La tecnología llega para quedarse en nuestras vidas. Y cambia las relaciones sociales, la organización de trabajo, las empresas y los negocios. Cambia la forma de comunicarse, de relacionarse, de informarse; de producir, vender y comprar; de consumir y de disfrutar. Y también de aprender.
En los últimos 25 años, el ordenador personal, la telefonía móvil e Internet han irrumpido con fuerza en nuestras vidas, y han llegado para quedarse.
En la formación presencial la tecnología ayuda a hacer las clases más amenas, y ofrece numerosos recursos para conseguir mejorar el aprendizaje. Pero en la formación a distancia, la tecnología supone una auténtica revolución, mejorando mucho las posibilidades de aprender en cualquier sitio y en cualquier momento.
Pero al igual que nadie duda de que Internet permite comprar diferentes productos a través de la red, nadie duda ya de que se puede aprender a través de Internet. Por otra parte, tampoco se duda en que lo esencial es la función, no el medio. Es decir, lo esencial son los productos que compras, no Internet; y lo esencial es comunicarse, no el teléfono móvil, aunque esto último habría que explicarlo a muchos adolescentes y jóvenes.
Y lo importante es aprender, no la tecnología, o el e-learning, o los contenidos, o las plataformas. Es cierto que con una adecuada tecnología las posibilidades de mejorar el aprendizaje se agrandan enormemente, pero no pongamos el acento en el medio, sino en la función.
Si ya nos fascinaron hace unos años las primeras plataformas de e-learning (LMS), y los primeros contenidos multimedia, las nuevas simulaciones, animaciones en 3D o aplicaciones de realidad virtual son impresionantes. Y con costes decreciendo rápidamente. Las posibilidades de la tecnología para mejorar el aprendizaje no han hecho mas que empezar. Nos encontramos en una etapa muy inicial, y la revolución en la próxima década va a ser espectacular.
Muchas compañías están afrontando decididamente esta “revolución tecnológica”, con claras mejoras en los procesos de aprendizaje de sus directivos y trabajadores. ¿A qué esperan el resto?
Aprender a través de Internet o con un ordenador personal, es sólo aprender, lo cual no es poco. Simplemente una de las cosas más importantes que toda persona puede y debe hacer a lo largo de su vida.
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