Un abogado tinerfeño del turno oficio ha presentado ante la Audiencia Nacional una querella contra Salvamento Marítimo y los capitanes y tripulaciones de dos remolcadores, a los que acusa de homicidio imprudente por su responsabilidad en el hundimiento de una patera durante un intento de rescate, que provocó 88 muertos el pasado mes de julio.
El letrado Plácido Alonso Peña explicó que su querella se fundamenta en dos motivos, por una parte la negligencia o imprudencia en que en su opinión incurrieron los barcos remolcadores 'Luz de Mar' y 'Conde de Gondomar', a la hora de emprender el rescate de los 136 inmigrantes que viajaban en el cayuco y fueron avistados a más de 100 millas de las costas de Tenerife.
Y por otra, la carencia en los dos navíos de dispositivos flotantes que hubieran reducido el número de víctimas mortales una vez se produjo el hundimiento de la embarcación.
Según relató el abogado, que representa a 15 de los inmigrantes supervivientes que perdieron en el hundimiento a varios familiares, la patera fue avistada el pasado 19 de julio a más de 100 millas de la costa de Tenerife por un barco privado que avisó a Salvamento Marítimo.
En un primer momento arribó a la zona el remolcador 'Luz de Mar', cuyo capitán era el responsable de las maniobras, y que se apostó en las proximidades del cayuco sin abordarlo, explicó Peña en base a las declaraciones realizadas por los supervivientes.
La embarcación, que transportaba a personas procedentes del África subsahariana (Ghana, Senegal, Guinea Bissau, Gambia y Liberia), llevaba 10 días de navegación y la falta de combustible provocó la parada de sus dos motores, relató el letrado.
Una aproximación peligrosa
Sobre las dos de la madrugada llegó a la zona otro remolcador, el 'Conde de Gondomar'. Según explicó el abogado los inmigrantes rescatados han descrito que el barco de rescate se acercó "muy rápido" y dio un giro que provocó oleaje y desestabilizó a la patera. "Poco después, en la aproximación, golpeó a la embarcación y la partió en dos", indicó Peña. Sólo 48 personas pudieron ser rescatadas con vida y otras 88 desaparecieron en el mar.
Peña agregó que la intervención del 'Conde de Gondomar' resulta, cuando menos, "sorprende" y se refirió a la existencia de informes anónimos procedentes de personal de Salvamento Marítimo que apuntan a que en este tipo de rescates lo aconsejable no es en ningún momento intentar una aproximación con el remolcador sino acercarse al cayuco, habitualmente muy frágil, con un pequeño bote y proporcionar gasolina para que continúe la ruta con escolta, o iniciar el transbordo de sus ocupantes en grupos de cinco personas.
El abogado destacó que entiende que en ningún momento los remolcadores tuvieron "ninguna intencionalidad" pero sí se produjo "una imprudencia o negligencia que es necesario investigar".
El juzgado de Arona no es competente
Peña presentó en un primer momento su escrito ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Arona al considerar que era el competente. No obstante, el juez se declaró incompetente en un reciente auto al entender que su competencia no alcanza más allá de las 12 millas marítimas de Tenerife y señalar que las más de 100 a las que se encontraba el cayuco pertenecen a aguas internacionales.
Ante este auto judicial Peña decidió presentar el pasado 24 de agosto su querella ante la Audiencia Nacional. Según explicó, aún no ha sido admitida a trámite y se encuentra en reparto, pendiente de ser asignada a alguno de los seis juzgados centrales de instrucción.
El letrado agregó que a pesar de que la mayoría de los supervivientes han sido devueltos ya a sus países de origen, cuenta con los contactos necesarios en caso de que la querella prospere y se cite a declarar a alguno de ellos como testigos.
Peña ha solicitado medidas cautelares de prueba anticipada y la puesta en libertad de los cuatro inmigrantes del cayuco hundido que aún se encuentran en España y no han sido repatriados por distintos motivos, después de que se haya cumplido el plazo de 40 días de internamiento.
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