El líder del PP, Mariano Rajoy, calificó ayer de "broma" que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, celebre sus cien días en el Gobierno porque, a su juicio, "no hay nada que celebrar", y le reclamó que se ponga "a trabajar". "Se acabó de vivir del cuento", subrayó. Asimismo, garantizó nuevamente su respaldo al Gobierno para salir de la crisis y para "la derrota" de ETA, si bien le advirtió de que no apoyará que se use la reforma de la financiación autonómica para "subir los impuestos".
Rajoy se manifestó en estos términos durante el discurso que pronunció en la Casa de América de Madrid, ante diputados, senadores y eurodiputados del PP, para hacer balance de lo ocurrido tras las elecciones. El presidente de los ‘populares’ centró su intervención en la crisis económica para acusar a Zapatero de no haber cumplido "el ABC de un Gobierno responsable". Le afeó que lleve un año "ocultando" a los españoles "la realidad" sobre la situación económica que se avecinaba, una realidad, añadió, que "hoy le ha dejado noqueado".
Por ello, urgió a Zapatero "a decir la verdad" sobre la crisis, y a no albergar "la creencia supersticiosa" de que, si no se habla de una cosa, "es que no existe". Además, tras recomendarle que en el Gobierno haya "una única voz" en lo económico para "devolver la confianza a la sociedad", le sugirió que si no apoya a su vicepresidente económico, "lo mejor que puede hacer es prescindir de él".
"Los vaivenes, los cambios de criterio, las declaraciones contradictorias sólo sirven para generar la confusión, para crear muchos más problemas de los que existen en este momento y para que ya nadie confíe en el Gobierno de España", señaló. Pero, sobre todo, apeló a la necesidad de que José Luis Rodríguez Zapatero se ponga a "gobernar". A este respecto, le solicitó que adopte las medidas necesarias ante una crisis a la que, según denunció, no se está enfrentando.
SE PUEDE SALIR DE LA CRISIS
"Esta situación no se arregla en un día, pero saldremos mucho mejor de ella si el Gobierno tiene la valentía, el coraje y la determinación de presentar un plan de choque", manifestó Rajoy, quien pronosticó que se podrá salir de la crisis porque "ya lo hizo" el PP en 1996 con un panorama económico "mucho más complicado" y unas cifras macroeconómicas "absolutamente inasumibles".
En este punto, avanzó que en la reunión que mantendrá con Zapatero en La Moncloa le trasladará el amplio paquete de medidas elaboradas por el PP para disminuir los efectos de la crisis y le brindará su apoyo para superarla. "Si el Gobierno no quiere afrontar la situación, es su responsabilidad", indicó.
Rajoy ironizó con que el Gobierno vaya a citar el jueves a expertos de los distintos bancos españoles para conocer su opinión sobre la coyuntura económica y le advirtió de que "ahora es el momento de gobernar", y no de "hacerse fotos" y de crear comisiones inútiles. "Ni es momento de hacer reuniones ni mítines para lucir los listos que somos, porque eso no vale para nada", afirmó.
EL PP HA CUMPLIDO CON SU PARTE
"Ahora -contrapuso- lo que hay que hacer es presentar planes que generen confianza en la sociedad española y puedan servir para salir de esta crisis, y ésta es la responsabilidad del Gobierno. La nuestra ya la hemos cumplido: brindarle nuestro apoyo".
El presidente del PP glosó algunas de las medidas que viene defendiendo su partido en esta materia. Abogó por la austeridad en el gasto público de todas las administraciones "empezando por el Gobierno de España", por bajar los impuestos a las pymes y por ayudar a las personas a pagar sus hipotecas aumentando las deducciones del impuesto de la renta.
Pero Rajoy también defendió la necesidad de poner en marcha reformas laborales; de mejorar los organismos reguladores para transmitir "sensación de independencia y confianza"; por llevar a cabo reformas estructurales y por desarrollar anualmente un plan de competitividad.
