Un reciente estudio desarrollado por el Grupo ACTUAL, compañía española de servicios de Recursos Humanos, Grupo RANDSTAD, multinacional de servicios de trabajo temporal y la Facultad de Psicología de la UNIVERSIDAD DE OVIEDO, nos deja importantes conclusiones sobre el perfil de personalidad de los residentes en España.
Los cuestionarios que permiten conocer cómo es la personalidad de un individuo integran desde hace tiempo cierto tipo de publicaciones y se constituyen como asesor incuestionable en la mayoría de los procesos de selección de personal. En el primer caso, el de las publicaciones, la finalidad de la evaluación no trasciende de lo lúdico. En el segundo caso, su objetivo diagnóstico y de apoyo a la selección le confiere unas características técnico-científicas de gran valor a la hora de interiorizar sus conclusiones.
Estos instrumentos llevan varias décadas siendo utilizados en el mundo de los Recursos Humanos y esa experiencia acumulada ha permitido ir afinando su capacidad de medida hasta alcanzar altas cotas de efectividad y credibilidad.
Entre los test más usados destaca PAPI (Personality and Preference Inventory – Inventario de Personalidad y Preferencias). Esta prueba, originaria del ámbito académico norteamericano, es actualmente utilizada en todo el mundo desde la década de los 60, siendo cientos de miles de personas las que anualmente responden sus 120 preguntas.
Un análisis exhaustivo de esas respuestas permite perfilar a una persona en 20 variables distintas. Son aspectos como sus relaciones con los demás, su estilo a la hora de organizar su vida, su habilidad para enfrentarse a situaciones de tensión o su capacidad creativa algunas de los rasgos con las que se significa la personalidad de sus usuarios. Todo ello aderezado con un sistema de control de la sinceridad que permite identificar la tergiversación o manipulación de las respuestas malintencionadas.
La muestra del estudio supera los cinco mil candidatos, de los cuales el 55,7% son mujeres y el 44,3% hombres. El estudio nos ofrece diferentes resultados, desglosados por sexo, rango de edad o situación geográfica de los participantes.
Según los datos del estudio, las mujeres, en general, parecen más orientadas a la tarea, es decir, muestran mayor responsabilidad por lo que hacen que los hombres. Además, el estudio les confiere una mayor agilidad al trabajar, un elevado compromiso por terminar lo que han empezado sin dejar nada a medias y un significativo espíritu de esfuerzo, siempre en contraste con los hombres.
Del mismo modo, las mujeres precisan de un entorno laboral más estructurado y un trabajo más cuidado, ya que se inclinan más que los hombres por entornos en los que las pautas de trabajo y sus procedimientos estén bien establecidos, sin dejar nada a la improvisación. Se fijan más en los detalles pequeños y ofrecen enfoques más estructurados y menos globales que los hombres en sus planteamientos. También es digno de mención su cercanía con los superiores a los que intentan apoyar en todo lo necesario, muchas veces por propia iniciativa lo que redunda en un entorno de trabajo agradable y cordial.
Según el estudio, los hombres, también en contraste con las mujeres, están bastante más interesados en alcanzar puestos directivos o destacar en el ámbito laboral a través del éxito profesional. Les estimula controlar el trabajo de otros desde una posición de líder y no desdeñan ser centro de atención y protagonista cuando surge la ocasión.
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