Wal-Mart está movilizando a sus cuadros medios a lo largo de Estados Unidos para advertirles de que si los demócratas ganan en noviembre, podrían cambiar las leyes federales para hacer más fácil que los trabajadores se sindiquen.La compañía niega que quieran influir en el voto de sus empleados, y que sólo quieren "educarles" sobre la legislación laboral.
En las últimas semanas, miles de empleados están siendo llamados a reuniones en las que la compañía está recalcando los inconvenientes para los trabajadores si las tiendas tuvieran sindicatos, según publica The Wall Street Journal.
Según alrededor de una docena de empleados de Wal-Mart, los ejecutivos de la empresa afirmaron que los empleados de tiendas con sindicatos tendrán que pagar importantes cuotas y a cambio no conseguirán nada, e incluso tendrían que declararse en huelga a cambio. Además, los sindicatos podrían significar menos empleos y un incremento de los costes laborales.
Estas acciones de Wal-Mart, el mayor empleador privado del país, reflejan la creciente preocupación entre los grandes empresarios ante un posible resurgimiento del movimiento obrero después de años de descenso de la afiliación sindical, según el diario controlado por Rupert Murdoch. Esto podría derivar en mayores salarios y costes sanitarios para unas empresas que ya están sufriendo las subidas del petróleo y de las materias primas.
Los ejecutivos de recursos humanos que dirigían las reuniones no dijeron directamente a quien había que votar en noviembre, pero dejaron claro que votar a Obama podría equivaler a una invitación a los sindicatos para que entraran en las empresas, según han declarado al rotativo los empleados de Wal-Mart.
"El líder de la reunión dijo: ‘No te estoy diciendo a quien tienes que votar, pero si los demócratas ganan, aprobarán esta ley y no te permitirán votar si quieres un sindicato’", declaró un empleado de Wal-Mart en Missouri. "No soy estúpido. Me estaban diciendo a quien votar", añadió.
"Si algún representante de Wal-Mart dio la impresión de que les estábamos diciendo a los empleados a quién votar, estaba equivocado y actuando sin nuestro consentimiento", señaló al Journal David Tovar, portavoz de la compañía. Tovar sí confirmó que las reuniones con estos cuadros medios habían tenido lugar.
El centro de las preocupaciones de Wal-Mart es una parte de la ley conocida como Employee Free Choice Act (EFCA), que según las compañías permitiría a los sindicatos añadir rápidamente millones de nuevos afiliados. "Creemos que la EFCA es una mala ley y nos hemos estado oponiendo desde hace algún tiempo", añadió el portavoz. "Creemos que educar a nuestros empleados sobre la ley es lo que debemos hacer".
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