En este punto criticó que el Gobierno utilice la política social como "arma arrojadiza" contra el PP. Ante esta acusación, le replicó que "no hay mejor política social" que la que crea empleo, que hace que los precios no suban, que permite que la gente pueda disponer de una vivienda a un precio razonable, que desarrolla una buena política de inmigración, que actúa eficazmente frente la violencia doméstica y que resuelve los problemas de financiación autonómica para mejorar la educación y la sanidad. "Sin política económica, no hay política social -proclamó Rajoy- y, con su inacción, Zapatero está poniendo en peligro las políticas sociales en España".
LOS CIEN DÍAS DE ZAPATERO, UN TIEMPO PERDIDO
Según su análisis, los cien primeros días del segundo mandato de Zapatero han supuesto "un tiempo perdido" porque, según planteó, "apenas hay medidas que elogiar, hay ausencia de liderazgo y una división preocupante en el área económica del Gobierno". A ello Rajoy sumó el hecho de que el PSOE no cuente con una mayoría estable en el Parlamento, lo que, a su juicio, genera "provisionalidad", y que ni siquiera cuente con el apoyo total de algunos de sus integrantes, en referencia velada al PSC.
Por todo ello, Rajoy considera "una broma" que el jefe del Ejecutivo haya organizado un mitin de celebración de sus primeros cien días en el Gobierno cuando "no tiene nada que celebrar". En este punto, reprochó al Ejecutivo que no haya hecho "casi nada" durante todo este tiempo sobre temas tan fundamentales como el agua, la justicia o la inmigración.
Pero, especialmente, le recriminó su propuesta de financiación autonómica criticando que haya pasado de ser "un sudoku" a ir "hacia ninguna parte". "Nadie conoce qué es lo que pretende exactamente el Gobierno y lo único que sabemos es que su propuesta de mínimos ha concitado la unanimidad en contra", agregó.
NO ACEPTARÁN SUBIDA DE IMPUESTOS
Sobre esta cuestión, insistió en que el nuevo modelo de financiación autonómica tiene que conseguir "la unanimidad" de todas las comunidades, garantizar "la igualdad de derechos y oportunidades" de todos los españoles residan donde residen y no utilizarlo para "subir los impuestos". "No aceptaremos que el Estado quede reducido a su mínima expresión porque la función básica de la Administración Central es garantizar la igualdad, la cohesión y la solidaridad entre los ciudadanos", zanjó.
Durante su discurso, el líder del principal partido de la oposición aseguró que el PP mantiene las ofertas de pactos de Estado que defendió durante la campaña electoral y que tienen que ver con la lucha contra el terrorismo, el modelo de Estado, la política exterior, el Pacto de Toledo y la Justicia. Así, garantizó su apoyo al Gobierno si éste apuesta "de manera entendible, clara y fiable" por la derrota de ETA y aseguró que también estarán al lado del Ejecutivo para evitar "el desafío" del lehendakari, Juan José Ibarretxe, porque, según resaltó, "ésa es la línea correcta".
PIDE A LOS SUYOS SEGUIR EN LA MISMA LÍNEA
También aprovechó su discurso para agradecer a sus parlamentarios el trabajo de estos meses en las Cortes, donde, según resaltó, han presentado 26.391 iniciativas frente a un Gobierno "agotado" que no llevado al Parlamento medidas que den respuesta a los desafíos a los que se enfrenta actualmente la sociedad española.
En este sentido, presumió de que el PP "ha cumplido con su obligación" y ha conseguido ganar "batallas significativas" tanto en el Congreso como en el Senado con sus propuestas de endurecimiento de las penas a los pederastas, de apoyo a los sectores afectados por la subida de los carburantes y de respaldo a los discapacitados. Como colofón pidió a los suyos que mantengan esta "oposición útil" en el próximo periodo de sesiones.
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