En primavera y sobre todo en las semanas antes del verano, se multiplican las entrevistas de trabajo ya que se trata de una época muy activa por las sustituciones vacacionales o el inicio de prácticas para estudiantes. Los expertos sugieren a los candidatos algunas pistas como preparar muy bien la entrevista de trabajo, nunca mentir y no criticar a los jefes ni empresas anteriores. Por otro lado, existen algunos errores en los que nunca se debe incurrir como manejar las cuestiones salariales con demasiado torpeza, tener una actitud arrogante o demasiado humilde y tener mal aspecto o falta de información.
La selección de personal de las empresas suele constar de distintas fases: Reclutamiento, entrevista, evaluación y contratación –o desestimación-. En nuestros días, este proceso se realiza de manera directa por las compañías contratantes o a través de empresas intermediarias especializadas. Aunque la mayoría de los profesionales de selección defienden la valoración conjunta de todas las fases del proceso para determinar la idoneidad o no de un candidato, la entrevista suele ser el elemento clave de dicho proceso. De hecho, este paso de la entrevista puede llegar a enterrar unas buenas pruebas de evaluación o, por el contrario, matizar y mejorar la personalidad laboral resultante de la simple cumplimentación de un test o cuestionario.
Por ello, la primera cuestión que debe plantearse un candidato a la hora de participar en un proceso de selección es cómo debe afrontarse la entrevista. Robert Half, consultora multinacional de selección especializada, aconseja al candidato conocerse y valorarse a sí mismo, averiguar puntos fuertes y débiles y responder a la pregunta ¿Por qué deberían contratarme?
Para Rafael Vidal, Director General de la filial española de esta consultora, es fundamental llevar la lección aprendida, conocer el propio curriculum con exactitud y ser capaz de responder a todas y cada una de las cuestiones que se puedan plantear sobre el mismo. Un simple desliz, un lapsus de memoria, una incorrección en los datos pueden empañar la percepción que tenga el entrevistador sobre nosotros, y marcar en mayor o medida el resto del proceso.
Vidal también recomienda conocer a la empresa que está llevando a cabo el proceso, tanto si es intermediaria o cliente final. En el caso de ser una empresa intermediaria, siempre se suele dar una información inicial sobre el sector o el tipo de cliente para el que están buscando candidatos. Su página web, además, puede contener información sobre dichos aspectos. Si es cliente final, conocer su sector y las características de la empresa, aunque no sea determinante, puede ayudar a obtener una mejor valoración por parte del entrevistador. Es aconsejable acudir a la entrevista con una copia del currículo.
Antonio Pamos, Director de Actual Grupo, consultora de recursos humanos especialista en evaluación de la personalidad, afirma que “una entrevista de selección no debe en ningún caso convertirse en una experiencia ansiógena. Nunca hay que sacarla de contexto y siempre se debe tener presente de que se trata de una oportunidad para que se conozcan las dos partes implicadas en el proyecto de contratación. Cierto es que existe siempre un trasfondo de evaluación y análisis del candidato, pero también lo es que puede constituir una gran oportunidad para descubrir si esa es la empresa en la que queremos trabajar. Por lo que ambos, entrevistador y candidato, son analistas y analizados a la vez. Por lo demás, nunca deben faltar la naturalidad, la comunicación clara y fluida y, sobre todo, la honestidad, siempre por ambas partes”.
¿Qué tiene en cuenta una compañía a la hora de realizar una entrevista de selección?
Según afirma Antonio Pamos, “lo primero a tener en cuenta por la empresa es que el candidato es una persona que vive, sufre y se ilusiona como cualquier otra. Que no es mercancía que pasa por delante de nosotros como lo hacen las piezas de un coche en una cadena de montaje. El respeto al candidato, el reconocimiento a su interés por trabajar con nosotros y la valoración objetiva y libre de sesgos de sus fortalezas y debilidades deben ser el hilo conductor de esos 45 minutos compartidos”.
