El verano nos ha traído grandes momentos. Los que hayan seguido las Olimpiadas habrán disfrutado con las hazañas de Phelps y de Bolt y las no menos destacables de Nadal y la selección española de basket.
Pero a toda cara se contrapone una cruz, y ya en los estertores del verano un hecho luctuoso venía a bañar en tragedia el final de las vacaciones: el accidente de Spanair en Barajas.
Como usuario habitual de aviones y, por efecto de la oferta, también de Spanair, lo he seguido con mucho interés. He aprendido lo que es una “reversa”, punto de no retorno o simplemente con qué laxitud se encaran las averías sobrevenidas –hecho éste que me dirige un poco más, si cabe, hacia el tren como medio predilecto de transporte-.
Pues bien, de todo esto ha habido un elemento que nos toca bien cerca y que me ha sorprendido, sin poder entrar aún a valorarlo como positivo o negativo y ha sido ver desde el primer día al Director de RRHH de esta compañía aérea -un tal Héctor Sandoval, al que no tenía el gusto de conocer- dando la cara ante los medios de comunicación y las familias afectadas. Mientras la cúpula mayor hacía mutis, este aguerrido directivo se enfrentaba a todo el que se le ponía delante asumiendo la imagen de la compañía en momentos tan tristes.
Suponía que debido al ERE que tenía Spanair en ciernes Sandoval estaría constantemente en la picota, pero nunca imaginé que llegara a ser portavoz de la compañía y cara visible ante el mundo entero.
Los que nos dedicamos a los RRHH nos quejamos del poco peso que tiene nuestra disciplina en la empresa. Y no nos falta razón. Pocos directores de RRHH son invitados a los consejos de administración y jamás llegan a tener la relevancia de sus homólogos. Más aún, en época de “incertidumbre económica” como la actual, adivinen a qué departamento es al primero que le cierran el grifo presupuestario.
Pero hete aquí que, de repente, hemos pasado a asumir un nuevo rol, el del “come marrones”.
Es cierto que Sandoval se manejaba con gran soltura y seguridad y conseguía convencer, pero no es menos cierto que en situaciones como ésta son los grandes gerifaltes de la compañía los que deben hacerse valedores del sueldo que cobran y el coche que les espera en el aparcamiento.
Gran Sandoval, triste Spanair.
5 comentarios en «Los RRHH en Spanair o cómo comerse un buen marrón»
Estoy completamente de acuerdo, hace ya años que ocupo el puesto de Dirección de RRHH en una empresa del sector turístico y también me sorprendió la carga de toda la responsbilidad de una cosa tan ajena a los «empelados» como era este accidente y tan desagradable y dura en una sóla persona y de un área que como muy bien indicas en tu artículo no es precisamente la que se tiene en cuenta para los grandes y buenos momentos de una compañía.
cuánta verdad, imagino que se vió frozado por el ERE y el cofusionismo mediatico creado al intentar mezclar ambas situaciones
El que escribe esto no es Director de RRHH por lo que parece claro que no quiere aplaudir la labor de este trabajador sino conseguirle como cliente.
Chapó a Sandoval
Conozco a ese sandoval y no está bien de la cabeza….
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