La palabra “crisis” procede del griego “krinein”. La connotación ordinaria de la palabra es negativa, de manera que identificamos “crisis” con “problema”. Por eso, la labor del coach es ayudar al cliente a modificar su percepción respecto de los entornos de cambio. Terminó el “boom” de la llamada coloquialmente “burbuja inmobiliaria”. El euro se encuentra situado en un extremo fuerte y no podemos competir internacionalmente con salarios costosos en comparativa mundial y, para colmo, con baja productividad.
El precio del petróleo se encuentra por las nubes, ha aumentado su precio en un 60% en el último año, y la banca teme prestar dinero y parece que financia únicamente a quien demuestra que no lo necesita. Bien. ¿Y qué? ¿A nosotros en qué nos afecta esta situación mundial? La inmensa mayoría de las empresas españolas son pymes y no compiten en mercados internacionales. Es verdad que se ha perdido cierta capacidad de consumo, pero ¿qué lugar ocupa nuestra pequeña o mediana empresa en el territorio en términos porcentuales? Generalmente uno muy pequeño.
El problema es, por tanto, ayudar a ver al empresario dueño de una pyme que ha llegado el momento de hacer cosas diferentes, si pretende obtener resultados diferentes. De manera que hay que centrarse en uno mismo, en nuestra propia empresa. La crisis no es el mercado, no es la competencia, es la propia incompetencia. Hay que ponerse a vender, no sólo esperar a que nos compren. Probar y medir lo que hacemos, empezando por cosas tan básicas como interpretar y analizar nuestra contabilidad mensualmente; y habrá, por tanto, que invertir en herramientas de medición y control –software-. Estas tareas entrañan cierta dificultad, razón por la que se tienden a dejar a un lado. Además, se parte del pensamiento de que se puede obtener el éxito sólo con mucho trabajo.
Sin embargo, trabajar mucho no significa trabajar bien, razón por la cual, ayudar al propietario de una empresa pequeña y mediana a convertirse en empresario, y no sólo en autoempleado, es la labor que corresponde al coach de negocio. Para ello, el coach recurre a herramientas de fácil aplicación, pero, sobre todo, se centra en conseguir la confrontación del empresario consigo mismo y con su propia gestión, haciendo que modifique su sistema de disculpas, falsas creencias, prejuicios, justificaciones, y tome el dominio sobre sí mismo y sobre su empresa la responsabilidad, para dar respuesta frente a sí mismo y los demás, incluido su equipo, y la confianza, que debe demostrar en sí mismo y en su equipo. Esta es la verdadera crisis a la que se enfrentan la gran mayoría de las pymes españolas, una crisis propia, de gestión, lejos de los mercados internacionales y que es la que verdaderamente impide el crecimiento y desarrollo de nuestra empresa y la avoca al fracaso.
Se acabó, por tanto, la crisis, porque no habrá otra vez en al menos una generación tiempos tan benignos como los últimos años, y el futuro económico será siempre poco más o menos como la realidad actual. La crisis no es sino cambio, y el cambio puede y debe ser para bien, y enfocarlo entonces como la posibilidad de aprovechar las nuevas oportunidades que surgirán.
2 comentarios en «¿Dónde está la crisis?»
De toda la chapa del artículo me quedo con una única frase que merece la pena: «La crisis no es el mercado, no es la competencia, es la propia incompetencia»,
Me gustaría apuntar una curiosidad en cuanto al significado de la palabra «crisis» que cuando supe me pareció muy interesante.
En chino, la palabra crisis, está compuesta por dos ideogramas. El primero de ellos significa «oportunidad» y el segundo «peligro».
¿Dos caras de una misma moneda?, ya que, al fin y al cabo, cualquier asunto podemos abordarlo desde diversas perspectivas, como Coach quiero que mis coachees busquen las oportunidades que les brinda cualquier nueva situación, por negativa que puediera parecerles a priori.
Beatriz García Ricondo
Coach de Empresa y Personal
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