El desarrollo de la entrevista
Toda entrevista sigue, a priori, un desarrollo mecánico, mediante el que se busca obtener información acerca del candidato. Con dicha finalidad, Robert Half ha elaborado una sencilla guía de trabajo, basándose en su experiencia como expertos en selección, que recoge tipos de preguntas a las que podría enfrentarse un candidato y las respuestas más adecuadas para salir airoso de cada una de ellas.
Estas preguntas buscan conseguir información sobre el candidato, cualidades y aspiraciones laborales. Suelen ser generales y permiten al entrevistado hablar de sí mismo. Las más típicas suelen ser:
– ¿Cómo se describiría?
– ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Y los débiles?
– ¿Qué hace en su tiempo libre? ¿Cuáles son sus aficiones? ¿Qué puede aportar a esta empresa?
– ¿Cuáles son sus aspiraciones o metas profesionales?
Para responder a estas cuestiones Robert Half recomienda ser polifacético, demostrar confianza en uno mismo, mostrar entusiasmo y deseo de desarrollar proyectos de forma correcta y eficaz y, sobre todo, no aburrir con muchas aficiones; el “me gusta pintar, viajar, leer, el cine, jugar al futbol, baloncesto, tenis, paddle, golf, surf, ping-pong, montar en bici, caballo o pasear por el campo”, debe de ser una pincelada, nunca una biografía.
También hay “preguntas trampa” a las que debe estar preparado para contestar, un par de ejemplos podrían ser:
– ¿Por qué se fue de su empresa anterior?
– ¿Por qué está buscando otro trabajo?
Para responder a estos ejemplos se debe ser honesto, no hacer uso del sentido del humor, no hablar más de la cuenta y no criticar a jefes o empresas en las que haya trabajado anteriormente o lo esté haciendo actualmente.
Otra de las cuestiones delicadas que suele afrontarse en una entrevista es la salarial. Es recomendable, sobre todo al inicio del proceso, no hablar de cifras mínimas de negociación, y mencionar que si somos el candidato ideal, la retribución irá acorde a la importancia del puesto.
Los 10 errores en los que nunca se debe incurrir en una entrevista de trabajo
Mala actitud. Evitar la arrogancia.
Mal aspecto. Las primeras impresiones se crean rápidamente, en los primeros tres a cinco minutos.
Falta de información. Es fácilmente detectable si un candidato no se ha informado acerca del puesto, la empresa o el sector en cuestión antes de la entrevista.
No tener nada que preguntar. Hacer preguntas demuestra interés por la empresa y el puesto. Intentar que sean preguntas con “sustancia” (inteligentes).
No responder rápidamente a las preguntas del entrevistador. Anticípese y ensaye las respuestas a preguntas difíciles sobre sus antecedentes, como un despido reciente o un período sin trabajar. Practicar con la pareja o amigos puede resultar útil. No se muestre dubitativo.
Confiar demasiado en el curriculum. Las empresas contratan personas, no papeles. Aunque el currículum enumere estudios y aptitudes, el diálogo mantenido durante la entrevista es lo que dará una imagen del candidato de persona comprometida y receptiva.
Demasiada humildad. Si bien no es recomendable alardear, ello no quiere decir que oculte sus logros. Intente buscar un equilibrio.
Manejar las cuestiones salariales con torpeza. No preguntar por el sueldo y demás ventajas sociales o económicas demasiado pronto.
Falta de orientación profesional. Las personas que buscan empleo sin tener claras sus metas profesionales no son capaces de encontrar ni aceptar ofertas de trabajo adecuadas. No saber lo que se quiere le hace perder el tiempo a todo el mundo.
Tanteo laboral. Algunos candidatos, sobre todo en sectores como la alta tecnología, las ventas o el marketing, reconocen que solo están «tanteando» ofertas y que no tienen intención de cambiar de trabajo. Si así fuera, no deje evidencias de esta actitud; le puede cerrar puertas en el futuro.
Seguir estas pautas no garantiza la superación de la entrevista de trabajo, pero puede evitar quedar fuera de un proceso de selección por causas ajenas al desempeño o valía profesional.
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1 comentario en «Los diez errores que nunca hay que cometer en una entrevista de trabajo»
Les felicito por este artículo, ya que muchas veces se dan por hecho cosas que se desconocen
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