El ERE

Hace unos pocos años, cuando alguien utilizaba éste termino, tenía que acompañarlo casi obligatoriamente de la correspondiente explicación: “Sí hombre, un expediente de regulación de empleo, un despido colectivo”, “ahhh, – decía el interlocutor- haberlo dicho antes, me había asustado; te pones tan pedante a veces”.

En cierta ocasión, hace unos 8 o 10 años, me encontré con un conocido al que pregunté por un amigo común: “¿Manolo? –respondió-, uf, pobre hombre, ha sufrido un ERE? Aunque hacía tiempo que no veía al tal Manolo, la respuesta del conocido me impactó. Entonces, en mi ignorancia, me planteé internamente la cuestión -como aquel que se pregunta a qué huelen las nubes- para intentar buscar una aproximación al mal que podía padecer Manolo sin tener que mostrar a ese conocido mi manifiesto desconocimiento.

Imposible. En los 10 segundos que duró mi esfuerzo mental, mientras el individuo al que me hubiera gustado no encontrar nunca –visto lo visto- me miraba de una forma que parecía decir “¿No sabes lo que es un ERE?”, pasaron ante mí todos los virus y enfermedades conocidas, pero no pude hacer otra cosa que preguntar: “¿Qué es ERE?”. “¿No sabes lo que es un ERE?”, respondió el tipo, “pues que le puso su empresa en la p… calle junto con 25 compañeros más porque iba mal” (Literal).

Hoy en día, año 2.008, ésta situación no se hubiera producido. Todos sabemos perfectamente qué es un ERE; sabemos que, aunque no es un virus, es tan perjudicial como él si lo sufres o padeces. Siempre esperaremos que no nos afecte uno y que, en caso de que lo veamos cerca, le toque a otro.

Lo malo es que cada vez es más habitual, cada vez hay más despidos, cada día más gente pierde su empleo, y no hay manera de encontrar uno nuevo. Se pierde y no se encuentra. Sólo hay que echar un vistazo a la sección de Recolocación, la que trata de los despidos colectivos, para ver el panorama. Según dice El País en su edición de ayer, la crisis (desaceleración) acabará pronto, y empezará la recesión, y con ella estaremos hasta 2009.

Si aceptáramos como válido el símil ERE=Virus, únicamente se están tomando medidas para curar a unos pocos enfermos a base de inyectar medicamentos (dinero) y no se están tomando medidas (vacuna) para evitar que otros caigan enfermos (como decía mi conocido, p… calle). Es decir, no se hace nada para reactivar ni la economía ni el consumo, y sólo se prevén iniciativas para solucionar la papeleta, momentáneamente, a unos pocos.

Este inmovilismo total por parte del Gobierno, asumiendo que todo es global y que nosotros somos una parte más de la situación, es lo más preocupante, sobre todo cuando –no me cansaré de decirlo- los dos principales partidos políticos prometieron en sus programas electorales, hace poco más de dos meses, la creación de dos millones de puestos de trabajo. Hasta Rappel hubiera sido más certero en sus previsiones que los responsables de dichos programas.

Y no pasa nada, parece asumido, vamos a pasarlo muy mal y sólo resistirá aquel que sea capaz de aguantar ¡¡¡dos años!!! la situación, hasta 2009 o 2010 o 2012 –dependiendo de quien lo diga-.

Para terminar ¿Se imaginan a un directivo de empresa privada planteando previsiones u objetivos en el presupuesto del próximo año y que no se cumpla ni uno? Basta con que no se cumpla un objetivo –normalmente el de ventas- para que ese directivo sea “regulado”. En política no pasa nada, y la culpa es de todos.

No se olvide de participar en la nueva encuesta que ponemos en marcha ésta semana:

¿Se ha planteado o está previsto que se plantee en su empresa algún ERE?