Las fases de la entrevista de selección (y 2)

El tipo de preguntas que podemos formular en este apartado son las siguientes:

¿Por qué elegiste esta carrera? ¿Volvería a cursar estos estudios? ¿Qué asignaturas te gustaban más y cuáles menos? Explicando el por qué. ¿Por qué decidiste cursar posteriormente este master o curso de grado superior? ¿Por qué elegiste este centro para realizarlo? ¿Trabajabas durante la carrera? Aquí tenemos que verificar que los datos que constan en esta apartado son exactos, si no es así, conseguir los correctos.  

Verificar los años de comienzo y de finalización de cada estudio cursado, en el caso de que no haya ido a curso por año, no hay que darle mayor importancia, pero sí que tenemos que conseguir que nos indique el motivo por el cual le ha costado un poco mas, ya que para el candidato es una pregunta un poco complicada, y más que lo que contesta, lo importante es su reacción ante la misma.

Cuanta menos experiencia profesional tiene el candidato, más hay que incidir en esta área. Si nos ha quedado todo claro, guiamos al candidato con nuestras preguntas hacia el siguiente apartado de interés, la formación complementaria, cursos posteriores, nivel de informática, idiomas, etc. 

Preguntas frecuentes aquí: ¿Qué cursos has realizado posteriormente?  Explicando el por qué y haciendo nosotros más hincapié en los que puedan estar relacionados con el trabajo a realizar.

¿Fueron lo que te esperabas en un principio? ¿Qué tal llevas los programas informáticos? ¿Desde cuando los usas? ¿Cuéntame de forma breve tus últimos trabajos realizados con estos programas? ¿Qué idiomas conoces? ¿Cuál es tu nivel del mismo, de forma oral, escrita?  ¿Tienes algún título que acredite tu nivel de este idioma?  ¿Actualmente sigues estudiando este u otro idioma? ¿Qué curso? 

Aquí vamos a verificar cómo lleva estos apartados formativos complementarios. Sobre todo tenemos que conseguir que se sincere con nosotros, ya que en un momento concreto pudo tener, mucho nivel de un idioma, o de un programa informático, pero, por falta de practica o de uso de los mismos su nivel ya no es el mismo.

Es muy positivo que la persona nos vaya contando todo de forma clara y concisa, siendo sincera en todos los aspecto y enfocando todo de una forma constructiva. Habrá que incidir más en los cursos o aplicaciones informáticas que más vaya a necesitar en su trabajo, en función del perfil de cada puesto, lo mismo para los idiomas. 

Una vez verificado, y sacadas nuestras correspondientes conclusiones, podemos comenzar con el área de experiencia profesional. Aquí vamos a incluir también las posibles prácticas laborales o becas realizadas por el candidato, ya que habrá candidatos que no tengan una relación contractual con ninguna empresa, no por no querer, pero que su potencial sea muy grande, y esto se puede conseguir transmitir en una buena entrevista de trabajo. 

Preguntas habituales en esta fase: ¿Te has dedicado a lo que pensabas? ¿Cuándo empezaste a cursar tus estudios? Lo mejor es empezar a preguntar por los primeros trabajos, acabando por el último o actual trabajo. ¿Por qué decidiste trabajar en esta empresa? ¿A qué sector pertenecía la misma? ¿Qué funciones realizabas? ¿Por qué cambiaste de trabajo? ¿Cómo te organizabas en tu trabajo diario? ¿Cuéntame un día habitual en ese trabajo? ¿Cómo afrontaste alguna dificultad a nivel profesional? ¿Cuál es el logro más grande que conseguiste en este trabajo? ¿Cómo solucionabas los problemas a nivel profesional? ¿Y las dificultades profesionales con tus compañeros o responsables? ¿Cuál ha sido su mayor decepción a nivel profesional? ¿Qué valoras más de un puesto de trabajo? Estas preguntas pueden utilizarse para todas las experiencias a nivel profesional.

Vamos a comprobar, posteriormente, si se corresponde lo que tiene plasmado en su CV con lo que nos cuenta el candidato. Preguntar siempre qué relación contractual tenía con cada empresa, ya que hay personas que en alguna de estas empresas han realizado prácticas laborales, y dicen que ha sido contrato laboral, y no pasa nada por ello, pero no es nada positivo que nos engañe. Aquí tenemos que prestar la misma importancia tanto a lo que cuenta como a lo que no, y recomiendo incidir más en aquello que el candidato pasa por alto o que comprobamos que no se siente cómodo al hablar de ello, ya que este tipo de cosas son las que tenemos que clarificar.  

