada y el número de lanzas a aportar. Se fijaban con precisión los objetivos a cumplir, el área de influencia de actuación asi como las obligaciones recíprocas. Una vez finalizado el plazo de la condotta, el condottiero quedaba libre para que sus servicios fueran contratados por cualquier otra ciudad o Estado.
Obviando las intrigas en las que en sus comienzos algunos se vieron involucrados; lo que más nos interesa comparar es su capacidad de liderar a unos equipos mejor o peor preparados para conseguir unos objetivos generalmente en situaciones o entornos de crisis.
Se trataba de personas con mucha experiencia; respetadas, dotadas de una gran capacidad de mando e influencia sobre sus propios hombres. Pero sobre todo, dominaban los conocimientos de su propia actividad, de lo que denominamos las habilidades profesionales y del arte de la gestión.
Hoy en día, una vez transcurridos unos cinco siglos, nos encontramos una figura -el Interim Manager- que refleja todos los aspectos positivos de los antiguos condottieri. Como ellos, son contratados por su contrastada valía y experiencia tanto en el manejo de las personas, como en la gestión y dirección de las empresas.
El Interim Management o dirección de transición es una posibilidad que puede permitir a las empresas salvar complejas situaciones de crisis o prepararlas para un cambio. Su historia comienza tras la crisis del petróleo de los setenta; cuando gran número de ejecutivos en los EEUU con una gran experiencia se encontraron disponibles para el mercado. Precisamente esa misma crisis, descubrió que no todos los directivos estaban preparados para enfrentarse a dichas situaciones con un proyecto y liderazgo adecuado.
Fue en esos momentos en los que el agresivo entorno y el cambiante mercado hicieron que surgieran las empresas de Interim Management. En la actualidad, estos ejecutivos interinos -interim manager- son capaces de hacer frente a variadas situaciones en las empresas, tales como:
- Crisis de dirección
- Gestión y reorganización de empresas en pérdidas
- Adquisiciones
- Fusiones
- Proyectos puntuales de gran envergadura
- Start-ups
- Problemas de organización
- Diversificación de la oferta de productos y servicios
- Cambios de estrategia
¿Cuál es la diferencia entre un interim manager y un consultor? La principal diferencia es la dirección y gestión. Un consultor le dirá dónde tiene que intervenir, cómo tiene que hacerlo, le asesorará en temas conflictivos, ayudará a los propios directivos de la empresa en situaciones en las que es necesaria la experiencia de un experto. Pero no intervendrá en su ejecución continuada en el tiempo. En cambio, la intervención del interim manager suele ser por un periodo mínimo de seis meses y máximo de dos años. Además el interim manager liderará cualquier situación para la que haya sido contratado, asumiendo la responsabilidad del proyecto, su ejecución y resultados.
Recientemente la revista del Instituto de Empresa ha publicado un interesante artículo sobre la temática escrito por Alfonso de Benito, Director de EIM -Executive Interim Management- . Por medio de una tabla establece las diferencias entre el Interim Management, la Búsqueda de Directivos y la Consultoría. Los principales parámetros que analiza son: El tiempo y proceso para cubrir el puesto, las capacidades y objetivos, el coste y la rapidez de respuesta.
Cómo ejemplo, señala las diferencias de tarifas entre un consultor senior, del orden de 2000 a 3000 euros/día, y las de un ejecutivo interino, entre 600 y 1500 euros/día. También indica la diferencia de tiempo en el proceso de selección: de 4 a 6 meses con un mínimo de 3-4 entrevistas en la Búsqueda de Directivos para cubrir el puesto. Mientras que en el Interim Management se suele solucionar en una semana con unas dos entrevistas y con un enfoque a los objetivos del proyecto.
En España la figura del Interim Manager es todavía poco conocida; aunque se prevé un gran crecimiento en el número de contrataciones por las características del mercado actual y por los cada vez mayores casos de éxito que proporcionan a las empresas.
La palabra interino significa algo provisional, eventual; por lo que es preferible sustituirla por “transición” que está más relacionada con las palabras cambio y transformación. Además al utilizar líder en lugar de ejecutivo; queremos remarcar que se pone al frente de las acciones para el cumplimiento de los objetivos. Actuando como un verdadero coach de su equipo cuantas veces sea requerido y ejerciendo, al fin y al cabo, como un verdadero “líder de transición”.
2 comentarios en «Líderes de transición»
Me parece un tema sumamente interesante ¿Sería posible que el autor ampliara un poco más la problemática del Interim Manager?
De la lectura del artículo se infiere que el Interim Manager es un «mercenario» puesto a sueldo por la patronal que, entre otras funciones, debe hacer «limpieza» en la empresa entre los trabajadores. En otras palabras: hacer el trabajo sucio.
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