Es muy negativo que se dedique a criticar los anteriores trabajos en los que ha estado. Aquello que no le quede claro al entrevistador, debe abordarse con nuevas preguntas para intentar comprenderlo o analizarlo de la forma adecuada. A estas alturas ya hemos podido sacar grandes conclusiones sobre si el candidato ha preparado la entrevista, conoce su CV, como se comporta, etc. 

En este tipo de preguntas es muy negativo que el candidato sea inexacto en cosas que tendría que saber, o que no sepa contar su experiencia profesional de forma concreta, ya que, generalmente, cuando una persona generaliza mucho sobre un tema es por que no le interesa concretar más, por que suele ocultar algo. Y es nuestro deber como representantes de la empresa ganarnos su confianza,para que se sincere. 

Positivo es que, de forma natural, nos vaya contando todo lo relacionado con su experiencia profesional sin dejar nada de lado. Suele ser bueno que al estar hablando nos mire a los ojos, ya que eso suele demostrar confianza en sí mismo y sinceridad, ya que cuando nos habla y mira hacia abajo, o evita la mirada directa con nosotros, suele ser por que no dice toda la verdad sobre este tema, y es nuestra labor el averiguarlo. 

A continuación pasamos a la parte de saber por qué le interesa nuestra oferta de trabajo y trabajar en nuestra empresa. ¿Por qué deberíamos decantarnos por su candidatura para este puesto? ¿Cómo se ve dentro de cinco años? ¿Cuáles son sus aspiraciones profesionales? ¿Cómo considera el trabajo en equipo? ¿Cuál seria el plazo de incorporación? ¿Estaría dispuesto a viajar? ¿Le importaría cambiar de residencia? ¿Qué remuneración considera razonable? 

Con este tipo de preguntas vamos a ver la facilidad de palabra, el verdadero interés por este puesto, su capacidad de recopilar los datos esenciales y comprobar si se corresponde con lo que nos ha estado contando a lo largo de toda la entrevista, ya que es frecuente que el candidato se relaje, y se olvide de lo que ha contado anteriormente, y tenemos que tener claro que la entrevista no acaba hasta que el candidato no abandona las oficinas. 

También tenemos que analizar qué aspiraciones tiene con este puesto, y qué quiere conseguir en nuestra empresa, ya que no nos interesa una persona que esté pensando en cambiar de trabajo al poco tiempo, por lo tanto tenemos que tener claro a qué persona seleccionamos, porque no hay que olvidar que lo más importante de una empresa por encima de todo es su capital humano, y tiene que ser visto no como un gasto, sino como una inversión, que va a ayudar a nuestra empresa a crecer a todos lo niveles. Tiene que demostrarnos en esta fase que tiene las cosas claras, hacia dónde quiere ir y qué quiere conseguir.

CONCLUSIÓN ENTREVISTA

Esta es la parte en la que tenemos que comprobar que nos ha quedado todo claro, y verificar que el candidato tiene todo claro respecto al puesto de trabajo.  Y dejar en todo momento claro a los candidatos cómo va a continuar el proceso de selección, y con qué plazo va a saber algo sobre el estado de su candidatura. 

Todos los candidatos son igual de importantes, es decir, hay que comunicar a todo el mundo en qué estado ha quedado su candidatura, ya que los no seleccionados pueden ser los adecuados para futuros puestos de trabajo a cubrir, y no supone ningún esfuerzo facilitar esa información, prestigiando así a la propia empresa.

Es conveniente realizar un breve informe sobre cada candidato, en el que se destaquen aspectos positivos y negativos, conclusiones de cada apartado a valorar y por qué se ha decidido seguir adelante con su candidatura o desestimarla. Por otro lado tenemos que ser, a lo largo de toda la entrevista, objetivos, y no dejarnos influenciar por otro tipo de valoraciones que denotarían subjetividad por nuestra parte, ya que tenemos que valorar qué perfil es el que mas se ajusta al puesto de trabajo ofertado por nuestra empresa.

La entrevista de selección no es algo estático, adaptable a todos los puestos y perfiles. Para lograr el éxito con esta herramienta tenemos que saber adaptarla de forma dinámica en función de las circunstancias particulares de cada puesto y de cada candidato.